El presidente Alberto Fernández definirá el nuevo rumbo económico de la Argentina este domingo, cuando dé a conocer el nombre del o la reemplazante de Martín Guzmán al frente del Ministerio de Economía. Las especulaciones incluyen que la salida del funcionario abrirá la posibilidad de un cambio profundo de todo el gabinete económico. Fuentes cercanas a Cristina Fernández de Kirchner se desvincularon de la designación del nuevo equipo económico: “El presidente es Alberto”, dijeron. Sergio Massa, la tercera pata de la coalición, quien hizo sonar su nombre durante la semana como candidato a ocupar la jefatura de Gabinete, eligió correrse de escena y mantuvo un silencio inquebrantable.

Guzmán difundió su renuncia a través de la red Twitter en momentos en que la vicepresidenta hablaba en un acto en homenaje a Juan Domingo Perón en Ensenada. Cristina se enteró de la dimisión del funcionario, que fue objeto reiterado de sus críticas, luego del acto en el que volvió a diferenciarse de su visión sobre el crecimiento de la inflación en la Argentina. De hecho, ubicó a Guzmán más cerca de Carlos Melconian, el economista con quien se reunió la semana pasada, por su perspectiva vinculada al equilibrio fiscal y la reducción del gasto. El presidente Alberto Fernández se enteró un rato antes. Guzmán lo llamó por teléfono para comunicarle su decisión, lo que activó el dispositivo de consultas que terminará hoy, cuando se conozca quién lo sucederá.

Guzmán se había jugado su ya escaso capital político a la segmentación de las tarifas. “Gestionaremos con gente que esté alineada con el programa económico”, dijo en abril. El objetivo era esquivar el freno que ponían los funcionarios kirchneristas que habitan su ministerio, en particular del titular Federico Basualdo Subsecretario de Energía Eléctrica y del Interventor del ENARGAS Federico Bernal. La segmentación se anunció, pero nunca se habilitó la web donde los usuarios tenían que inscribirse para recibir los subsidios. Guzmán venía reclamando el manejo de las variables económicas en un gabinete tupacamarizado entre los distintos actores de la coalición.

De hecho, en el extenso texto de renuncia del discípulo de Joseph Stiglitz queda claro el motivo: “Desde la experiencia que he vivido, considero que será primordial que trabaje en un acuerdo político dentro de la coalición gobernante para que quien me reemplace, que tendrá por delante esta alta responsabilidad, cuente con el manejo centralizado de los instrumentos de política macroeconómica necesarios para consolidar los avances descriptos y hacer frente a los desafíos por delante. Eso ayudará a quien me suceda pueda llevar adelante las gestiones conducentes al progreso económico y social con el apoyo político necesario para que aquellas sean efectivas”.

Otra de las diferencias centrales entre Cristina y Guzmán es lo que este sábado la vicepresidenta propuso como “Ingreso Universal Básico”, una salida política a la discusión sobre los planes sociales. Entre el público, la escuchaban Juan Grabois pero también Daniel “Chuki” Menéndez, un dirigente social que moviliza junto con el Movimiento Evita. “Si hay 7 millones de pobres, ¿por qué hay solo 1.200.000 planes?”, cuestionó la vice. Pero Guzmán no tenía margen para ampliar la ayuda social del Estado, debido al acuerdo firmado con el FMI.

El presidente había respaldado esta semana a Guzmán en un reportaje en C5N y luego lo invitó al poco concurrido acto de la CGT de este viernes, en lo que resultó ser su último acto público antes de la renuncia. Su estrella ya se había empezado a apagar.

Con Guzmán se fueron el secretario de Hacienda, Raul Rigo, y el efímero secretario de Comercio Interior Guillermo Hang. También corrió el rumor de la renuncia del titular del Banco Central, Miguel Pesce, pero continuaba en su cargo. “No tenemos nada que ver con el equipo de Guzmán”, señalaron cerca suyo.

Los rumores y operaciones sobre la sucesión de Guzmán se multiplicaron con las horas. Desde el jueves Massa venía haciendo circular la eyección de Guzmán y su llegada a la jefatura de Gabinete. El tigrense  juntó apoyos entre dirigentes de la oposición para desplazar al extitular de Economía. Sin embargo, el presidente de la Cámara de Diputados evitó hablar públicamente y argumentó que tenía que asistir al cumpleaños de su hermana y que iba a seguir la definición “por teléfono”.

Otros dos economistas cuyos nombres comenzaron a circular se encargaron de desmentir su llegada al ministerio caliente: uno es el exviceministro de Economía de Axel Kicillof, Emanuel Álvarez Agis, y el otro es su actual ministro de Producción bonaerense Augusto Costa. También trascendió el nombre de Silvina Batakis, actual secretaria de las provincias del Ministerio del Interior que conduce Eduardo de Pedro. La economista fue ministra del exgobernador Daniel Scioli, recién llegado al Gabinete después de la crisis de la eyección de Matías Kulfas.

En el Ministerio del Interior no lo negaron ni lo afirmaron. La economista tiene relación directa con los gobernadores debido a su cargo, mantiene diálogo propio con Scioli y Wado de Pedro, y ya forma parte de un gabinete nacional donde la disparidad de género juega a su favor. Habrá que ver.  «