Liliana Rossi es la secretaria general de Suteba Lanús que el lunes esperó a la gobernadora María Eugenia Vidal en la puerta de la ESB N°54 de Monte Chingolo, donde la mandataria había recorrido obras junto al Director General de Educación, Gabriel Sánchez Zinny, y que, como toda respuesta al pedido de convocatoria a paritarias recibió, una chicana. “Y que los chicos aprendan”, dijo Vidal y se fue. Para la maestra, con esa respuesta “se cristalizó todo lo que viene sucediendo en todas las declaraciones y decisiones que ha tomado el gobierno en relación a la educación”.

La escena quedó registrada en un video que se viralizó. “No nos dio una oportunidad para explicarle que en la escuela pública los chicos aprenden y que en el marco de la paritaria es donde se discuten calidad educativa. Y en realidad para nosotros hablar de condiciones de trabajo es hablar de condiciones de enseñanza, y por ende de condiciones de aprendizaje”, detalló la referente de Suteba Lanús.

En una entrevista con Tiempo, Rossi explicó que a mitad de mañana del lunes se enteraron de la visita de Vidal a la escuela que el Municipio, que conduce Néstor Grindetti (PRO), amplía con fondos nacionales y que, como cada vez que viene un funcionario les llevaron las preocupaciones del momento: “Decidimos hacer una nota con todas nuestras preocupaciones y obviamente en primer lugar estaba el llamamiento a la paritaria provincial, al cumplirse un año de que el 6 de febrero del año pasado tuviéramos la primer reunión paritaria y que hasta la fecha no fuimos convocados, con el agravante del decreto que anula la paritaria nacional”, detalló.

-¿Por qué crees que su reacción fue esa respuesta?

-Porque creo que es la visión que ella tiene del trabajo docente, de la escuela pública. Hay una denostación a todo lo público por parte de este gobierno. En realidad lo que se cristalizó ayer fue parte de lo que este gobierno viene haciendo en relación a los maestros. El año pasado en pleno proceso de negociación paritario se les ocurrió lo de los voluntarios, es decir que para ellos cualquiera puede ser maestro. Y eso está hablando de lo que para ellos es enseñar y es no tener ni idea porque es una tarea muy difícil. Por eso es tan necesario garantizar condiciones de enseñanza. Para nosotros como sindicato esas condiciones de enseñanza son condiciones de trabajo.

-¿El salario es parte de esas condiciones?

-Es una parte porque, por ejemplo, nosotros somos trabajadores intelectuales. Y obviamente que a un docente no solo la formación, sino también el acceso a bienes culturales y el acceso a lo cultural impacta en su trabajo. Por eso necesitas un sueldo que no solo cubra las necesidades básicas, por eso para nosotros la línea de la pobreza un límite, sino que necesitas también el acceso a bienes culturales.

-¿Considera que la respuesta de Vidal es parte de la falsa dicotomía entre maestros agremiados y niños?

-Ayer (por el lunes) se cristalizó todo lo que viene sucediendo en todas las declaraciones y decisiones que han tomado en relación a la educación. Todo lo que fueron las declaraciones del año pasado de querer separarnos a los dirigentes gremiales de los docentes, como si nosotros no fuéramos docentes; o separar a los docentes de la comunidad educativa, es decir, de los padres, cuando nosotros estamos en contacto constante con los papás de los alumnos y los vínculos el docente no los establece solo con los niños sino que lo hace con toda la familia. Ellos a través de sus declaraciones intentaron eso, sobre todo el año pasado, pero no lo lograron.

-Este año desde Educación de la Provincia se promovió la desafiliación de los docentes. ¿Cree que Vidal quiere un maestro sin sindicalización?

-Yo creo que este gobierno quiere trabajadores que no estén sindicalizados, no solo los maestros. Somos uno de los países de Latinoamérica con mayor afiliación a los sindicatos y -esto lo leí el fin de semana en un artículo de Claudio Scaletta- somos uno de los países con mejores salarios en América Latina, y está íntimamente relacionada una cosa con la otra. Por eso ellos no quieren a los trabajadores sindicalizados. Y por eso esta campaña y por eso esta demonización de los dirigentes sindicales. Nosotros lo vivimos el año pasado en carne propia con el ataque a (el secretario general de SUTEBA) Roberto Baradel, con las amenazas a él y a su familia. Pero me parece que es una política que excede a nuestro sector.

-Finalmente hubo una convocatoria a reunión desde el ministerio de la Nación a los maestros. ¿Te parece que responde a que trascendió el encuentro que tuvieron en Lanús con la gobernadora?

-Yo creo que ayudó a poner en escena la necesidad del diálogo y se puso de manifiesto que estamos a menos de un mes de iniciar las clases y no hubo llamado a paritarias. A la Provincia de Buenos Aires todavía no se la llamó a paritarias y lo que pasó ayer fue que, en el marco del decreto, la citación a la Ctera para una mesa de negociación colectiva en la que obviamente no estaba el tema del piso salarial, cuestión por la cual se hizo una presentación en el ministerio anulando la convocatoria.

-Todo indicaría que este inicio de de ciclo lectivo va a ser más complejo que el de otros años, sobre todo teniendo en cuenta que la discusión salarial empezará aún más tarde que el año pasado.

-La complejidad la da el poco tiempo. Encima ellos no respetaron -y esto la sociedad lo tiene que saber porque si no ante la sociedad nos ponen a nosotros como responsables de que no inicien las clases- es que el acuerdo paritario 2017 habla de una convocatoria a mesa de discusión salarial 2018 para diciembre, después de la cláusula gatillo del mes de noviembre. Es decir que ellos nos tendrían que haber citado desde diciembre. No nos citaron en ese momento, no nos citaron en enero y ya estamos en febrero y siguen sin citarnos.