El instituto nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) viene siendo protagonista en las últimas semanas. Algunas logran instalarse en la agenda social y repercuten en la calidad de vida de las y los argentinos, como los datos mensuales de inflación y el costo de la canasta básica. Por el contrario, otras pasan inadvertidas ante los ojos de la sociedad. Un claro ejemplo de ello es el hecho que atraviesa el conjunto de los trabajadores del INDEC y por el cual podría peligrar el desarrollo normal del Censo 2022.

Mientras el titular del Instituto, el economista Marco Lavagna, recorre el país para dar a conocer las bondades del Censo digital, quienes deben escudriñar las cifras que irán llegando una vez que finalice la recolección de datos a nivel nacional reclaman ser escuchados por el Director del organismo bajo la advertencia de comenzar medidas de fuerza.

“Mientras Lavagna se pasea por Córdoba, Corrientes y diferentes provincias del país para hablar del Censo digital 2022, nosotros hace más de tres meses que le venimos reclamando que nos abone dos adicionales que nos debe”, comienza su discurso en diálogo con Tiempo Raúl Llaneza, delegado de ATE INDEC. «Todo este tiempo dejó a unos funcionarios de segunda y tercera línea que no nos quieren recibir y nos cierran la puerta en la cara, aunque en estos dos últimos días hay una nueva interlocución a través de la directora de RRHH y su equipo» agrega Llaneza.

Los adicionales en cuestión son conocidos como “función estadística” y las “horas censales”, que afectan directamente a los trabajadores y trabajadoras encargados de realizar el Censo nacional de población. Se adeudan montos que van de 9 mil a 18 mil pesos al 63% de la planta permanente: de un total de 1600 trabajadores, a alrededor de 1000 se les adeudan estos adicionales.

“En estos días vamos a definir cuáles van a ser las próximas medidas que vamos a tomar. No queríamos llegar a esto pero hemos agotado todas las instancias de diálogo porque hacen oídos sordos y no quieren escucharnos. Nosotros somos los que cada mes terminamos de relevar las cifras de inflación y difundimos las mismas, y al mismo tiempo sabemos lo que no es llegar a fin de mes, por lo que necesitamos con urgencia que nos paguen lo que nos deben”, suma Llaneza.  

Según los trabajadores y trabajadoras del organismo, la parte más sencilla del Censo nacional, sin quitarle mérito al hecho en sí, tiene que ver con la recolección de datos que se obtienen en cada una de las jurisdicciones del país. Pero la parte más compleja de todo el recorrido, hasta su finalización, es el entrecruzamiento de esos datos, de donde se obtienen las estadísticas nacionales en cada sector, discriminados por sexo, edad, provincia y municipio, con el objetivo de relevar las necesidades para poder elaborar políticas públicas al respecto. Esta tarea que no se puede llevar adelante sin los trabajadores de este edificio.

“Es realmente injusta la situación por la que atravesamos, nosotros cumplimos con nuestro trabajo en un organismo que, internacionalmente es considerado de excelencia. No estamos pidiendo que nos regalen nada estamos exigiendo que nos paguen lo que supimos ganar”, concluye el delegado.