El mecanismo se repetirá cada fin de semana: las autoridades de la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (Aprevide), dependiente del Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, llamarán a los presidentes de cada club que juegue un partido de local por la Primera División en el distrito. La pregunta será: “¿Está dispuesto a recibir público visitante?” Para esta fecha, la segunda del torneo, respondieron que sí Olimpo, Estudiantes de La Plata y Arsenal; y que no, Defensa y Justicia, Banfield e Independiente.

“Nos sentimos fuertes para que vuelvan los visitantes”, dice Juan Manuel Lugones, el titular de la Aprevide, que depende del Ministerio de Seguridad que conduce Cristian Ritondo. «El mundo del fútbol tendrá que sincerarse si quiere o no visitantes -agrega Lugones, el encargado de telefonear a los clubes-. Sabemos que muchos no quieren visitantes porque si tuvieran que mandar a sus hinchas tienen que colaborar con la barra. Lo deberían decir los dirigentes». Si el gobierno nacional tiene un plan para la vuelta de los visitantes, la punta de lanza la lleva la gobernadora María Eugenia Vidal. Ocurre que la mayoría de los clubes, ahora, no quieren por diferentes motivos que vayan a su cancha.

Olimpo recibió a Lanús para blanquear los hinchas «neutrales»; Estudiantes acogerá hoy a Sarmiento de Junín en el Ciudad de La Plata; y Arsenal hará lo propio mañana con Atlético Tucumán. Los que se negaron lo hicieron porque no quieren arriesgarse a tener incidentes en casa, porque les genera más gastos que ingresos por el incremento del operativo policial. En ese punto, desde la Aprevide inflan el pecho. «Estamos laburando un poco más de lo que es la cancha. Con el sistema de pago de policía adicional, por ejemplo. Lo que hicimos es devolverles millones de pesos a los clubes que antes pagaban de más. Desde siempre, la Policía determina una cantidad que después no van. El año pasado, en 245 partidos de Primera, le devolvieron 600 mil pesos. Este año, en los primeros, le devolvimos 700 mil», marca Lugones. En qué se trabajó desde el 10 de junio de 2013, cuando el hincha de Lanús Javier Gerez fue asesinado por un balazo de goma de la Policía Bonaerense durante un partido en el Ciudad de La Plata -y, entonces, la AFA prohibió la asistencia del público visitante- es una pregunta que naufraga en respuestas.

«No se hizo absolutamente nada -responde el ex juez Mariano Bergés y presidente de la asociación civil Salvemos al Fútbol-. Ni capacitación, charlas con dirigentes, jornadas con funcionarios y la AFA, concordia entre las hinchadas, entendimiento de la Policía… Estoy de acuerdo con la vuelta de los visitantes, pero no se ha hecho nada ni antes ni ahora y eso me inquieta. Ojalá no pase nada. Porque si tenemos incidentes, no podemos decir que el problema es de los ‘violentos de siempre’. Vuelve el público visitante por una voluntad del Ejecutivo bonaerense. Punto. Atrás no hay el respaldo de ninguna medida. Es un impacto mediático que puede servir o no». Desde el asesinato de Gerez y la veda a los visitantes, murieron 38 personas en el ámbito del fútbol. Un dirigente cercano a Armando Pérez, la cabeza del Comité de Regularización de la AFA, deja el asunto en cada club: «La lógica, igual, excede a la realidad. Si por hacer entrar a 200 tipos pagás más e igual te rompen todo. Si el Estado se va a encargar de poner un equilibrio, es costo del Estado». Guillermo Madero, el funcionario del Ministerio de Seguridad de la Nación encargado de los espectáculos deportivos, se desliga: «Lo de los visitantes es una cuestión de Aprevide. Si no, de la AFA y los clubes. Si pasa algo grave, entraremos nosotros».

Ese slogan de «que vuelvan los visitantes» tampoco encuentra sintonía entre los dirigentes. Queda reservado, más que nada, a los hinchas. Por fuera de la provincia, Boca, River, Rosario Central, Newell’s, Colón, Unión, Atlético Tucumán y Talleres de Córdoba juegan a estadio lleno con sus hinchas. Boca sobrepasó la cantidad de socios en relación a la capacidad de la Bombonera y River reservó con abonos la tribuna visitante del Monumental. La fecha que viene los clubes consultados serán Aldosivi, Gimnasia, Lanús, Quilmes, Sarmiento, Tigre, Racing y Temperley. Racing, que enfrentará a Defensa y Justicia, adelantó que sí: ya acondiciona la popular visitante. En cambio, Hernán Lewin, presidente de Temperley, se negó: «Contra Arsenal no vamos a recibir visitantes. Es partido a partido. Evaluamos cómo aumentan los costos». En la B Nacional utilizarán el mismo método: mañana habrá hinchas de Argentinos en la cancha de Sportivo Italiano en Ciudad Evita. El caso es paradójico: Estudiantes de San Luis hará de local ahí, a 788 kilómetros de su estadio. La vuelta de los visitantes, en concreto, resulta problemática hasta para los clubes grandes del Ascenso.

Como para Nueva Chicago, que recibió en Mataderos a Tigre en la Promoción de vuelta de 2007, la que terminó con la muerte del hincha Marcelo Cejas y acabó con los visitantes en el Ascenso. «Nosotros no tenemos trato con los barras. Hemos sido muy abiertos con los dirigentes del Ascenso, que están muy apretados por las barras y sus tribunas son muy inestables», sostiene Lugones, abogado, hincha de Chicago y candidato a legislador porteño en las últimas elecciones por el GEN de Margarita Stolbizer. Su hermano, Marcos Lugones, fue candidato a vicepresidente de Chicago por la agrupación Proyecto Centenario en 2011. «‘Vos no vas a poder hacer nada por Ritondo’, me decían cuando me llamaron. Con los resultados a la vista, no hay nadie que haya hecho más. Tiene línea directa con la gobernadora Vidal. Ningún ministro le pone más cuchillo hasta el hueso a la pelea contra los barras como Ritondo». A Lugones le decían que no iba a poder hacer nada porque Ritondo mantiene fluidos lazos con la barra brava de Chicago.