Fiel a su estilo, Donald Trump lanzó un tuit como una trompada a la quijada del presidente mexicano Peña Nieto. Nada nuevo en realidad, nada que el reciente mandatario estadounidense no venga anunciando con bombos y platillos desde su campaña electoral: que el muro ente ambos países se levantará por voluntad de los EE UU y que lo pagaría México. En este último mensaje Trump sólo agregó que si México no estaba dispuesto a pagar, era mejor cancelar el encuentro planeado ente ambos presidentes.

La amenaza de Trump no dejó espacio a los diplomáticos aztecas, y ante la humillación pública Peña Nieto tuvo que responder. La réplica del mandatario latinoamericano, por la misma red social de los 140 caracteres–por la que parece que han decidido vehiculizar sus relaciones diplomáticas los mandatarios– expresó: “Esta mañana hemos informado a la Casa Blanca que no asistiré a la reunión de trabajo programada para el próximo martes con el @POTUS.”

En la política doméstica del país al sur del río Bravo, los referentes más importantes venían demandando la suspensión de la reunión, tanto desde los sectores más progresistas como Cuauhtémoc Cardenas y Andrés Manuel López Obrador hasta Margarita Zavala, la aspirante presidencial de la derecha. Duro le costó a Peña Nieto no hacer caso y quedó expuesto a esta situación en la que no tuvo otra opción más que cancelar la visita, que de hecho, apuraron los estadounidenses con su amenaza.

La crisis que venía tomando carrera tuvo su primer golpe, las consecuencias de ella se irán viendo con el correr de los días.