Desde hace años, Córdoba mantiene una difícil relación con los dirigentes nacionales ligados al peronismo. Dueños de reclamos históricos que los estados nacionales no pudieron o quisieron resolver, los votantes se encargaron de castigar a todos aquellos funcionarios que llegaron a la provincia en búsqueda de apoyo. Sin embargo, en esta elección la tendencia podría empezar a cambiar.

Juan Domingo Viola es el secretario de Participación Ciudadana de la municipalidad de Córdoba y uno de los hombres más cercanos al gobernador electo, Martín Llaryora. El funcionario, que supo cultivar una estrecha relación con el ex presidente Néstor Kirchner, pero que por diferencias decidió abandonar este sector, dio a conocer hace algunos días su apoyo formal a la candidatura de Sergio Massa.

En medio de los rumores respecto al posicionamiento que tomarán el saliente Juan Schiaretti y el electo Martín Llaryora, el ex jefe de bloque de Hacemos por Córdoba en el Concejo Deliberante habló con Tiempo y reconoció que, a pesar de la neutralidad de ambos dirigentes, cree que el peronismo nacional tiene chances de recomponer los lazos con la provincia y hacer una buena elección.

-Córdoba mantiene una relación muy particular con el peronismo nacional, ¿por qué decidió apoyar a Sergio Massa?

-En esta elección se vislumbran dos modelos completamente opuestos. Javier Milei propone la canalización del odio y la bronca mediante la violencia. Sergio Massa se compromete a lograr consensos y cuidar los derechos básicos de salud, educación y justicia social, que están acordados hace décadas en el país. Además, el pedido de perdón de Massa a los cordobeses y la apertura del diálogo para trabajar juntos con los sectores oficialistas de Martín Llaryora y Daniel Passerini es muy importante porque la base para tener un gobierno de unidad nacional es la coordinación entre partes. Creo que Natalia de la Sota tendrá un rol trascendental para que, en caso de que sea presidente, Massa pueda hacer pie en Córdoba. Más allá de su apellido, ella es una gran dirigente

-Teniendo en cuenta la historia militante de Córdoba y su importancia en la resistencias a las dictaduras, ¿a qué le atribuye la posibilidad de La Libertad Avanza de ganar en la provincia?

-Los cordobeses pensamos de manera compleja, un poco más conservadora a comparación del resto de las provincias. El triunfo de Milei se debe a que logra capitalizar la bronca, el odio y el resentimiento de sectores que no son afines a las políticas de conquista en materia de derechos. Lo que no podemos ocultar es que detrás de esas expresiones se encuentran los intereses de un sector de quedarse con lo que le pertenece a todos los argentinos, como Vaca Muerta, los recursos del mar argentino y la ambición del sistema financiero de robar  los recursos de los jubilados. Por eso, como dirigentes, debemos pensar cómo incluímos a quienes están enojados para abarcarlos en un gobierno de unidad y evitar que apuesten por un sistema que los perjudicará.

-¿Por qué Juan Schiaretti y Martín Llaryora continúan manteniendo neutralidad ante esta elección?

-La decisión por parte de los gobernadores de no expedirse habla de la madurez política de Hacemos Unidos por Córdoba. Juan (Schiaretti) y Martín (Llaryora) deben cuidar la unidad de un espacio complejo y con una arquitectura distinta a la que se ve en otras provincias. Por eso, a la hora de conducir tienen que manejarse con otras prudencias y precauciones. Ellos tienen responsabilidades institucionales con el gobierno nacional que deben concretar antes del pase de mando, tanto en la provincia como en el país, y se están abocando a eso. No obstante, la inmensa mayoría de dirigentes políticos, vecinales y comunitarios que están incluídos en nuestro espacio político, ya definieron su voto y acción en favor de Sergio Massa.

-¿Cree que es compatible mantenerse neutral y pensar en la gestión futura sabiendo que existe la posibilidad de que a partir del 10 de diciembre deban convivir con un presidente que adelantó que eliminará la coparticipación?

-No creo que sea importante lo que se dice, sino lo que se hace. Que los principales dirigentes de nuestro partido se posicionen a favor de Sergio, deja a la vista lo que se hace y no lo que se dice, independientemente si se expresan o no. La foto y el recibimiento de Juan (Schiaretti) a Estela (de Carlotto) es todo un mensaje en sí mismo. Esas son las cosas a las que hay que prestarle atención.

-¿Qué influencia tienen sus pronunciamientos frente a los votantes?

-Todo lo que diga un dirigente importante sirve, pero en esta elección será relativo porque no se define entre peronistas-radicales. Tenemos otra cosa en frente. Hay mucha gente enojada y piensa en votar en blanco o incluso anular su voto y no sufragar. Por eso nosotros, el resto de la dirigencia, tenemos que involucrarnos y salir a abrazar a todos aquellos que no se sienten escuchados. Esta es una tarea militante, no de dos líderes.

-Ayer se conoció que el gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, se reunió con intendentes radicales del norte de Córdoba, ¿se sumaron a la campaña?

-Sí, gran parte de ellos tienen clara la diferencia entre Massa y Milei. Además saben que el apoyo a Sergio es en defensa del sistema federal. La propuesta del candidato de bajar los impuestos y eliminar la coparticipación afecta principalmente a los municipios y gobiernos locales que se mantienen gracias al cobro tributario y al envío de fondos nacionales. Tantos dirigentes radicales como justicialistas comprendieron lo que representa esto y decidieron pararse del lado correcto de la historia.