El agente de inteligencia cuyo celular fue captado por una antena situada a una cuadra de la casa de Diego Lagomarsino cuando Alberto Nisman ya estaba muerto pero su cadáver aún no había sido hallado, contó ante el fiscal Eduardo Taiano que vive en el mismo complejo que el técnico informático desde 2010, cinco años antes de la muerte del fiscal.

El agente, cuya identidad permanece en reserva por cuestiones legales, declaró a mediados de junio pasado relevado del secreto que impone la ley de inteligencia a sus empleados, pero el contenido de sus dichos no se conocía hasta ahora.

La titular de la AFI, Cristina Caamaño, le había levantado la restricción para declarar en una causa judicial, tanto a él cuanto al casi centenar de agentes que fueron convocados por el fiscal Taiano, en el marco de la investigación por la muerte de Nisman.

El agente en cuestión, a quien se le detectaron 27 llamados aquel domingo 18 de enero de 2015 captados por una antena situada en cercanías del complejo donde vivía Lagomarsino, declaró que nunca le fue asignada tarea alguna en relación con el fiscal Nisman.

Interrogado sobre su presencia en cercanías del domicilio de Lagomarsino, respondió que se había mudado allí en 2010, pero que frecuentaba el lugar desde 2001 porque allí vivía una hermana.

El espía contó que todavía hoy sigue viviendo en el mismo lugar, situado en la localidad bonaerense de Martínez.

Lagomarsino se mudó y ya no es su vecino.

En ese contexto, el fiscal Taiano le preguntó si conocía a algún agente de la AFI o de otra agencia de inteligencia identificado como “Lagomarsino, Miño, Niz o Benítez”, pero la respuesta fue negativa.

Rubén Benítez, Armando Niz y Luis Ismael Miño, todos integrantes de la Policía Federal, eran los encargados de la custodia del fiscal cuando se produjo su deceso.

Sobre la línea telefónica que impactó en la antena, explicó que se trataba de un Nextel y que, si bien no recordaba específicamente las comunicaciones de ese día, ni el número que le correspondía, “seguramente” fue el suyo porque “lo usaba los fines de semana”. 

La declaración parece explicar uno de los grandes interrogantes que habían surgido en la investigación desde que pasara al fuero federal porteño y el juez Julián Ercolini la delegara en Taiano.

La ronda de declaraciones de agentes y ex agentes de inteligencia todavía continúa y probablemente se prolongará hasta fin de año, según calcularon fuentes con acceso al expediente.

No obstante, ninguno dijo hasta ahora haber sido asignado a tarea alguna en relación con el fiscal Nisman, ni tampoco reconoció a Lagomarsino como integrante de la AFI, ni de ningún otro organismo de inteligencia.