Una parte de los dirigentes de Juntos por el Cambio que se reunieron este martes en la sede de la UCR no dejaron de tener la atención puesta en Juan Schiaretti. Los socios de la coalición opositora estuvieron en la sede del Comité Nacional del partido para ponerle la firma a la inscripción de la alianza ante el juzgado federal con competecia electoral que conduce María Servini.

Las formalidades salieron finalmente ordenadas y no reflejaron el clima de desconfianza que siguen prodigándose Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta, en un vínculo que empeoró desde que el alcalde porteño reafirmó el interés de sumar a Schiaretti a JxC. El tema no está enterrado ni mucho menos: el precandidato presidencial ya aclaró que existen posibilidades de sumarlo a partir de un acuerdo extrapartidario.

El tema sobrevoló en silencio la reunión de este martes cuando se sentaron en la mesa el titular de la UCR, Gerardo Morales, su par de la Coalición Cívica, Maximiliano Ferraro y Miguel Pichetto, como representante de Encuentro Republicano Federal. Por el PRO estuvieron los representantes que responden a Bullrich y a Larreta en la conducción: el presidente del partido, Federico Angelini, y el secretario teneral, Eduardo Macchiavelli. A ese núcleo decisorio se sumaron los aliados chicos: Alberto Asseff, en nombre de UNIR, Ricardo Maqueda, del Partido Democrático Popular, y Sergio Abrebaya, del GEN. La novedad estuvo en la presencia del economista José Luis Espert que estuvo para sellar su ingreso a la coalición mientras sigue sin definir donde jugará.

Finalmente ordenaron la registración de la marca tal como estaba, con los mismos colores y con el reglamento interno acordado entre los socios. Ante una Mesa Nacional que sigue teniendo serios problemas para ordenas las internas de la coalición, la reunión de este martes mostró a los que tienen la lapicera dentro de JxC, utilizando el músculo en el primer momento de definiciones formales ante la Justicia Electoral. Comenzaron a ejercitar el músculo para combinar los requerimientos reglamentarios con las alquimias políticas en un alianza que sigue detrás de la interna del PRO.

En un comunicado detallaron que en el «reglamento electoral para la confirmación de las listas determinaron que el piso será del 20 % y que se utilizará el sistema D’ hondt para su integración, en el caso de los parlamentarios del Mercosur. En tanto para las listas de diputados y senadores cada distrito determinará su reglamento electoral». En la provincia de Buenos Aires podría ser del 25% , cinco puntos arriba del piso que pactaron Martín Lousteau y Jorge Macri para las PASO porteñas.

La centralidad del duelo entre Larreta y Bullrich quedó demostrada cuando ambos tuvieron que volver a hablar para destrabar las negociaciones. La semana pasada este medio contó que los dos contendientes tuvieron que reunirse para destrabar la incorporación de Espert, que había sido aprobada por todos los tenedores de lapicera en JxC, salvo Patricia. En esa jornada, la alianza realmente corrió peligro, dicen en ambos bandos, pero quedó un teléfono rojo que volvió a sonar este miércoles para destrabar las negociaciones del reglamento. Fue un día después de la reunión que Pichetto tuvo con el expresidente Mauricio Macri de pedirle que se mantenga equidistante de la contienda interna del PRO. Oficialmente trascendió que el mangnate controlará sus pasiones, pero debajo de la mesa todos se preguntan en qué momento Macri volverá a jugar a favor de Bullrich, en un momento donde la exministra ya reconoce que buscarían tener una estrategia parlamentaria común en el Congreso con los futuros legisladores que sume la fuerza de Javier Milei.

Ricardo López Murphy es uno de los potenciales candidatos a ser compañero de fórmula de Bullrich.
Foto: @rlopezmurphy

Así como el alcalde porteño advierte que el factor Schiaretti no está clausurado, Bullrich avanza como si esa chance no existiera más. Admite en público la interlocución que mantiene en privado con Milei y hubo otra señal reveladora: Patricia busca un compañero de fórmula por fuera del acuerdo que tuvo con el precandidato a gobernador mendocino Alfredo Cornejo y con el titular de la UCR Ernesto Sanz. Los dos sonaron como aspirantes a vice de Bullrich, pero la apuesta será por un economista. Le propuso a Carlos Melconian y el extitular del Nación rechazó el convite. Ahora suena el precandidato a jefe de gobierno y diputado nacional Ricardo López Murphy. El reacomodamiento ocurre mientras Espert confirma que, tal como anticipó Tiempo, todavía no está definido su destino electoral y no tiene claro si peleará por la presidencia o por la provincia de Buenos Aires. El dato revela que el pacto entre Larreta y Bullrich de la semana pasada, cuando usaron el teléfono rojo por primera vez, sigue en funcionamiento y confirma que Espert le resta sólo a Bullrich. Salvo que la acompañe en una fórmula, una hipótesis que los consultados consideran descabellada.

Schiaretti ya registró su fuerza el martes y este miércoles surgieron dos señales que comienzan a definir el camino de Milei. Pudo inscribir su fuerza en todo el país, salvo Santa Cruz, pero se quedó sin precandidato a gobernador bonaerense. El intendente de Chivilcoy, Guillermo Britos, dijo que no se presentará por razones personales y no por diferencias con el líder de La Libertad Avanza.

Guillermo Birtos desistió la propuesta de Milei para ser su candidato a gobernador bonaerense.

Para cubrir la herida, el candidato de ultraderecha volverá a La Matanza para respaldar a «el Dipy», su precandidato a intendente. Pero la salida de Britos aumenta la debilidad que tiene La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires, donde el oficialismo también utilizará la herramienta de las PASO.

El traspié bonaerense de Milei entusiasma a JxC en el mayor distrito electoral , mientras Espert sigue sin definir donde podría competir. Salvo el destino del economista recién llegado a la alianza, la caída de Britos es una buena noticia para los dos contendientes del PRO provincial. El intendente de Lanús en uso de licencia, Néstor Grindetti, y el diputado Diego Santilli siguen sin acordar una interna que evite llegar hasta los municipios. Dicen que quizás ese punto se destrabe cuando el teléfono rojo vuelva a ser utilizado y Macri no intervenga.