Sergio Massa abre su campaña presidencial en un escenario inmejorable: la inauguración del Gasoducto Néstor Kirchner, con la vicepresidenta Cristina Fernández y el presidente Alberto Fernández a su lado. Luego de tanto buscarla, el precandidato presidencial tiene la línea de largada frente a sí. Ahora se lanzará a la búsqueda del voto kirchnerista, recorrerá las provincias y mezclará campaña con gestión.

Por lo pronto, Tiempo pudo saber que este domingo van a hablar las tres figuras más importantes del gobierno: el presidente, la vice y el ministro. La ciudad bonaerense de Salliqueló, casi sobre el límite con La Pampa, también va a recibir a líderes sindicales, empresarios y los gobernadores Axel Kicillof y Sergio Ziliotto. Si bien el objetivo es mostrar una postal de unidad, en el kirchnerismo hay enojo porque el presidente compartirá las loas por este triunfo y a la vez es criticado porque durante los dos primeros años de gobierno no se avanzó con el Gasoducto. Esa discusión terminó con la eyección de Matías Kulfas del Ministerio de Producción, tras la acusación pública de Cristina Fernández en Tecnópolis, en junio pasado, el último encuentro público que compartió con el presidente. «El proyecto del gasoducto lo empezamos en 2015. Macri no hizo nada, y recién tomó impulso cuando llegó Darío Martínez, pero durante dos años, cuando Energía dependía de Producción, no avanzó. Por suerte, ese funcionario ya no está» dijo el senador  Oscar Parrilli este sábado.

Según pudo saber Tiempo, uno de los lineamientos de la campaña de Massa que empezó a tener lugar esta semana es involucrarse con temas conflictivos para mostrar gestión y capacidad de resolución. En medio del malestar social que produjo el lock out patronal de colectivos que perjudicó la movilidad en el ABMA, el ministro tachó de «parásitos del Estado» a los empresarios y dispuso a través de la ministra de Trabajo Kelly Olmos que no se les descuente el día a los trabajadores afectados que no pudieron viajar. Una forma de cumplir con lo que Cristina siempre le reclamó a Alberto: mostrarse fuerte con los poderosos.

«Marcó la cancha. Queremos empresarios que ganen, pero no que extorsionen, con la guita puesta del Estado», describieron fuentes massistas tras el acto que realizó el ministro junto a Malena Galmarini y Gabriel Katopodis el viernes en Tigre, el pago que gobernó entre 2007 y 2013. «Es una forma de marcar el país que queremos y lo que no queremos que suceda, que ganen plata, brinden un servicio, y el Estado atrás para que cuidar a la gente», señalaron.

En la estrategia de campaña diseñada por el massismo se notan los trazos del asesor del catalán Antoni Gutiérrez-Rubí, quien ya había asesorado al gobierno en las elecciones legislativas y fue autor de la campaña del «Si» de 2021.

Tras el virulento cierre de listas, Massa salió con la ambulancia a recoger a los heridos y así cumplir con la primera premisa para garantizar la unidad. Ahora va tras un sector que siempre le resultó esquivo: el kirchnerismo. Desde el entorno del tigrense destacan que el ministro tiene un vínculo permanente con Cristina y una alianza con Máximo Kirchner desde principios de 2019, a la que ahora se sumó Wado de Pedro como jefe de campaña. Sin embargo, la base electoral del kirchnerismo es un público difícil de seducir. Por lo pronto este sábado por la noche salieron los spots en los que predomina la palabra Patria. Además, este domingo le brindará una entrevista al conductor Dady Brieva en C5N. Y coronará su lanzamiento con declaraciones contra el Fondo, con el que mantiene una tensa negociación por ahora trabada.

En este contexto, Massa llamó por teléfono a su par de Egipto, Mohamed Maait. Es que, junto con Argentina, ambos países acumulan alrededor del 70% de la deuda del organismo.

El ministro saldrá luego de gira y recorrerá el país para realizar proselitismo de la mano de los gobernadores. Además del encuentro con los mandatarios en el CFI, se reunió con el santafesino Omar Perotti y le prometió al riojano Ricardo Quintela su presencia junto al candidato a vice Agustín Rossi, en un acto que se realizará el 28 de julio en el Superdomo de esa provincia.

«Massa cierra la brecha política si logra ser expresión de la unidad, no sólo electoral sino también con sindicatos y empresarios, gobernadores e intendentes», se esperanzan cerca suyo.

El ministro no pertenece al PJ y tiene que salir a buscar aliados para armarse una base propia. Por eso es que piensan en una campaña coral de muchas voces que le permita descentralizar y segmentar el mensaje político. «Hay varios tonos e intérpretes, pero una sola partitura: la unidad y la gestión», sintetizan.

El mensaje que dará Massa este domingo hará eje en que el gasoducto permite pasar de ser un país agroexportador a energético exportador y generar divisas «para pagar y sacarse de encima al Fondo». La idea es proponer «salir creciendo» e involucrar a la ciudadanía para «hacer Patria desde su trabajo y lugar» y mostrar unidad en contraste con las peleas «del otro lado de los que ya gobernaron, fracasaron y proponen dolor». «