El ex ministro de Economía Axel Kicillof consideró que el fallo de Cámara, que confirmó lo resuelto por el juez Claudio Bonadío, sienta un precedente de «judicialización de la política económica» y dijo que si se sigue el mismo criterio, todas las medidas quedan a «gusto» de un juez por lo que van a «tener que trasladar el Ministerio a Comodoro Py».

En ese sentido, estimó que «medidas de manual» que está tomando el macrismo, como la elevación de las tasas de interés para limitar la inflación, pueden ser juzgadas de la misma manera que la venta de Dolar Futuro durante los últimos meses del Kirchnerismo. Sostuvo que la causa es «casi caricaturesca» y consideró que esconde «una persecución política y un intento por proscribir a Cristina Fernández de Kirchner» por no hacer «la política que a ellos les gusta».

«La causa es incomprensible: no nos acusa de beneficiarnos, no de beneficiar a un tercero, sino por una medida macroeconómica que impedía una corrida», destacó. Por otra parte, calificó como «absurdo jurídico» sostener que el Banco Central «no tiene que intervenir por fuera de los valores de mercado» ya que la acción de ese organismo es, justamente, para modificar las variables del mercado.

Sobre la implementación del Dólar Futuro, Kicillof afirmó que de esa manera «el BCRA evitó una devaluación» que finalmente se produjo durante el gobierno de Cambiemos. El viernes, la Cámara Federal porteña confirmó el procesamiento a la ex presidenta, con lo cual quedó en condiciones de ser enviada al primer juicio oral en su contra. Además quedó firme el embargo de 15 millones de pesos dispuesto contra Cristina. Con esta decisión de la Cámara, Bonadío quedó en condiciones de dar por cerrada la investigación e iniciar los pasos para enviarla a juicio oral, pese a que la decisión tomada es apelable ante la Cámara Federal de Casación, máxima instancia penal.

«Esta siempre fue una causa política, originalmente pensada para conseguir la renuncia de (Alejandro) Vanoli. Cuando renuncia, Bonadío la convierten en otra cosa, en una persecución contra Cristina y contra mí diciendo que le habíamos vendido a amigos, a funcionarios. La sorpresa es que muchos de los que habían comprado eran funcionarios de Cambiemos, nos buscaron a nosotros y se encontraron a ellos mismos», concluyó el ex ministro.