Cuidar la calidad democrática, combatir la violencia de género y apostar a un desarrollo sostenible. Tales algunos de los desafíos del Mercosur, a 30 años de su creación, según los ejes planteados por el presidente Alberto Fernández al encabezar, desde el Museo del Bicentenario de Casa Rosada, la reunión virtual de jefes de Estado del Mercosur, con Bolivia y Chile como invitados y junto a sus pares de Brasil, Uruguay y Paraguay.

“Con el Mercosur nuestros países han dado forma a un hito para América Latina: somos una zona de paz, sin fisuras, que dialoga y coopera para pensar, que construye en conjunto un camino para el desarrollo”, remarcó Fernández. En el marco de la pandemia de coronavirus, que “hace compleja la tarea de gobernar”, propuso la “creación de un Observatorio de la calidad de la democracia» como iniciativa para realizar “un esfuerzo común para la promoción de la democracia y la paz en la región”.

“La pandemia ha desestructurado las bases mismas del mundo que conocíamos y se agrega a desafíos preexistentes, como el cambio climático y la desigual distribución de los beneficios del comercio y la tecnología”, planteó el presidente argentino. Y propuso además la creación de otros observatorios: uno para combatir la violencia de género en el Mercosur y otro para impulsar el desarrollo sostenible, a través de creación de un observatorio del medio ambiente. 

Fernández remarcó que el Mercosur permitió pasar “de una lógica de rivalidad hacia una lógica de cooperación” y que “ha favorecido la consolidación de las instituciones democráticas en la región y sentó las bases para dejara tras el peligro de las dictaduras”. En materia económica, señaló que el grupo común del sur “cuenta con una de las agendas comerciales más dinámicas del planeta” y que se aspira a tender lazos con la Unión Euroasiática y con África.

“La inserción del Mercosur en la economía global debe darse en favor de nuestros sectores productivos”, planteó el mandatario. Y consideró que es necesario “redoblar esfuerzos en otras cuestiones como perfeccionamiento de arancel externo común y coordinación de políticas macroeconómicas para continuar avanzando hacia el concepto de mercado común al que se aspiraba en 1991”.

Fernández propuso abordar las dificultades que impone la pandemia desde un “regionalismo sanitario solidario”. En ese sentido, remarcó: “Tenemos las capacidades para trabajar juntos, a fin de llevar alivio y soluciones a nuestros pueblos, particularmente a los sectores más vulnerables”.

El Mercosur implica “casi 300 millones de habitantes en cerca de 15 millones de kilómetros cuadrados de territorio, que nos invitan a redoblar esfuerzos y profundizar la voluntad de caminar juntos, nuestros pueblos lo merecen”, concluyó Fernández. “No es un tiempo de individualidades, es un tiempo de unidad –destacó- ‘Nadie se salva solo’, suele decir el Papa Francisco, y tiene razón”.