Como todos los 2 de junio, en el país se conmemoró el martes pasado la creación del primer cuerpo de bomberos. Pero este último aniversario estuvo lejos de ser un festejo: dos jefes perdieron la vida y tres de sus compañeros debieron ser hospitalizados luego de que se registraran dos explosiones en un local de venta de perfumes de la cadena Pigmento, en Villa Crespo. La fatalidad, acaso evitable, inmediatamente remitió al galpón de Barracas donde funcionaba un depósito de la multinacional Iron Mountain y donde hace poco más de seis años murieron ocho bomberos y dos agentes de Defensa Civil, a raíz de un incendio intencional, según investiga la justicia.

“Muchos de los bomberos que fueron a cubrir a Pigmento también participaron del operativo en Iron Mountain”, recordó a Tiempo el abogado Javier Moral, que representa a las familias de los caídos en el incendio del depósito de expedientes y documentación, tanto privada como pública. “Me parece que no aprendimos mucho desde aquella tragedia, aunque sí creo que sirvió para que la justicia vaya a buscar inmediatamente el trámite de habilitación del local, algo que en la causa de Iron Mountain nos llevó unos dos años reconstruir”, subrayó.

Esta semana, los peritos trabajaron en la planta baja y en el sótano del edificio de 14 pisos de la avenida Corrientes al 5200, donde funcionaba Pigmento. Al mismo tiempo, los investigadores, a las órdenes de la fiscal Verónica Andrade y del juez Juan José Cavallari, se acercaron a la Agencia Gubernamental de Control porteña para hacerse de las constancias de la habilitación del local, donde figuraría la descripción de la actividad del negocio, los detalles de la instalación eléctrica, los elementos que allí se manipularían, su disposición y los eventuales controles periódicos por parte del mencionado organismo.

Al respecto, el subsecretario de Emergencias de la Ciudad, Néstor Nicolás, sostuvo que “se manejan distintas hipótesis y se están realizando pericias. Se cayó el piso del local sobre el subsuelo, y se estuvieron removiendo gran cantidad de escombros para poder observar detalles de cuál pudo ser el lugar de la explosión y las causas».

El ingeniero Edgardo Castro, inspector en seguridad e higiene y delegado general de ATE de la Subsecretaría de Trabajo de la Ciudad, cree que esta situación es producto de la “incapacidad de los funcionarios públicos del gobierno porteño. Ninguno es especialista en la materia, todos tocan de oído y se basan en experiencia y error. No existe una planificación sobre los puntos críticos y hay mucha desidia”, según dijo a este diario.

“Después de lo de Iron Mountain uno sabe que la clave está o debería estar en la prevención. Se entiende que una perfumería acumula ciertos materiales y que en este contexto, por ejemplo, puede estar haciendo alcohol en gel, entonces tenés que verificar y hacer un seguimiento de lo que pasa en estos negocios”, argumentó Castro, quien se quejó de que tanto él como sus compañeros, en vez de estar en la calle haciendo inspecciones o controlando estas situaciones de manera virtual, fueron convocados para “llamar a las pymes para invitarlas a contraer créditos a tasas preferenciales, como si fuéramos promotores”.

Corte y explosión

El director ejecutivo de Pigmento, Claudio Sartán, reconoció a los medios que hubo un corte de energía entre las 12 y las 13 del martes en una fase del local y que Edesur trabajó en el tablero principal durante unos 20 minutos. “Cuando se retiran, se vuelve a cortar la luz y desde Edesur comunican que el tema era complejo y que no tenían en el momento las herramientas para resolverlo», explicó el directivo, intentando desligarse del hecho.

Tiempo dialogó con un bombero porteño de alto rango que pudo reconstruir que luego “hubo un principio de incendio, por lo que una dotación de la Estación VI de Villa Crespo, a cargo del subcomisario Maximiliano Firma Paz, a una cuadra del local, se acercó junto a sus compañeros”.

“Mientras estaban extinguiendo el fuego se produce una deflagración, como que hay combustión que no llega a ser una explosión, y es ahí cuando el personal va al subsuelo a seguir trabajando”, continuó la fuente. Luego, se sabe, se produjo una explosión, y tanto Firma Paz como el comandante director Ariel Gastón Vázquez, de la Compañía de Planeamiento y Desarrollo, murieron prácticamente en el acto. Minutos antes, habían logrado evacuar el edificio sin que hubiera heridos.  «