El gobierno nacional ratificó que insistirá con la meta del 17% anual de inflación que se propuso para este 2017. El impulso de optimismo fue durante la reunión de gabinete que encabezó Mauricio Macri este martes a su regreso de la gira por Dubai, China y Japón, en la que el ministro de Economía, Nicolás Dujovne, ubicó por debajo del 2 por ciento la estimación del aumento de precios parta mayo.

El resultado de la reunión de gabinete fueron noticias optimistas, al menos eso informó el ministro de Justicia Germán Garavano, que ofició de vocero. Aseguró que la meta inflacionaria que el Banco Central impuso para este año continúa vigente; dijo que se recuperaron 22.000 puestos de trabajo; y que excepto las provincias de Buenos Aires y de Santa Cruz, el resto de los distritos cerró sus paritarias con los docentes alrededor del 22 por ciento.

El gobierno cree que es «cumplible» la meta de inflación del 17% a partir de un informe que Dujovne presentó en la reunión que se realizó en el Salón Eva Perón de la Casa Rosada que ubicaría en el 1,8% la estimación para este mes, lo que estaría “marcando un retroceso fuerte en relación al mes anterior y sosteniendo la tendencia y estimación del Gobierno en relación a la pauta anualizada”, dijo Garavano.

La meta del gobierno está puesta en combatir la inflación, que en los 15 meses de gobierno de Macri le significó a los asalariados la pérdida de más de un sueldo, por la diferencia entre la actualización en paritarias y el proceso inflacionario.

Tal como dio cuenta Tiempo en la edición del domingo, una sucesión de estudios económicos realizados en los últimos meses, entre ellos el del Centro de Estudios del Trabajo y el Desarrollo (Cetyd) de la Universidad Nacional de San Martín, confirman esta pérdida para los asalariados.

El cálculo se basa en datos oficiales: los autores tomaron los resúmenes del Ministerio de Trabajo sobre remuneraciones promedio de los trabajadores registrados en el sector privado en diciembre de 2015 y compararon su evolución con la del índice de precios del gobierno porteño (el Indec estuvo varios meses sin publicar ese dato). Sumando el porcentaje de diferencia entre los ingresos iniciales actualizados por la inflación y los que efectivamente cobraron, el acumulado en esos 15 meses es de 104 por ciento. Dicho de otra manera, en ese período los trabajadores cobraron en total 1,04 sueldos menos que si se los hubieran actualizado por la inflación.

Pero los datos que generan el optimismo que transmitió el columnista económico del Grupo Clarín en la reunión de Gabinete no son solo los de inflación. Según publicó el INDEC, la actividad económica de marzo registró un aumento del 0,8% contra igual mes del año pasado. El impulso lo dio el sector agrícola y la construcción. Además, según el instituto estadístico, en el primer trimestre la actividad acumuló un 0,1 por ciento en relación a los primeros tres meses del año pasado.

El optimismo oficial viene a contrarrestar la información que los ciudadanos sienten en el bolsillo. La semana pasada, el INDEC difundió un estudio sobre supermercados y centros comerciales que señala que una reducción en las ventas netas de 12,4 por ciento en los súper y del 18,1 por ciento en los shoppings, según reflejó Tiempo en su nota de tapa.

La pérdida de poder adquisitivo y la caída de las ventas no amilanaron el optimismo de los números que esta mañana presentaron los ministros en la Casa Rosada, donde el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, aseguró que se recuperaron 22.000 puestos de trabajo. El dato, aseguró Garavano, le sirvió al gobierno para establecer “una tendencia de varios meses de crecimiento sostenido del empleo formal en blanco” y dio impulso a la idea de sostener en 20% el techo para las paritarias nacionales de trabajo y empleo público.

La semana pasada Triaca reconoció que con el cierre de acuerdos salariales que representan al 40% de los asalariados con convenios colectivos, el promedio de los aumentos se ubica en ese número. Sin embargo, los registros oficiales de inflación del primer cuatrimestre ya superan el 9% que, anualizados, equivalen a casi un 30 por ciento. Así las cosas, la reactivación de la economía no vendrá por el lado del consumo de los asalariados en relación de dependencia.

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