La música de Gilda y Leo Mattioli recibió a los militantes que se ubicaron en torno al escenario montado sobre el pasto del Parque Centenario. Desde antes de las 12 del mediodía, y bajo la atenta mirada de un grupo de trabajadores de Espacio Urbano que llevaban en sus coloridas camperas el logotipo del Gobierno de la Ciudad, decenas de ciudadanos vestidos con remeras de la cara de Cristina Fernández de Kirchner comenzaron a cantar contra la Corte Suprema de Justicia y los “medios de incomunicación”.

La marcha, convocada a través de redes sociales bajo la consigna “No al lawfare mediático y judicial”, es un nuevo encuentro de militancia peronista y kirchnerista reunida alrededor de la figura del juez Juan Ramos Padilla en respuesta a los avances en la causa Vialidad que involucra a la vicepresidenta. Durante el acto, se informó que realizarán una actividad pública cada quince días en diferentes plazas de la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires.

En medio del fervor, los abrazos y saludos entre viejos conocidos se multiplicaron por decenas. Los bailes al ritmo de la cumbia invadieron el relajado barrio de Caballito. Pasadas las 12:30, rodeados de acompañantes y alentados por una multitud, Juan Ramos Padilla y Jorge Rachid se subieron a la tarima para saludar y agradecer a los convocados que se acercaron para mostrar su descontento hacia una “corte canalla, corrupta y criminal”. En el último mayo pasado ambos encabezaron una movilización similar frente al Palacio de Justicia en un acto que contó con el apoyo de la CGT, la CTA, organismos de Derechos Humanos y movimientos sociales. Sin embargo, ninguno de los nombrados se sumaron a este nuevo reclamo.

El primero en tomar la palabra fue Rachid, asesor del Ministerio de Salud bonaerense, quien calificó al Poder Judicial como una monarquía que “impide el buen funcionamiento del Ejecutivo”. Además, sostuvo que el hecho más grave es la alianza de la Justicia con el poder internacional a través del lawfare: “Este es un diseño estratégico de los Estados Unidos para bloquear a los movimientos nacionales latinoamericanos. Lo hicieron encarcelando a Lula, persiguiendo a Correa y ahora también lo están haciendo contra la compañera Cristina”, señaló Rachid. “Patria sí, colonia no” empezó a cantar la multitud para acompañar sus dichos.

Luego de hacer un repaso histórico de las políticas neoliberales que se sucedieron en el país desde el inicio de la última dictadura, el médico pidió por la unidad y ampliación del Frente de Todos y llamó a “no prestarse al juego del enemigo” para evitar “comerse unos con otros”. En consonancia, sostuvo que “el peor compañero del Frente es mil veces mejor que el mejor de los que están del otro lado, porque el peronismo nunca va a vender la patria”, finalizó.

Aplaudido por miles de personas que se referían a él como “un juez de verdad”, Ramos Padilla inició su discurso señalando el “nerviosismo de los jueces frente a la movilización popular”. Conocedor del juego mediático, bromeó: “No repartimos choripanes ni pusimos micros ¿por qué vino tanta gente?”. Continuando con su ya clásico tono de denuncia, el magistrado sostuvo que «es un bochorno lo que estamos viviendo con distintas causas en el Poder Judicial. Los jueces están totalmente desbocados”.

En medio del clamor, una voz del público preguntó por la ausencia de la CGT en el acto. Lejos de incomodarse, y apostando a un discurso de unidad, el juez sostuvo: “Faltarán los que faltarán, pero tenemos que estar todos juntos. Algún sapito vamos a tener que seguir tragando”. En medio del festejo de la multitud a aquella gambeta argumentativa, el padre del exsecretario de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires le exigió al presidente que cumpla con su palabra y colabore con la modificación de la Corte Suprema.

Unidos en la retórica, Ramos Padilla y Rachid apuntaron contra los grandes grupos de medios por no informar los avances en la gestión del actual gobierno nacional: “Sorprende que, en plena recuperación del saqueo macrista y luego de dos años de guerra pandémica, no se hable de las 200 nuevas escuelas, las 34.000 viviendas entregadas y las 70 estaciones de trenes que el gobierno puso nuevamente en marcha”.

Después de un poco más de dos horas, durante las cuales se esparcieron consignas contra el gobierno del expresidente Mauricio Macri y los jueces a cargo de la llamada Causa de Vialidad, el acto finalizó con el canto de la marcha peronista y con una clara advertencia: “Si se meten con Cristina, qué quilombo se va a armar”. «