La vuelta del cepo cambiario levantó polvareda entre las empresas, que arrancaron la semana con renovados pedidos de políticas de consenso para estabilizar la economía, un llamado abierto a las distintas fuerzas políticas más allá de lo estrictamente relacionado con el gobierno de Cambiemos. La Unión Industrial (UIA) celebró el Día de la Industria con un acto en su sede de la porteña Avenida de Mayo.

La previa prometía fuego a discreción contra el presidente Mauricio Macri y su gabinete económico pero a la hora de los bifes, los dirigentes fabriles se mostraron más piadosos, contenidos por el creciente deterioro de la imagen presidencial. A  manera de ejemplo, el ministro de Producción y Empleo, Dante Sica, participó del evento sin sufrir el trance para nada.

El dirigente alimenticio, Daniel Funes de Rioja, venía de un fin de semana de reclamos de consensos políticos básicos y este lunes tuvo que abordar la cuestión cambiaria, sensible a la producción local.

En diálogo con la prensa apostada en la sede industrial destacó que “la sorpresa de que las  medidas llegaran el fin de semana” como algo que “muestra la complejidad de la situación”. El también titular del Consejo Interamericano del Comercio y la Producción (Cicyp) reclamó que el alcance de las medidas sea acorde a las necesidades de cada sector de la industria. “Hay que analizar sector por sector porque no todos son lo mismo y la normativa es igualmente aplicable. Habrá que ver medidas específicas porque lo que es pago a proveedores y pago de salarios debería tener un tratamiento especial”, advirtió. Funes de Rioja agregó que “hay preocupación” pero moderó con que las medidas “eran no deseables pero inevitables”.

También habló el salteño José Urtubey, hombre de Celulosa Argentina, quien exhortó al presidente Macri a asumir una posición “transicional y no electoral”. Su postura sintoniza con la opinión que sostuvo en los últimos años. No es el caso del otrora fiscal de Cambiemos en las presidenciales de 2015, el presidente de la filial local de la automotriz FIAT, Cristiano Rattazzi, quien este lunes sorprendió con que “si gana Alberto Fernández para mí está bien”.

A la par el presidente de la asociación Industriales Pymes Argentinos (IPA), Daniel Rosato, propuso una suspensión del 20% de los aportes patronales durante 90 días para “destinarlo a una suma fija para incrementar el salario de los trabajadores y así enfrentar la grave crisis económica y social”.

El presidente del IPA precisó que la propuesta consiste en “desactivar el pago de la jubilación patronal -que corresponde a un 10,17 por ciento-, el Fondo Nacional de Empleo, obra social patronal y la obra social Ley N° 23.660 -de donde se puede descontar otro 3 por ciento correspondiente a las empresas- lo que sumaría alrededor de un 20 por ciento total”, argumentó.

En el campo

Como contó Tiempo, en la Mesa de Enlace agropecuaria se venía despegando la federación cooperativista Coninagro, que desde semanas atrás empezó a mostrar matices en su discurso que la acercaban a sectores de la industria críticos de la política económica del macrismo.

En las últimas horas el presidente de esa entidad Carlos Iannizzotto confirmó a la agencia Nova que la Mesa de Enlace y el candidato presidencial del Frente de Todos, Alberto Fernández, acordaron “armar una agenda de temas en base a los 14 puntos” que reclama el campo para su política sectorial.

Este lunes otro miembro de la entente ruralista como las Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) salió con un duro comunicado con reclamos de “respeto a la institucionalidad” y advirtiendo que “el voto popular no es un cheque en blanco para que el triunfador haga luego lo que se le plazca, hay normas, leyes, consagradas todas ellas por la Constitución Nacional que se deben respetar, porque dan el marco a la convivencia democrática”.

Bronca en la Bolsa

En la Bolsa de Comercio hubo críticas para la política de la alianza gobernante. En un evento de la Cámara de Agentes de Bolsa el consultor político Sergio Berensztein apuntó que “el país hoy está mucho peor que en 2015. Un presidente que devalúa es un presidente devaluado, y Macri es un presidente devaluado que cometió el error de ningunear la crisis cambiaria que se disparó el año pasado. El manejo de la crisis cambiaria de abril de 2018 en adelante fue sub-óptimo en un país acostumbrado a las críticas cambiarias”, evaluó.

Para Berensztein “el mejor escenario de acá a diciembre es un camino sinuoso, resbaladizo y lleno de obstáculos”. Y advirtió frente a un auditorio repleto de operadores bursátiles que: “Corremos el riesgo de un final caótico. La disyuntiva es irse con la economía como está o con caos”.