Es difícil decir cuando comienza una concentración de la dimensión como la que sucedió este viernes reclamando la aparición con vida de Santiago Maldonado. Desde las 16, de todas las direcciones, llegaban manifestantes a la Plaza de Mayo guiados por esa única consigna. Mientras iba atardeciendo, los tambores de La Chilinga recibían a centenares de miles que se agolpaban frente al escenario, dispuestos a interpelar al gobierno, a reclamar que investigue, a expresar su estupor y repudio frente a la inacción y el encubrimiento –una de las palabras más repetidas– del gobierno.

Cerca de las 17, las columnas más organizadas, se acercaron a la Plaza y ya la multitud explotaba pidiendo la renuncia de la ministra Patricia Bullrich, a quien acusan de encubrir a la Gendarmería en la desaparición forzada del menor de la familia Maldonado.

Detrás del escenario

Tras la valla se hacían sentir con fuerza la energía y los cantos de la multitud a los que no eran ajenos los referentes de distintas organizaciones convocantes, de organismos de derechos humanos, de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, miembros de comunidades mapuches de Chubut, sindicalistas y políticos de diferentes sectores y artistas. Allí, codo a codo, sin destacar diferencias ajenas al acto, todos expresaban no solo un unánime reclamo sino que relacionaban la desaparición de Santiago directamente con las “políticas represivas” que lleva a cabo el gobierno en toda la Argentina.

Taty Almeyda comparaba la angustia de este momento con la vivida hace más de cuarenta años durante la dictadura, y subrayaba: “Es inconcebible que en un gobierno constitucional haya un detenido desaparecido y tengamos que gritar nuevamente aparición con vida. También lo hicimos con nuestro querido y siempre presente Julio López, pero el Estado no era el responsable mientras que en este caso sí lo es. Y encubren el crimen porque son responsables, y además no les importa. El rol de los medios es nefasto: tapan, mienten, ofenden, salvo unas pocas excepciones que hay que destacar, se dedican a esparcir mentiras y son cómplices del gobierno.”

Liliana Herrero, hondamente conmovida, estaba presente junto a Teresa Parodi: “Me da una profunda angustia y tristeza estar aquí por este motivo. Nunca pensé que iba a tener que escribir ‘Vivo lo llevaron, vivos lo queremos’. Esta democracia está herida, agujereada y hace agua por todos lados. Tengamos cuidado con la palabra democracia, porque ellos (el gobierno) no la están sosteniendo como se debe.”

Parodi, a su lado, se indignaba con la acusación de dirigentes del gobierno de politizar el reclamo: “Eso es una barbaridad, porque es un reclamo político. Santiago estaba ahí apoyando un reclamo justo, y esa es una posibilidad que nos da la democracia, que hemos logrado conseguir con mucho dolor y muchos desaparecidos. El gobierno está estigmatizando y persiguiendo a los que reclaman.” Herrero volvió sobre el tema del armado mediático del gobierno, advirtiendo que nunca había visto “una concentración de poder judicial, económico-financiero y mediático”.

Las comunidades mapuches en el acto

También desde las comunidades de Chubut se movilizaron a la Capital. Sus palabras señalan el racismo, la persecución y los grandes negocios que los acechan. Sergio, por ejemplo, es de la Pu Lof Resistencia, el lugar en que desaparecieron a Santiago Maldonado, y cuenta: “Ahí estamos viviendo con la misma angustia que todos los argentinos. El gobierno le está mintiendo al pueblo argentino, porque es mentira que estaban buscando a Santiago desde el comienzo, recién empezaron cuando toda esta gente maravillosa que está acá empezó a reclamar. Mientras que nosotros a pocas horas habíamos hecho la denuncia de que había un desaparecido en la Pu Lof de Resistencia por la represión de Gendarmería.”

–¿Cómo está la situación ahora en Cushamen?
–Nosotros nunca dejamos de vivir una situación tensa. Sólo que ahora la desaparición de Santiago le ha dado visibilidad al pueblo mapuche y le ha dado la trascendencia que siempre ha tenido que tener el conflicto por el territorio. No hay que olvidar que Santiago desaparece por la represión, porque se cumplía un mes de que nuestro lonko estaba preso. Ahora ya son dos meses. El 1 de agosto no hubo corte de ruta, porque el día anterior habían cerrado un radio de 40 kilómetros, por lo tanto, no había tránsito, el corte había sido el día anterior. La Gendarmería tenía la orden expresa de ir por un mapuche. Lamentamos mucho que fuera Santiago Maldonado, si hubiera sido un mapuche habría pasado como un muerto más.

Sergio enfatiza que el conflicto por el territorio y la persecución de los mapuches es el contexto de la desaparición. “Lo que perseguimos es luchar por vivir y trabajar en nuestras tierras fértiles, de nada nos sirve vivir en un pedrero. Es algo simple. Pero el Estado está haciendo una persecución ideológica, política y filosófica al pueblo mapuche. Por eso encarcelan a nuestro lonko, saben la importancia que tiene en nuestra organización. El gobierno de Chubut es el principal represor, a través de la discriminación y el racismo que inculca en la comunidad.”

Moira Millán, una reconocida referente mapuche de Pillan Mahuiza, a 100 kilómetros al sur de Esquel, también está presente junto a un grupo de compañeros y compañeras, y se muestra profundamente dolorida, las palabras le brotan imparables, la situación de su pueblo aparece como una herida lacerante que no puede dejar de decir. Nuevamente la desaparición forzada y la lucha de los habitantes de los pueblos originarios son el eje de sus palabras. Además, se muestra pasmada por cómo circulan las noticias en Buenos Aires: “Llego a Buenos Aires y no puedo creer que tantas personas sigan viviendo en una mentira. Cómo es posible que la desaparición forzada se naturalice. ¿Cuántos desaparecidos más necesitamos para que reaccionen? Esa desaparición viene de mano de la desaparición de ecosistemas, de tierras, de ríos de montañas, de vidas.”

Respecto de cómo viven esta situación los mapuches en Chubut, explica que hay un brote de racismo promovido por el gobierno y los grandes negocios relacionados a la tierra, que los afecta cada minuto de su vida: “Nosotros estamos en el epicentro del problema. Se está expresando mucho racismo y mucha violencia hacia nosotros. Violencia que viene alimentada por la complicidad del Estado, del gobierno. ¿Cómo puede ser que antes convivíamos y ahora resulta que el vecino de la vuelta es nuestro enemigo? Están juntando a los sectores más humildes contra el pueblo mapuche. La nación mapuche hace 13 mil años que está acá. Y ahora con esta configuración ficticia de que somos terroristas, van por nuestros territorios, van con la megaminería, con las represas, con el fracking. Es una construcción ficticia para utilizar la Ley antiterrorista y arremeter contra nosotros. Nunca hubo memoria verdad y justica para los pueblos originarios, por eso llegamos a esta situación. Me duele, me duele esta Argentina. Ya no sé cómo hablarle a esta Argentina.”

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AFP


Télam