A dos semanas de las elecciones generales, los cinco candidatos presidenciales se reencontrarán en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires para protagonizar el segundo y último debate previo a la jornada electoral del próximo 22 de octubre. En medio de un clima de tensión económica, y con el oficialismo aún suturando heridas tras el “yategate”, Sergio Massa, Javier Milei, Patrica Bullrich, Juan Schiaretti y Myriam Bregman plasmarán sus propuestas sobre “Seguridad”; “Trabajo y producción” y “Desarrollo Humano, Vivienda y Protección del Ambiente”, ítem votado por el público general mediante la web de la Cámara Nacional Electoral.

Lejos de lo esperado, el encuentro del 1 de octubre tuvo un pico de 44 puntos de raiting sumando la medición de todos los canales que se reprodujeron a la transmisión del debate. En tanto, el análisis de PULSAR, el observatorio de la Universidad de Buenos Aires especializado en el estudio de la opinión pública, expuso que el debate de los cinco candidatos fue el tema más hablado en las redes sociales entre las 21 y las 0 horas del pasado domingo. Los organizadores y las partes interesadas esperan que este escenario se replique nuevamente esta noche.

Sobre este punto, el director del observatorio y consultor político especializado en Campañas Electorales, Augusto Reina, celebró el interés del público: “Esta es una elección que tiene un suspenso ineludible y los debates son una instancia muy útil de información porque los candidatos están juntos, con poca intervención de los periodistas y con la posibilidad de cruzarse entre sí. En una hora y media, la gente puede conocer las principales propuestas de cada uno”.

A pesar de esto, el politólogo aclara que no se le puede pedir al debate lo que el músculo electoral de cada partido no hizo. “Si la campaña de un espacio tiene poco eje y conversación sustantiva, el debate tampoco lo tendrá”, aclaró.

Discursos y estrategias

Tanto las estrategias discursivas de cada uno de los candidatos como la elección de su principal rival político fueron deliberadamente definidas tras el resultado de las primarias. Sergio Massa y Javier Milei se eligieron mutuamente como contrincantes, situación que dejó a Patricia Bullrich en un rol de tercero que no logra revertir. Con este presente, Reina afirma: “Es probable que Milei y Massa reproduzcan la estrategia que utilizaron el domingo pasado porque sus objetivos son mantener y resguardar votos. En el caso de Bullrich su intereses son arriesgar y ampliar porque, por su posición en las mediciones, tiene mucho más incentivo para arriesgar y exponerse a buscar un mayor caudal de votos.”

Si bien parte de las críticas que se le adjudicaron a Bullrich radican en su mal desempeño oratorio y la imposibilidad de formular propuestas factibles, el politólogo e investigador, Mario Riorda, sostiene que no se vislumbró, hasta el momento, un deterioro en la imagen ni la intención de voto de la exministra de seguridad después del debate. Por el contrario, el analista sostiene que “a pesar de que intenta recrear una grieta que quedó algo vieja, la radicalización de su discurso en contra del kirchnerismo le significó el crecimiento de al menos uno o dos puntos desde las PASO. Sin embargo, esta decisión significa un desafío serio y complejo para seguir creciendo. Por eso, esta semana es notable el cambio de estrategia de Juntos por el Cambio, quien ahora apunta directamente contra Javier Milei para intentar despegarse de la intención de voto de entre 24 y 25 puntos anclados en todas las mediciones después de las primarias.”

En esta línea, Reina sostiene que, por cómo se está dando el desarrollo de esta campaña, es probable que este debate sea uno de los últimos momentos de mayor conexión entre la conversación política y la opinión pública. Por eso, quienes buscan recomponer su situación electoral, como es el caso de Bullrich, deben apostar por una estrategia “más ofensiva y proactiva en la búsqueda de diferenciación con los otros candidatos.”

En cuanto al desarrollo de la candidata del Frente de Izquierda Unidad, Myriam Bregman, Riorda sostiene que fue muy sólido en función a su pensamiento y que, además, logró posicionarse como la única candidata representante de la izquierda. Según explica el consultor, la diputada “es quien menos tiene para variar su estilo discursivo.” En tanto, en el caso de Juan Schiaretti, el analista afirma que el cordobesismo extremo del gobernador se explica porque está apostando a no descender en los votos, especialmente en su propia provincia. “Schiaretti busca tener un diputado más, por eso les habla a los propios. Aunque su performance desató una ola de memes, asociada al humor que es característico de Córdoba, de ninguna manera representa hoy una chance de mejora en la performance electoral”, sostiene Riorda.

Reina, por su parte, posiciona a ambos candidatos como los más beneficiados de estos encuentros, puesto que tienen un nivel de exposición que de otra forma no tendrían. “Su intención en estos debates no es la acumulación de votos sino la expansión de su notoriedad”, afirma.

Ambos consultores coinciden, además, en que el exceso de coucheo no es bien recibido por el espectador, ya que precisa que se muestren rasgos de humanidad que son altamente valorados. Por eso es recomendable que los tres principales candidatos abandonen, en parte, la estructura rígida que proporciona el guión de sus intervenciones para generar mayor empatía entre propios y ajenos. “Los candidatos tienen mejor performance cuando el votante percibe autenticidad y un diálogo genuino”, explica Reina.  «