El ex agente de inteligencia Antonio Stiuso sostuvo que la organización ilegal cuya cabeza visible es el falso abogado Marcelo D’Alessio se remonta al año 2016, vinculó su origen con la causa conocida como la “mafia de los contenedores” y deslizó que la diputada oficialista Elisa Carrió y el ex titular de la Aduana Juan José Gómez Centurión tuvieron responsabilidad en las acusaciones en su contra por supuestas maniobras de contrabando.

En una larga y confusa declaración que prestó ante el juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, el ex hombre fuerte de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) comparó la situación derivada de la denuncia contra D’Alessio con las escuchas ilegales por las que estuvo procesado y fue sobreseído el presidente Mauricio Macri. “Es una copia de lo que pasó con los jueces misioneros”, evaluó. Dos jueces misioneros ordenaban escuchas telefónicas con pretextos rayanos en la ilegalidad para abastecer de información a una organización paralela de inteligencia enquistada en el gobierno porteño que encabezaba Macri. El propio presidente había sido procesado pero quedó desvinculado de la causa a poco de haber asumido la jefatura del Estado, a principios de 2016.

Stiuso descalificó los informes hallados en una computadora de D’Alessio con membretes de la Embajada de los Estados Unidos y del Ministerio Defensa Israelí: “Eso aparentemente es un pasquín armado de internet, son datos públicos de internet”. También desmintió que un sobrino suyo hubiera tomado parte de supuestas maniobras extorsivas contra imputados en la causa de los contenedores, tal como surge de la investigación que lleva adelante Ramos Padilla: “tomamos conocimiento que había alguien que se hacía pasar por mi sobrino de toda esta banda y yo soy hijo único, y entonces queremos ver quién es. Vimos como que alguien se hacía pasar por el sobrino de Stiuso, o sea, andaban pidiendo dinero”.

“Queda claro que no tengo sobrino”, refutó.

En cambio reconoció relaciones de corte profesional con uno de los imputados en la causa, el ex comisario bonaerense Aníbal Degastaldi. “Estaba en la DDI de San Isidro, en la zona norte, y en algunos de los secuestros trabajamos juntos”. ¿En qué asuntos trabajaron juntos? “Por ejemplo en el secuestro del padre de la primera dama hoy, trabajamos con él”. La alusión refiere a Abraham Awada, padre de Juliana, la esposa de Macri, quien permaneció cautivo durante cinco días en agosto de 2001.

Stiuso pidió ser querellante en Dolores después de que trascendiera que su nombre aparecía vinculado con operaciones ilegales en el marco de la causa de los contenedores. Cuando Gómez Centurión fue apartado provisoriamente del cargo sospechado de conductas ilegales, la diputada Carrió lo defendió públicamente y mediante una presentación judicial. Allí denunció que quien estaba detrás del contrabando investigado era el ex agente de inteligencia.

“Lo primero que hay que averiguar es quién le dio la información, si Carrió tenía la información ¿de dónde la sacó? Si se la dio D´Alessio, porque después se comprobó que con D´Alessio sí tenían contacto. (…) Hay que develar, porque esto es una seguidilla, es una operación que continuó tres años”.

“Esto es una película, no es un hecho aislado. Esto viene desde el 16. La extorsión sí es aislada en función de cada uno que iban a tocar para extorsionarlo, pero después lo demás es un hecho que se venía sucediendo, y comenzó con temas de aduanas, y cada tanto se encargaban de meterme a mí en el medio”.

Stiuso fue aceptado como querellante en la causa que tramita en Dolores y se comprometió a aportar más información cuando tome conocimiento del expediente.