La NASA realizó este viernes el lanzamiento de una misión al distante asteroide Psique, un mundo hecho de metal no estudiado previamente, que los científicos creen que podría ser el núcleo de un antiguo cuerpo celeste. La sonda Psique despegó sin problemas a las 10.19 hora local (11.19 hora argentina) desde el Centro Espacial Kennedy en Florida, a bordo de un cohete Falcon Heavy de SpaceX. Todo un éxito, ya que había sólo un 40% de posibilidades de que el tiempo fuera favorable para el despegue, por lo que se había anticipado que una nueva tentativa podría haber tenido lugar el sábado, según consignó la agencia de noticias AFP.

La humanidad ya ha visitado mundos hechos de rocas, hielo o gas, pero «esta será la primera vez que lo hará a un mundo que tiene una superficie metálica», dijo en rla ueda de prensa Lindy Elkins-Tanton, quien es responsable científica de la misión. Se sabe que el viaje será largo: Psique se encuentra en la parte exterior del cinturón de asteroides, entre las órbitas de los planetas Marte y Júpiter. En consecuencia, la sonda de la NASA recorrerá unos 3,5 millones de kilómetros aproximadamente para llegar hasta él y se espera que esto ocurra durante el verano boreal de 2029.

Gracias a la luz reflejada desde su superficie, los científicos saben que Psique es muy denso y que está hecho de metal, además de algún otro material, tal vez rocas. «No sabemos realmente cómo es Psique», explicó la investigadora. «A menudo bromeo diciendo que tiene forma de patata, porque las patatas tienen muchas formas diferentes, así que no me equivoco», agregó.

Expectativas en los científicos de la NASA

Los científicos piensan que Psique, un cuero celeste de más de 200 kilómetros de longitud, podría ser el núcleo de un antiguo cuerpo celeste cuya superficie fue arrancada por impactos de asteroides. La Tierra, al igual que Marte, Venus o Mercurio, tiene un núcleo metálico. «Nunca veremos estos núcleos, hace demasiado calor y es demasiado profundo», dijo Lindy Elkins-Tanton. La misión a Psique es, por tanto, «nuestra única manera de ver un núcleo».

Psique se formó hace unos 4.500 millones de años, en el nacimiento de nuestro sistema solar. Es posible que haya experimentado erupciones volcánicas, de las que podrían quedar restos en forma de antiguas coladas de lava. Luego, cuando Psique se enfrió, su contracción pudo haber provocado la formación de enormes grietas. Los científicos también están ansiosos por saber cómo se ven los cráteres en un cuerpo celeste metálico: el material impulsado por el impacto de los asteroides podría haber quedado congelado en el aire y formar una suerte de puntas.

La sonda permanecerá en órbita alrededor de Psique durante algo más de dos años para estudiarla, alternando entre varias altitudes. Utilizará tres instrumentos científicos: generadores de imágenes multiespectrales para fotografiarlo, espectrómetros para determinar su composición y magnetómetros para medir su campo magnético. Para moverse, la sonda también empleará propulsores de efecto Hall, una novedad en viajes interplanetarios. Estos motores se valen de la electricidad proporcionada por los paneles solares de la sonda para obtener iones de un gas noble (gas xenón), que luego se aceleran al pasar a través de un campo eléctrico.

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Posteriormente son expulsados a muy alta velocidad, «cinco veces más rápido que el combustible que sale de un cohete convencional», afirmó David Oh, ingeniero de la NASA. «Es el tipo de cosas que veíamos en Star Wars y Star Trek, pero hoy estamos haciendo realidad el futuro», dijo. La misión Psique también probará un sistema de comunicación con láser, que debería permitir transmitir más datos que las comunicaciones por radio.