El juez federal de Lomas de Zamora rechazó a la líder de la Túpac Amaru, encarcelada en prisión domiciliaria, Milagro Sala, como querellante en la causa por espionaje ilegal en las cárceles durante el gobierno de Cambiemos. Pese a las pruebas sobre el seguimiento por parte de agentes de la AFI que formaban parte del grupo de WhatsApp “Súper Mario Bross” sobre Sala, el juez consideró que “hasta el momento no surgen elementos relacionados con la nombrada que permitan tenerla en el referido rol”.

Sala, a través de sus abogados, Matías Duarte, Marcos Aldazábal y Luis Hernán Paz, pidió ser tenida como querellante a raíz de una nota publicada por Tiempo Argentino.

“En fecha 5 de noviembre de 2020 el diario digital (sic) Tiempo Argentino publicó una noticia Encuentran las fichas de inteligencia de exfuncionarios presos en el teléfono de una espía del grupo ‘Súper Mario Bross’. En ella, da cuenta de que se habrían encontrado fichas de inteligencia de ex funcionarios y de presos comunes en el teléfono de una espía del grupo Súper Mario Bross”.

“Esta persona –añade el escrito de la dirigente social- habría tenido en su poder 40 legajos penitenciarios. Entre ellos, uno correspondería a quien suscribe, Milagro Sala”.

“De acuerdo a la nota, en el documento en poder de la agente de inteligencia se indicaría la necesidad de ‘medidas de seguridad en todos los movimientos tanto intramuros como extramuros teniendo en cuenta la relevancia pública del caso’. Esto indica, no sólo, la posesión de información relativa a mi persona por parte de quien no tenía ninguna autorización legal para tenerla, sino la posible injerencia del gobierno nacional en la privación de mi libertad, que fue dispuesta por la justicia provincial”.

Sala abundó: “no puedo dejar de mencionar que estoy detenida en la provincia Jujuy desde el16 de enero de 2016, a pesar de que diversos organismos internacionales marcaron la irregularidad y la arbitrariedad de mi situación procesal”. “Hechos como el referido   por Tiempo Argentino refuerzan mi convicción de que fui objeto de una persecución política materializada por vía judicial que nunca tuvo como fin la aplicación del derecho, sino, lisa y llanamente, silenciar mi voz y removerme de la arena política”.

Tiempo efectivamente publicó la información, que luego fue recogida por otros medios, gráficos y audiovisuales. Entre la documentación hallada en el teléfono de la ex agente de la AFI Mercedes Funes Silva estaba, entre muchas otras, la ficha de Milagro Sala. “La noticia recibida, y que ahora de dominio público y circula en la prensa escrita y digital, supone, prima facie, la comisión de conductas de gravedad institucional extrema”, resumió el pedido de la dirigente jujeña para ser tenida como víctima del espionaje ilegal.

Sin embargo, en una decisión de apenas un párrafo, el juez Augé resolvió no tener por parte querellante a Sala.

La medida será apelada ante toda la línea de alzada: la Cámara Federal de La Plata, la Cámara Federal de Casación Penal e, incluso, la Corte Suprema. 

“En tanto en el caso se encuentra en juego la interpretación y aplicación de preceptos constitucionales, por lo que se verifica en la especie cuestión federal suficiente–, Ley 48-, se deja planteada reserva de acudir ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación ante una resolución adversa a esta parte”, explicaron los abogados de Sala.