Un grupo de policías de civil que custodiaban al ministro de Justicia, Germán Garavano, golpeó dentro del predio a trabajadores de su cartera que le realizaron un escrache en reclamo por sus salarios, que se encuentran por debajo de la línea de pobreza. «Voy a denunciarlos a todos», les gritó Garavano a los manifestantes.

La protesta se realizó esta mañana aprovechando la presencia del ministro que fue a presentar el programa Justicia 2020, que expone las líneas de Derechos Humanos del ministerio. En la puerta del Archivo Nacional de la Memoria, los policías arremetieron a golpes de puños contra los empleados del ministerio que querían ingresar para pedirle una reunión al ministro. Se trata de trescientos empleados que realizan tareas de limpieza y que cobran sueldos de apenas 10 mil pesos. Estos salarios se les paga a trabajadores que pertenecen al Estado, no a tercerizados, por lo que Garavano es directamente responsable de la precaria situación salarial.

El reclamo viene de larga data, ya lleva tres meses y básicamente se trata de que los empleados reciban un sueldo por arriba de la línea de pobreza, que es de 14.500 pesos. La consigna es: «Ningún trabajador por debajo de la línea de pobreza». En medio de la refriega Flavia Champa, secretaria del Archivo General de la Memoria, arreció con toda clase de insultos: «negra de mierda», «mogólicos» y «cállense, villeros.»

«Desde hace siete meses, los trabajadores nucleados en la ATE peleamos por un salario digno porque, como a millones de argentinos, no nos alcanza para llegar a fin de mes», señalaron los manifestantes. La secretaria de pro-organización de la junta interna Romina Chiesa dijo a la prensa que desde el ministerio «se está buscando el desgaste. Es el negocio de ellos porque quieren volver a poner una empresa tercerizada para limpieza.»

En el predio dentro de la ex ESMA, en los videos difundidos por las redes, se escuchaban las consignas «Diez lucas ganan nuestros compañeros» y «Chau, Garavano». Según testigos que hubo en el lugar, el ministro salió al grito de «los voy a denunciar a todos». La posición pública del ministro fue adjudicarle la culpa a los manifestantes y afirmar que «nada justifica la violencia», hasta el momento, no se ha levantado una reunión pactada para este lunes a las 11 de la mañana para tratar de resolver este conflicto.