La viceministra de Educación de la Nación, Adriana Puiggrós, renunció a su cargo. Si bien la dimisión había sido presentada hace algunos días atrás, la misma fue aceptada en las últimas horas. La noticia no se dio de manera oficial, pero Tiempo pudo saber que la medida se debió a las diferencias que la especialista mantenía con el ministro Nicolás Trotta, a cargo de la cartera.

Tal como publicó este diario la semana pasada, la disidencia entre ambos dirigentes era tal que La Poderosa dejó en evidencia esa tensa relación cuando lanzó su campaña solidaria para financiar la conectividad en todos las barriadas del país, en tiempos de pandemia: “una feroz y ridícula interna entre Trotta y Puiggrós, el primero y la segunda de la cartera que debiera digitar el profundo destino de nuestro país” genera que “miles y miles de infancias en los barrios populares continúan a la espera de alguna respuesta certera que al menos intente titubear algún tipo de continuidad escolar, aquí donde no llega la conectividad”, habían señalado en un comunicado la organización territorial que lidera Nacho Levy.

En ese momento, La Poderosa incluso mencionó que Puiggrós ya tenía elaborada su renuncia y que no la había presentado por pedido del propio presidente Alberto Fernández, pero que la misma «será indeclinable, si no se cambia radicalmente la orientación». Aparentemente eso no ocurrió y, a pesar de los esfuerzos del primer mandatario para retenerla, Puiggrós ya está fuera del Ministerio.