El Llamamiento Argentino-Judío, una organización representativa de un sector de la comunidad israelita, apoyó el sobreseimiento de Cristina Fernández de Kirchner y el resto de los imputados por el Memorando de Entendimiento con Irán para avanzar en el esclarecimiento por el atentado contra la AMIA.

El documento, presentado bajo el formato de “amicus curiae” ante el Tribunal Oral Federal Número 8, denunció que la  reapertura de la causa –cerrada en dos oportunidades tras la presentación del fiscal Alberto Nisman- formó parte de la “persecución política” orquestada por el ex presidente Mauricio Macri.

 “La reapertura de la denuncia se fraguó con tratos espurios direccionados a satisfacer las directivas de persecución política emanadas del entonces presidente Mauricio Macri, aunadas con las propias necesidades de la DAIA, por completo ajenas al esclarecimiento del atentado”.

El documento es particularmente crítico con la representatividad de la DAIA, a la que poco menos que le atribuye complicidad en que a punto de cumplirse 27 años del ataque a la mutual judía, la causa permanezca en la impunidad.

“Su forzado rol en la presente causa está condicionado por su necesidad de ocultar su propio papel en el desvío de la investigación. (…) El papel del ex titular de la DAIA (Rubén Beraja) en el desvío de la investigación fue puesto de manifiesto en el auto del juez Ariel Lijo de elevación de la causa”, señaló el texto.

El Movimiento denunció la “falsa representación orquestada por la DAIA con el ex presidente Macri para impulsar una persecución política”.

Macri señaló a la DAIA como la “representante” de la comunidad judía “para articular una estrategia en la causa Memorándum contra Cristina Fernández de Kirchner, su principal adversaria política”.

El texto desliza que la DAIA fue parte de una “decisión de orden geopolítico” por la cual los gobiernos de Argentina e Israel, 48 horas después del atentado ocurrido el 18 de julio de 1994, “pactaron acusar a Irán antes de investigarlo y determinar un culpable antes de reunir pruebas”.

“Ese entramado podía naufragar 20 años después por un tratado diplomático (el Memorando con Irán) que ponía en riesgo la decisión de dejar en un limbo jurídico y en el reino de la impunidad, la investigación del atentado”, advirtió el documento.