Los hechos advierten que el desprecio al otro y la violencia política siempre vienen del mismo lugar. Luego de las bolsas mortuorias con los nombres de dirigentes y referentes sociales y políticos en Plaza de Mayo, y de violentar los pañuelos de las Madres durante una marcha opositora en la misma plaza; un hecho semejante repercutió a 222 km de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en la localidad de Pergamino.

“Así no!! La violencia política, el vandalismo contra una obra de arte que recuerda a un expresidente y líder político no conduce a nada”, esboza un posteo del Frente de Todos Pergamino en las redes sociales. “Queremos vivir en una ciudad en que todxs podamos expresar nuestras ideas políticas, sin ataques, sin violencia, libremente”, agrega. “Nos recuerda a momentos oscuros de nuestra historia a los que, una amplísima mayoría de lxs argentinxs, no queremos regresar. Igualmente, lejos de amedrentarnos nos dan fuerza para seguir militando por esa Patria justa que nos propuso Néstor”, termina.

El mural fue hecho en un zona muy transitada de Pergamino, en la calle Biscayart entre Alem y 25 de mayo, lugar que costea el terraplén del arroyo que atraviesa la Ciudad, de frente a una plaza muy concurrida. El trabajo artístico comenzó el lunes pasado con el objetivo de inaugurarlo el miércoles 27 de octubre cuando se cumplía un nuevo aniversario del fallecimiento de Néstor Kirchner. Un trabajo que llevó alrededor de 30 horas y que contó con la participación de varios vecinos y vecinas de la Ciudad.

“Este era el primer mural que hacía tan grande y en tan poco tiempo y de manera colectiva, cuando se refieren a murales públicos”, señala a Tiempo el artista Damián San Martín, quien ideó, organizó y dio forma a la imagen de Néstor. “Acá lo que duele un poco más es ver la cara de las nenas y los nenes que pintaron conmigo el mural, algunos tienen 8, 9, o 10 años y miraban el mural con una tristeza… que me dolía más eso que el mural escrachado”, agrega.

Damián integra Peronismo Militante y es uno de los pocos artistas que realiza estas obras en la Ciudad. “He realizado murales  de Milagro Sala, de Santiago Maldonado, pero hasta el día de hoy no había sucedido esto. Mientras realizaba el mural de Néstor algunos vecinos pasaban y me decían ‘vamos compañero, está muy bueno, a no aflojar’, te daban aliento; pero otros desde lo lejos te puteaban mientras pasaban con el auto”, cuenta.

San Martín recuerda que en Pergamino hace casi 20 años que no gobierna un intendente peronista, y que es muy difícil el día a día para quienes militan en el campo nacional y popular. “Es todo el tiempo batallar con eso e ir contra la marea, pero es algo que al mismo tiempo nos ha fortalecido y que hemos venido trabajando”. El escrache al mural de Néstor se realizó durante la noche del jueves  y la madrugada del viernes, a menos de 48 horas de ser inaugurado. “Uno se banca las puteadas de quienes piensan distintos, hasta ahí todo bien, aunque esté mal, pero llevarlo al punto extremo de vandalizarlo es algo terrible, porque la situación en Pergamino se nos está yendo de las manos”, agrega.

Por último, Damián señala que “en su momento quisieron cortar mil flores y Néstor nos enseñó cómo volver a sembrarlas y que crecieran, ése es el legado que él nos dejó y esto es igual, pintaré mil murales más. No nos quitan las ganas de seguir, todo lo contrario”.

Violencia política

En febrero de este año, durante se manifestaba la oposición en contra de las medidas sanitarias, alguien pretendió armar una “instalación” crítica hacia el caso del supuesto  vacunatorio VIP (título ideado por la misma oposición) al colocar bolsas mortuorias que simulaban contener cuerpos de presuntas víctimas del reparto discrecional de dosis, y ponerles nombres de referentes políticos, entre ellos, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, Martín Guzmán (ministro de Economía), “los pibes de la Cámpora”, “los suegros de Massa” o “el sobrino de Ginés”, en relación a Lisandro Bonelli, el ex funcionario de la cartera sanitaria que quedó señalado en aquel hecho. Luego de esta situación, hechos similares ocurrieron en algunas unidades básicas. En julio pasado, durante otra marcha opositora en las inmediaciones del obelisco, un grupo se dirigió directamente a Plaza de Mayo para llevar adelante su cometido. Nuevamente se encontraron con el terreno libre ante la poca presencia de control policial, y pintaron sobre los pañuelos de las Madres “100 mil”, haciendo mención a la cifra de personas fallecidas como consecuencia del coronavirus.