La nueva jornada de exposiciones sobre la interrupción voluntaria del embarazo tuvo dos intervenciones destacadas, la de Pepe Cibrián Campoy y de Abel Albino, presidente de Conin (Cooperativa para la Nutrición Infantil).

El orador destacado de la jornada sin dudas fue Pepe Cibrian Campoy, productor, actor y director de teatro. Cibrián brindó una emotiva intervención en la que llamó a los diputados a hacerse cargo.

«Tengo sesenta segundos. No puedo dejar de pensar que en algún lugar de nuestro país, en un río, en una casucha, hay una joven que se introduce metales en su cachucha, que se está desangrando y no sabe que se va a morir en un minuto, mientras hay mujeres que están en clínicas y saben que no se van a morir. En este minuto, ustedes son responsables, los que están en contra. Háganse cargo», exclamó al final de su exposición.

“Quisiera preguntarles a todos los diputados que están en contra si no ha habido un aborto en su entorno familiar nunca. Una diputada con coraje admitió haber decidido sobre varios; y ustedes qué dicen. Quienes han sido partícipes de esos actos, supuestamente ilegales, ¿han corrido a denunciar al profesional, que a pesar de su juramento es tan responsable como ella y como ustedes? O mejor no, para que nadie se entere», remarcó. «Y ahora se asombran de que cientos de mujeres sin recursos ni educación, ni el afecto de los gobiernos, se introducen elementos en sus vaginas, toman pastillas y mueren más y más a diario», completó.

“Dicen que al fecundar el embrión tiene vida. Hay miles congelados esperando, si la pareja se muere, si se divorcia, qué hacemos, lo tiramos por el inodoro o permitimos nazcan y sean fantasmas deambulantes de una niñez que no nació con un paco en la boca y si no que al no haber recibido educación, dignidad, respeto, afecto, amor, se lo ponemos nosotros en ella. ¿No fue este el argumento en contra de la ley igualitaria? Sólo un papá y una mamá? ¿Y cuántos de esos papás y esas mamás salieron a adoptar niños de la calle?”, agregó el artista.

Relató su experiencia personal: “Mi marido Santiago y yo estuvimos quince años para adoptar tres cuatro hermanos para que no los separaran, yo fui coherente con mi postura, y nunca los tuve, y nunca nos los dieron. Hay cuatro niños más en la calle, y a quienes votan en contra insisto, ¿se sentarán luego de la votación, suponiendo que no la aprueben, en sus casas habiendo cumplido ya con la misión de que las que se mueren se jodan porque no hacemos algo y pensar con whisky y puchos viendo Netflix, pensar en qué pasa en el Mundial de Rusia. ¿Qué hacemos además de legislar? Las leyes son políticas, son lobbys para algunos y otros son honestos con sus votos”, increpó.

“El aborto es la mayor tragedia que tiene la sociedad en este siglo por la cantidad y por el hecho concreto de que para que exista tiene que haber una madre que autorice que se despedace un chico dentro de ella”, expresó el médico.

“Poca gente ha visto un aborto, yo he visto un aborto. He visto chicos destrozados por el aborto en tachos de basura y en baldes”, agregó el pediatra. Además calificó como una “claudicación ética más grande de la historia de la humanidad. Es la evasión de responsabilidad más sorprendente de la historia de la humanidad”.

Agregó que las mujeres tienen que decir que “ese hombrecito les molesta, díganlo por favor. Ese pequeño hombrecito, ese pulgarcito, más pequeño que un pulgar, digan que les molesta, que lo quieren matar. Pero díganlo claramente”.

A lo largo de las intervenciones, expositoras a favor de la interrupción voluntaria del embarazo, se homenajeó a Ana María Acevedo de quien hoy se cumplen once años de su muerte, luego de que en un hospital se negaran a realizarle un aborto no punible.

Ana María murió luego de que le negaran un aborto legal e que médicos y autoridades del Hospital Iturraspe, de Santa Fe, se negaran a realizarle un aborto terapéutico, por lo tanto no punible y permitido por la ley, por sus creencias religiosas. Tenía cáncer y necesitaba interrumpir su embarazo para poder hacer quimioterapia.