El movimiento guatemalteco Semilla, ganador en las últimas elecciones, marchará este lunes a la Corte Suprema de Justicia para presentar formalmente un amparo contra las acciones del Ministerio Público, que insiste en cuestionar los resultados del 20 de agosto, en que el exdiputado de centroizquierda Bernardo Arévalo se impuso en segunda vuelta. En un intento de repetir y magnificar la movilización del jueves en el mismo sentido, el propio Arévalo convocó a marchar contra el “golpismo” de un sector de la justicia, contra el que mañana presentará formalmente un recurso de amparo.

“Ha llegado el momento de que todos juntos, como una sola nación, demos un paso al frente, alcemos la voz y pongamos un alto a esa minoría corrupta y golpista que  intenta negarle al pueblo de Guatemala el derecho a vivir en democracia”, arengó en sus redes. 

La negativa de reconocer la legalidad del partido por denuncias rivales de supuestas irregularidades datan desde la primera vuelta del 25 de junio. Pone en jaque la posibilidad real de que se cumpla el mandato popular y que Arévalo, sociólogo de profesión y fundador del partido que se inscribió formalmente en 2017, pueda asumir el 14 de enero próximo. A eso se sumó el allanamiento al Centro de Operaciones del Proceso Electoral (COPE) del Tribunal Supremo Electoral (TSE), en el que se secuestraron y abrieron urnas con las boletas de la elección. El clima enrarecido, que despertó la solidaridad y el reclamo de dirigentes locales y parte de la comunidad internacional, se incrementó con la noticia del asesinato de un dirigente partidario y su esposa.

El mencionado allanamiento fue ordenado el martes por el fiscal Rafael Curruchiche para verificar la denuncia de un ciudadano, según declaró el funcionario. El movimiento Semilla pidió esta semana su desafuero y presentó una denuncia penal contra él y Cinthia Monterroso, de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI). También solicitaron levantar los fueros a la fiscal general Consuelo Porras y al juez Fredy Orellana, quien habilitó el allanamiento y fue autor del primer fallo contra la personería de Semilla, una inhabilitación que luego fue rectificada por el Tribunal Superior Electoral, lo que le permitió presentarse a segunda vuelta. Tras el allanamiento, el presidente electo resolvió suspender temporalmente su participación en el proceso de transición al gobierno, en que reemplazará al derechista Alejandro Giammattei, del partido Vamos.

La marcha de mañana busca visibilizar el conflicto, denunciar un “golpe de estado” anticipado y congregar a una mayor cantidad de seguidores en apoyo a un movimiento que tendrá la tercera fuerza en el Congreso y romperá un historial de gobiernos de derecha en al país.

Acompañado en su fórmula por la bióloga Karin Herrera, Arévalo dio la sorpresa en la primera vuelta con un discurso que promueve la soberanía, el bienestar de las masas, el ecologismo, y el combate a la corrupción, entre otros. Obtuvo el 58,4% frente a la insistente Sandra Torres, del centroderechista UNE, quien fue derrotada en un balotaje por tercera vez. Torres fue una de las denunciantes contra el Semilla, en una lista de múltiples acusaciones que incluyen hasta la carátula de “fraude”.

Bernardo Arévalo, presidente electo.
Foto: AFP

Para los organismos judiciales involucrados en los procesos contra el partido electo, como la Fiscalía, “no hay una implicación directa al partido político Movimiento Semilla y sus dirigentes como para que se puedan victimizar o ir a organismos internacionales o gobiernos extranjeros”. Sin embargo, tras el allanamiento del martes hubo una oleada de críticas y rechazo por parte de actores internacionales. El Parlamento Europeo aprobó el viernes una resolución no vinculante en la que llamó a todos los actores políticos en Guatemala a respetar la integridad y resultado del proceso electoral en ese país y recalcó que «miembros del poder judicial y del Ministerio Público han interferido en el proceso electoral». Hasta la conservadora OEA, amiga de todo proceso contra movimientos populares, advirtió de la situación en un comunicado: “La Misión de Observación Electoral de la OEA expresa profunda preocupación por acciones del Ministerio Público contra integridad del material electoral en Guatemala”. También hubo declaraciones en el mismo sentido de los gobiernos de Estados Unidos, Francia, así como grupos indígenas, empresariales y de derechos humanos.

En medio de esta disputa, el Semilla sufrió el asesinato a balazos de uno de sus dirigentes, cerca de la frontera con México, en una ruta del pueblo indígena San Pedro Necta, en el noroeste del país. La víctima fue identificada como Aníbal Ramírez, candidato en junio pasado a síndico de la corporación municipal de ese pueblo maya por el Movimiento Semilla. En el ataque también murió la esposa de Ramírez, que lo acompañaba en una camioneta, confirmaron dirigentes de Semilla en un mensaje a la prensa. Con cautela, el partido se manifestó conmovido por las “trágicas muertes” y anunció que esperarían a que “las autoridades competentes amplíen la información” sobre el crimen, cuyas circunstancias aún no estaban esclarecidas.