El jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, volvió a emitir un anuncio educativo afín a los sectores más conservadores, de cara a las elecciones del año que viene: después de la prohibición del lenguaje inclusivo en las escuelas ahora anunció que se le quitará el plan social que otorga la Ciudad a aquellas familias en las que las niñas y los niños asistan menos del 85% de los días de clases. Uno de los primeros en responderles fue el ministro de Desarrollo Social de la Nación, Juan Zabaleta: «a los chicos que no van a la escuela en vez de estigmatizarlos tenemos que ir a buscarlos».

«Como dirigentes tenemos la obligación de pensar en la dignidad de la gente y no en los títulos de los diarios ni en los retuits de las redes. Anhelamos que los funcionarios de la Ciudad trabajen para solucionar alguno de los problemas y no para generar otros nuevos», planteó el funcionario nacional. Y agregó sobre los chicos que no van al colegio: «(tenemos que) ver por qué no asisten, qué problema pueden estar pasando en sus hogares, acompañarlos y buscar insertarlos en el sistema educativo. No importa quienes ni cómo sean sus padres, queremos a los niños y adolescentes en la escuela. Todos tenemos derecho a ser mejores que nuestros padres, a tener más herramientas y oportunidades, y en este caso estos chicos y chicas también».

La legisladora, socióloga y docente, Maru Bielli, vicepresidenta de la Comisión de Educación en la Legislatura porteña (FdT) recordó que la educación como contraprestación a un programa de ingresos «ya se resolvió hace 10 años con la AUH. Lo hizo un gobierno que además construía escuelas, aumentaba el presupuesto en educación, creaba becas, entregaba computadoras y mejoraba la calidad de vida del pueblo».

«Tenemos un sistema educativo en la Ciudad que reproduce desigualdades sociales. ¿Por qué además de controlar y vigilar no se propone reparar injusticias y garantizar los mejores recursos?», acotó Bielli. Mencionó la falta de vacantes histórica del distrito porteño, la cantidad de horas libres por falta de docentes, las pérdidas de días de clase por falta de infraestructura, y agregó que Larreta «analiza como si fuese un espectador y culpabiliza».

El jefe de gobierno de CABA justificó la quita de planes en que la iniciativa apunta a combatir el ausentismo escolar y evitar la deserción. Para eso redefinieron la categoría de alumno regular: ahora, las chicas y los chicos deberán asistir al menos al 85% de las clases de cada bimestre para no perder la constancia.

“Quienes no manden a sus hijos a la escuela van a dejar de percibir el adicional por hijo del Programa Ciudadanía Porteña”, advirtió Larreta, y añañdió: “Esperamos que el gobierno nacional acompañe con esta medida en todo el país con los planes sociales, porque además es lo que está previsto. Lo que buscamos es que se haga cumplir”.