«Nada importante ni estable se logrará con la polarización negativa». El Papa Francisco se pronunció así sobre la actualidad del país en una carta enviada al arzobispo de La Plata, Víctor Manuel Fernández, para agradecer el acto que se realizó el jueves en la Catedral de La Plata y que logró juntar a oficialistas y opositores.

En la misiva, con fecha 1° de octubre, el Sumo Pontífice habló del acto en su homenaje que reunió a dirigentes del Frente de Todos y de Juntos; de la polarización que divide a la clase política; de la actualidad del país, especialmente del desempleo y la pobreza, y también de su visita al país.

Sobre el acto organizado por el arzobispo platense, Francisco dijo estar «alegre» porque se reflexionó sobre sus dos encíclicas «Laudato sí» y «Fratelli tutti» que, apuntó, «hablan de cuestiones graves y determinantes que hoy no podemos ignorar para la buena marcha de las naciones».

También destacó que estuvieran representados «todos los colores de la política», como así también distintos sectores de la religión, la cultura, la justicia, como así también los trabajadores más humildes y los pobres llevando a la Virgen y a San Cayetano. «Han formado un hermoso cuadro», definió sobre el evento del que participaron el gobernador Axel Kicillof, el intendente de La Plata, Julio Garro, ministros, legisladores y funcionarios tanto peronistas como macristas.

«En definitiva, me consuela el alma que mi persona haya hecho posible ese momento de comunión, de encuentro más allá de las diferencias, porque a veces estas pequeñas ´treguas´ impiden que siga avanzando la violencia y los enfrentamientos. Eso nunca hace bien a un país y termina lastimando sobre todo a los que más sufren», reflexionó.

En ese marco, sentó su postura sobre la grieta que divide a los argentinos: «Hay mucho por hacer en Argentina, para que todos puedan vivir de la dignidad del trabajo y para que no haya ciudadanos de segunda. Pero nada importante ni estable se logrará con la polarización agresiva».

En paralelo, el Papa desestimó una visita a nuestro país, al menos en el corto plazo. «Ahora tengo una deuda con todo el mundo y me falta visitar muchos países grandes, especialmente algunos que nunca recibieron la visita de un Papa, sin embargo siempre llevo a mi Argentina en el corazón», afirmó.