La violencia en torno a la comunidad Lof Quemquemtrew no terminó con la muerte de un joven y las heridas graves de otro. Familiares y militantes que repudiaban el ataque fueron amedrentados y amenazados por un gran grupo de personas que llegó incluso hasta el hospital al grito de “Viva la Patria”, con consignas contra los mapuches y loas a Julio Argentino Roca.

“Se aproximaron al hospital donde estábamos esperando el parte médico, a patotear con sus rebenques, con sus armas, persiguiendo a la gente por todo el pueblo. Con consignas racistas, festejando el asesinato y arengando que van a venir más. Una situación muy tensa”, describió Elisa Ñancunao, referente de la comunidad mapuche Las Huaytekas. Y agregó: “Salieron a defender el derecho de los ricos, la muerte por mano propia. A festejar lo que hicieron estos dos asesinos. Sabemos de dónde viene esto, sabemos que viene del sector del poder para hostigar y que la gente no siga expresando su reclamo. Sabemos que con esta gente no se puede mediar ningún tipo de diálogo ni palabra, porque la vida les importa poco”.

El grupo salió a agredir a quienes acompañaban el reclamo mapuche luego de que se interrumpieran los festejos por el Día de la Tradición en un polideportivo de la zona. Las autoridades argumentaron que la fiesta llegaba a su fin por los cortes y protestas de mapuches. Lo cierto es que esos reclamos eran poco numerosos, con un puñado de personas señaladas por arrojar piedras contra un local y ante la ausencia de personal policial o de Gendarmería.

“Todo lo que nos atribuyen a los mapuches, que somos violentos, es lo que ellos hacen. Hubo incendios y muertes que quedaron impunes. Es esta gente mandada por el poder para hacer el trabajo sucio. Y tienen todo arreglado para que la justicia no los persiga. Está todo organizado. Y es para de alguna forma adoctrinar a la gente y que no se anime a levantar la voz”, dijo Ñancunao en relación a las agresiones racistas, cuya organización fue atribuida a fuerzas de choque que indirectamente responden al municipio.

De hecho, el intendente de El Bolsón – Bruno Pogliano- brindó este lunes una conferencia de prensa denunciando que Gendarmería dejó la zona liberada –sin hacer alusión a la policía provincial- y culpabilizando a Magdalena Odarda, titular del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI), que acompaña el reclamo de reconocimiento de propiedades indígenas ancestrales.

“Nada justifica la violencia y los hechos que sucedieron a posteriori, como tampoco nada justifica las irresponsables declaraciones de Magdalena Odarda que lo único que hizo fue enardecer El Bolsón y la considero una de las responsable de la violencia que hubo anoche en la localidad”, acusó Pogliano.