Detrás de la “relación promiscua” entre el presunto falso abogado Marcelo D’Alessio, el fiscal federal Carlos Stornelli, agentes de inteligencia y periodistas hay una operación de espionaje contra Cristina Fernández de Kirchner.

La información está contenida en el expediente que por ahora lleva adelante el juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, quien en las últimas horas indagó a dos ex comisarios de la Policía Bonaerense Ricardo Bogoliuk y Aníbal Degastaldi, a quien el propio D’Alessio identificó como agentes de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI).  Hasta ahora se sabía que el juez investigaba una asociación ilícita presuntamente destinada a “apretar” a reales o potenciales involucrados en causas judiciales, especialmente la de las fotocopias de los cuadernos, para hacerles declarar determinadas situaciones (fueran reales o no) o forzarlos a pagos ilegales so pretexto de una presunta protección judicial.

Sin embargo, al leerle las acusaciones a Bogoliuk y Degastaldi, el juez incluyó un párrafo que dice textualmente: “Los reportes de D’Alessio  no sólo se circunscribieron a estas operaciones ilegales de espionaje que perjudicaron a (el productor agropecuario Pedro) Etchebest, a la petrolera venezolana PDVSA y a (el uruguayo ex directivo de PDVSA) Marcelo Brusa Dovat sino que también abarcaron otras áreas como por ejemplo los informes de inteligencia que realizó sobre los periodistas del programa televisivo Animales Sueltos y cuya fuente de información fue el periodista Daniel Santoro, a quien D’Alessio señala en sus reportes de inteligencia como su ‘amigo’ y que también le era reportada al entonces agente de la AFI Bogoliuk”.

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¿D’Alessio realizaba informes de inteligencia con datos que le proporcionaba Santoro sobre sus compañeros de trabajo? ¿Para qué?

Según la información recolectada de los teléfonos y la computadora del propio D’Alessio, la investigación sobre el panel de Animales Sueltos se inició apenas después de una reunión entre el conductor de esa tira, Alejandro Fantino, y la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner.  D’Alessio la llamó “operación Fantino”. Comenzó a buscar información sobre cómo se había gestado esa reunión, quién la había gestionado, con qué objetivos y cuál fue el resultado. Y, en ese marco, elaboró detallados informes sobre aspectos profesionales, personales e ideológicos del propio Fantino y del resto de los panelistas. Esos informes eran entregados a Bogoliuk, a quien D’Alessio describió como un agente orgánico de la AFI, la central de inteligencia del gobierno de Cambiemos.

El objetivo de esos informes era saber cuál era el vínculo de Fantino con la ex presidenta y, por extensión, en qué andaban en ese escenario el resto de los periodistas que integran el panel.

Bogoliuk se negó a declarar ante el juez Ramos Padilla, quedó alojado junto con Degastaldi en la alcaidía del Palacio de Tribunales. El abogado de ambos, Oscar Moyano, presentó un pedido de excarcelación que se resolverá mañana. Fuentes con acceso a la causa no descartan nuevas medidas de resonancia en la causa para los próximos días.