El ex ministro de Agricultura de la Nación, Julián Domínguez, destacó la fórmula que logró Unión por la Patria de cara a las elecciones PASO de agosto que encabeza el titular de la cartera económica Sergio Massa y el jefe de gabinete Agustín Rossi.

“La primera percepción es de una fórmula altamente competitiva, que nos va a representar al momento del resultado de las PASO con un piso muy alto que fortalece todas las posibilidades de competencia electoral del Frente De Todos”, expresó en diálogo con Tiempo.

El hombre de Chacabuco, que fue presidente de la Cámara de Diputados en el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, es el primer candidato a senador nacional suplente por la provincia de Buenos Aires, detrás de Eduardo “Wado” De Pedro y de Juliana Di Tulio.

– ¿Cuáles son las batallas a nivel parlamentario del año que viene y qué hay que focalizar en la campaña?

El principal desafío que ha presentado Cristina, que es quien conduce nuestro espacio, es la distribución del ingreso vinculada a cómo construimos un escenario de crecimiento, distribución y participación de los trabajadores. La Argentina tiene tres familias de recursos naturales sobre las que se han construido en estas dos décadas las condiciones para que estén en su máximo aprovechamiento. Uno es en materia de energía. La decisión de recuperar YPF y la explotación de Vaca Muerta coloca a la Argentina en una situación de aprovechar los recursos naturales que abre un horizonte de generación de valor agregado, de industrialización, de integración, conectividad regional particularmente toda la región de Bahía Blanca y su puerto en torno a Vaca Muerta. Lo que significa la vinculación del Pacifico con el Atlántico que en comercio tiene un impacto positivo. También el desafío de explotación offshore en Mar del Plata. Brasil ha pasado de ser un país que no tenía autonomía energética ni de hidrocarburos a exportar 144 mil millones de dólares anuales producto del petróleo. Ha cambiado la ecuación con posibilidad de crecimiento por lo que es otra oportunidad para aprovechar y que empresas nacionales participen de este proceso de exploración y exportación de recursos. En materia de alimentos, Argentina necesita recuperar a partir de un nuevo marco regulatorio del uso de semillas. El país perdió respecto de Brasil por no tener un marco normativo en materia de tecnología. Esto representa a nivel nacional 6 mil millones de dólares con la mismas hectáreas sembradas, y en la provincia de Buenos Aires, 3 mil millones de dólares. Finalmente hay que mirar el sector de minería. Hay que pensar cómo se ordena un marco de presupuestos mínimos particularmente por el litio y otros minerales. Argentina tiene -atento a la fragmentación que la Constitución en el año 94 ha establecido-  que cada provincia es titular de recursos naturales y a veces dificulta la posibilidad de instrumentar una ley nacional. Entiendo que el Congreso debe ser un escenario central de la construcción de acuerdos y consenso nacional.

Julián Domínguez
Foto: @DominguezJul

– Como impulsor del proyecto de ley de agrobioindustria, ¿qué planteo hace sobre la política agropecuaria y cuál es la diferencia respecto de lo que plantea Juntos por el Cambio?

El primer desafío que tenemos por delante es salir del esquema de retenciones 2015-2019 que fue primarizante y anti industrial. Segundo hay que generar un nuevo proceso de industrialización de las materias primas agrícolas en productos con el mayor valor agregado posible y en origen. Convertir las proteínas en alimento no para animales sino para seres humanos: ese es el desafío que tiene la ciencia, la biotecnología  y la dirigencia política de Argentina. De manera tal que las políticas públicas tiendan a revertir la destinación del cultivo de soja, que incentiven la transformación de los granos fronteras adentro, que le den competitividad a la agrobioindustria y que permita armonizar un sistema tributario con este sistema de industrialización y valor agregado. Por otro lado creo que hay que generar una estrategia inteligente para el desarrollo de toda la cadena de valor del maíz. Después, estoy convencido que los colegios agropecuarios deberían tener una mayor dependencia de lo que es la secretaria de agricultura que para mí debe ser ministerio.

– Como bonaerense, ¿qué hay que hacer con el tema coparticipación?

La Constitución del año 1994 trajo luces y sombras. Se avanzó en derechos de tercera generación, pero el modelo de federalismo concertado genera para la nación imposibilidad de tener una política común en materia de hidrocarburos, litio, minerales y en la discusión de la coparticipación estableció un mecanismo para la toma de decisión complejo de alcanzar porque requiere la uniformidad. Con lo cual la provincia de Buenos Aires debe seguir haciendo docencia sobre los recursos que llegan por habitante, un reclamo que los dirigentes políticos no podemos renunciar a hacer. Veo muy difícil la discusión de cambiar con este marco normativo los indicadores e índice de coparticipación por lo tanto sensibilización y fondos que permitan darle un tratamiento diferente a zonas que concentran la mayor cantidad de población de la Argentina como es el primero, segundo y tercer cordón de la provincia.