Bajo el slogan “demos vuelta la Argentina”, el gobernador de la provincia de Jujuy Gerardo Morales lanzó su precandidatura a presidente dentro del espacio de Juntos por el Cambio. En un acto con gran despliegue escénico, el titular del radicalismo nacional copó el teatro porteño Gran Rex con cientos de militantes de distintos puntos del país.  

Sobre la avenida Corrientes, los militantes del partido centenario ganaron el asfalto al grito de “volveremos, volveremos a ganar como en el 83”. Los accesos del teatro desbordaron al inicio de la actividad. Varios dirigentes políticos participaron del evento: Martín Lousteau, los gobernadores Rodolfo Suarez y Gustavo Valdés, Alfredo Cornejo, Rodrigo de Loredo, Mario Negri, Martín Tetaz y Elisa Carrió, entre otros. El ausente, Facundo Manes, sostiene su candidatura presidencial dentro de la UCR y busca apoyo en Mauricio Macri.  

Antes de comenzar el acto, el jujeño recibió a periodistas en uno de los camarines del teatro. Allí, el jujeño –acompañado por su esposa e hija- afirmó que el radicalismo “está en un buen momento”, tiene más centralidad en la alianza de Juntos por el Cambio y que le aporta federalismo a la coalición. Además, dejó en claro que la la UCR considera central la negociación con el PRO sobre quiénes serán los candidatos de Juntos por el Cambio que compitan por gobernar CABA y Mendoza. El partido radical apoya a Lousteau y a Cornejo, mientras que el PRO a Jorge Macri y a Omar de Marchi. 

Asimismo, defendió la idea de que se defina una formula cruzada en JxC, pero que esta vez encabece el radicalismo. “No es lo mismo que en 2015, somos un radicalismo más parecido al de 2003”, indicó haciendo referencia a cuando Ernesto Sanz compitió sin muchas armas por las PASO contra Mauricio Macri y sacó apenas el 3,45%. 

El jujeño también se refirió al oficialismo nacional y opinó que “Cristina Fernández de Kirchner le haría un gran favor a los argentinos si se retira de la competencia electoral”. En cuanto al presidente Alberto Fernández -pese a que ha sido un gobernador casi aliado de la Casa Rosada-, manifestó que es el “peor presidente de la historia” y comentó a Tiempo que la relación se rompió desde que el mandatario nacional fue a Jujuy a visitar a la líder de la Organización Barrial Túpac Amaru, Milagro Sala, en su lugar de prisión. En ese punto, mientras parte del kirchnerismo pide indulto para Sala, Morales levantó como bandera “lograr que la corrupción esté presa”. 

En cuanto a sus propuestas de campaña, habló de dar vuelta la inflación: «Nos están dejando un país patas para arriba». Además, propuso terminar con un “Estado paralelo que corta las rutas y es financiado por el gobierno”. 

Pidió “dar vuelta la Argentina” en relación a cómo cambian las reglas de juego para quien quiere emprender y dar trabajo. Reclamó también terminar con el gasto y los impuestos excesivos.

Morales habló de un plan para recuperar la clase media a través de un programa de reactivación de la producción, que incluye una restructuración de los planes sociales, así como también la promoción de la inserción de Argentina al mundo a través del litio, la agroindustria y la biotecnología. 

Asimismo, puso énfasis en que el país debe recuperar el “orden” público. “Muchos hablan de orden, pero el tema es quién y qué fuerza está en condiciones de hacerlo”.

“Apenas me haga cargo de la presidencia de la República Argentina, lo primero que voy a hacer es atender la cuestión de Rosario, porque esa es una mancha que se va a extender en todo el país. Todos somos Rosario. Y me voy a hacer cargo y no voy a mirar para otro lado, voy a enfrentar a las mafias”, aseguró en un tramo de su discurso.

Por último, señaló que “los valores están pata para arriba cuando la agenda del gobierno es la impunidad y se usan las políticas para refugio de las mafias y los corruptos”.