La CGT definió un paro general para el 24 de enero, con movilización al Congreso Nacional. Ese día, presumen, deberá tratarse el proyecto de ley ómnibus del gobierno nacional que profundiza la desregulación económica y laboral que postula el DNU 70/23.

La huelga contará también con la adhesión de las dos CTA, de las organizaciones sociales que integran la UTEP y la Unidad Piquetera. La jornada podría movilizar hasta medio millón de personas.

Sin embargo, hasta el 24 de enero falta casi un mes mientras que el DNU 70/23 ya entró en vigencia a partir del viernes. De este modo se ha generado una situación en la cual, mientras se prepara la principal medida gremial contra el decreto y la ley ómnibus, las patronales podrían, ajustadas a derecho, buscar implementar varios de los artículos que reformulan drásticamente las relaciones laborales.

El abogado laboralista León Piasek señaló a Tiempo que, a pesar de la escasa legitimidad social y política, “muchos empresarios temerarios van a aplicar algunos de los artículos pero no se qué abogado patronal aconsejaría ejecutar el DNU sabiendo que podría ser derogado o modificado. Sería muy arriesgado. Algunos lo harán para jugar en sintonía con el gobierno, pero todo el mundo sabe que es un DNU provisorio sujeto a la aprobación del Congreso o de la Justicia. Si pudieran vender Aerolíneas, ¿quién la va a comprar a sabiendas que todo puede volver atrás?”.

Del otro lado, el abogado laboralista empresario Julián De Diego aseguró que “las empresas ya lo están aplicando. La persona que entró hoy lo hizo con ocho meses de período de prueba. El trabajador que manifiesta que no quiere que le descuenten la cuota sindical, la empresa no se la descuenta”. Con todo reconoció que “hay temas que son ríspidos porque hay que sentarse a firmar un convenio, por ejemplo con el fondo de cese laboral”.

Piasek reconoció que “podrían despedir sin pagar multas o poner en la mesa de negociaciones la ejecución de las indemnizaciones con el fondo de cese laboral, pero va a ser excepcional”. Con todo, alertó: “Sí pueden tratar de hacer jugar las cláusulas antihuelgas con apoyo del Estado”.

Ahí es donde emerge la paradoja y un gran desafío para la CGT hacia el paro general del 24 de enero, cuya organización reclama la realización de asambleas en los lugares de trabajo, algo que el DNU prohíbe en caso de afectación de la producción. Además, la medida misma podría verse afectada por las categorías de actividades “esenciales” y de “importancia trascendental”, en las que, según el DNU, los sindicatos deben garantizar el 75% y el 50% de las prestaciones, respectivamente.

Ante esa situación el titular de la Federación Gráfica Bonaerense, Héctor Amichetti, señaló a Tiempo que “hay que estar muy atentos porque se pueden suscitar situaciones de conflicto. Hay cosas del DNU que están derivadas a los convenios colectivos y que, sin el acuerdo de los sindicatos, es difícil que avancen. Sí pueden surgir problemas para hacer asambleas o huelgas en determinados sectores. Vienen semanas de incertidumbre”.

El dirigente gráfico adelantó que “dónde hay situaciones conflictivas es muy difícil que se sea respetuoso con lo que dice el DNU. Donde hay un conflicto se hace una asamblea, donde hay una patronal agresiva que vacía una fábrica, se la toma, es algo normal. Los sindicatos y los trabajadores se defienden con las herramientas que tienen y no hay DNU que valga. No va a haber precaución con eso”.

El dirigente de la Unión Ferroviaria, Sergio Sasia, no se mostró preocupado por la situación a pesar de que el transporte ha sido encuadrado por el DNU como un servicio esencial. Esa actitud responde a que la UF buscará garantizar el funcionamiento de los trenes para garantizar la movilidad a los manifestantes: “Faltan 25 días y vamos a llevar adelante distintas reuniones. El paro es a partir de las 12 para asegurar la movilización. En nuestro caso, es muy factible que anden los trenes para llevar a la gente”. Además, pronosticó, “para el 24 la Justicia ya habrá fallado contra el DNU. Somos optimistas”.

Para Sasia “lo más importante del 24 es la movilización, donde queremos dejar claro al poder político y a los legisladores que queremos acompañar el debate en el Congreso que es lo que no se hizo con el DNU”. Sobre la necesidad de asambleas para organizar la medida, el dirigente señaló que “no sabemos cómo actuará cada uno de los sindicatos. Nosotros no necesitamos asambleas, somos muy orgánicos y verticales. Convocamos y los compañeros acompañan. No tenemos que explicar nada”.

El diputado electo por UxP y secretario gremial del SMATA, Mario “Paco” Manrique, señaló: “Espero que los empresarios sean prudentes porque si avanzan con el DNU van a crear conflictividad sectorial. Los empresarios que fueron parte de la conformación del decreto seguramente busquen aplicarlo. Daniel Funes de Rioja fue uno de los artífices y lo va a querer aplicar. La UIA sabe cuál es el camino a recorrer y esperamos que sea un camino equilibrado y que entiendan que se tiene que discutir en el marco de los convenios y no de un DNU que no entiende nada de la situación”.

Hugo “Cachorro” Godoy, titular de la CTA Autónoma, observó: “Corroboramos otra vez que la Justicia tira para el lado de los poderosos posibilitando que entre en vigencia el decreto. Esto obliga que, tanto en Diputados como en Senadores, se aceleren los tiempos para rechazar su aplicación. Cada día que pase va a costar pérdidas enormes para el patrimonio nacional y las condiciones de vida del pueblo y los derechos laborales”.

Sobre las restricciones a la actividad sindical, el dirigente adelantó que “vamos a hacer asambleas, tenemos un derecho amparado por la Constitución Nacional y un decreto no puede eludir esos derechos. Habrá colisión de leyes pero no vamos a dejar de ejercer los derechos que tenemos. Vamos a ingresar en un escenario de mucha confusión y disputa de sentido, pero decidimos entrar en estado de asamblea, tanto en el sector público como en el privado, para generar las condiciones de que el paro del 24 se concrete de manera masiva y contundente”. Cómo reza el refrán, «en la cancha se verán los pingos». «