Un conflicto de carácter inédito. Que pone patas para arriba al sistema educativo. Que lo anarquiza. Que hace tambalear el carácter igualador de la escuela a nivel nacional. Son algunas de las definiciones de referentes del ámbito educativo y los gremios docentes sobre el escenario en el que se inicia el ciclo lectivo 2024, que arranca con un llamado a un paro nacional para este lunes por parte de la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA).

La última vez que un ciclo lectivo comenzó con una convocatoria a huelga docente a nivel nacional fue en 2017, porque el gobierno de Mauricio Macri no convocaba a la paritaria nacional como instancia para la discusión salarial del gremio en todo el país. Esta vez, es eso y más. Los motivos del reclamo incluyen la eliminación del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID) y el Fondo de Compensación Salarial, los recortes en las partidas nacionales para programas como Conectar Igualdad, infraestructura y comedores escolares.

En este marco, el Gobierno citó a los gremios para el martes: ya confirmaron que asistirán, pero que la convocatoria no cumple con los requisitos de una reunión paritaria. Además, será un día después de la fecha pautada para el comienzo de clases en ocho provincias. En cinco de ellas –CABA, Córdoba, Corrientes, Entre Ríos y Santa Fe- los sindicatos docentes mayoritarios anunciaron su adhesión al paro.

“Este inicio es inédito. Tiene particularidades que no se parecen a ninguna de las anteriores experiencias que tuvimos en cuanto a ajuste. Nunca pasó, desde 1998 hasta ahora, que el Gobierno Nacional no enviara los fondos indicados por ley. Nos ha pasado de pelear por aumentar esos fondos. Pero nunca, en ningún momento histórico, que esos fondos no se enviaran a las jurisdicciones”, destacó Sonia Alesso, secretaria general de CTERA.

“Ninguno de esos fondos se transfirieron, pero están en el presupuesto. ¿Dónde están? –se preguntó Alesso- Esto es lo inédito. Y el Gobierno sigue sosteniendo que no los va a mandar. No es que dice ‘me demoré’. Sostiene, casi como un mantra, que no los va a enviar. Que no va a cumplir con la ley”.

El recorte de fondos para Educación fue, de hecho, uno de los que permitió alimentar el superávit fiscal en enero, tan celebrado por Javier Milei y Luis Caputo la semana pasada. Según los datos difundidos desde Economía para alcanzar este “logro”, entre los gastos de capital que se achicaron el recorte más marcado se dio en el plano educativo, con una caída nominal del 95,2% en las erogaciones.

Patas para arriba

“Hacemos responsable al Gobierno Nacional de poner patas para arriba el sistema educativo. De desordenar el ciclo lectivo. De incorporar una conflictividad absolutamente inédita quitando el FONID, que tenía 26 años de existencia y fue sostenido por 10 presidentes. A la Provincia le significó este primer mes de enero un desembolso de 14.500 millones de pesos”, apuntó el director general de Cultura y Educación bonaerense, Alberto Sileoni.

En diálogo con Tiempo, remarcó que “detrás de este primer fondo que va a desaparecer hay otros que transfiere la Nación a provincias: infraestructura, incremento de jornada, formación docente, libros, tecnología. Y hoy ya hay obras paradas”. Más de una veintena de escuelas en obra que dependen de Nación, según señaló Sileoni (más de 120 aulas) están “en estado de indefinición”, algunas pese a estar muy avanzadas.

“Todas las partidas que provienen de Nación hoy son fuente de gran preocupación. Eso trae enormes complejidades en el sistema educativo. Para todas las provincias. Esto lo están sintiendo todos los ministros”, afirmó.

El titular de la cartera educativa bonaerense aseguró que la Provincia resolvió mantener la extensión de la jornada (“una de las medidas más importantes del último tiempo”) pese al recorte de fondos nacionales. Pero en otras jurisdicciones –como Santa Fe y Río Negro- el ajuste ya implicó la puesta en duda de la llamada “Hora 25”, establecida en 2022.

“El gobierno provincial comunicó que como no se envían los fondos de Nación queda sin efecto (la extensión horaria). Muchos compañeros van a dejar de percibir ese extra, y nuestros estudiantes van a estar menos tiempo en la escuela. Algo preocupante porque venimos de una etapa de pandemia donde se vio que la presencialidad es fundamental para los procesos de aprendizaje”, dijo a este medio Rodrigo Alonso, secretario general de la Asociación del Magisterio de Santa Fe (AMSAFE).

En esa provincia las asambleas docentes rechazaron la propuesta salarial local y votaron un paro de 48 horas para este lunes y martes, en rechazo además de los recortes dispuestos por Milei. “Tenemos doble conflicto: nacional y provincial. En Santa Fe el incentivo (que aporta el FONID) en un maestro de grado que se inicia es el 9% de salario –hoy está en 301 mil pesos, sin los fondos nacionales-. La otra gran preocupación tiene que ver con los recursos que van al refuerzo nutricional. Con hambre no se aprende”.

Si bien la mayor parte de los comedores y copa de leche la financian las provincias, “hay un complemento de Nación que no se ejecutó. En un contexto social grave”, alertó Alesso.

Más desigualdad

En un gobierno que le bajó el estatus al ministerio de Educación para convertirlo en secretaría (algo que sólo había pasado con el dictador Juan Carlos Onganía en 1966), las políticas educativas nacionales no aparecen entre las prioridades de la gestión. O, directamente, desaparecen.

Para Angélica Graciano, secretaria general de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) y secretaria gremial de CTERA, “se da una situación que está planteando el propio Presidente al deshacerse de cualquier responsabilidad del Estado nacional sobre la educación argentina. Lo que está haciendo es que las provincias que tengan recursos puedan mejorar la educación y las que no, que se arreglen”. Este quiebre del sistema, alertó, “viene a consolidar la desigualdad del punto de partida. Que es lo que intenta subsanar la educación, a abrir una discusión acerca de que el punto de partida no sea el destino”.

Sandra Pettovello, ministra de Capital Humano.

Para Graciano, que el Estado nacional se desentienda de lo educativo implica “de algún modo anarquizar un sistema educativo que está articulado entre sí. La responsabilidad del Estado también está en dar las orientaciones del Consejo Federal, donde se discuten cuestiones pedagógicas. Está en juego eso: la noción de patria, la construcción de identidad nacional. Los regionalismos están en el diseño, pero hay núcleos de aprendizajes prioritarios para todo el país y se está atacando eso”.

“La escuela no es solo lectoescritura y matemática. Es un espacio de cuidado, de afecto, que te une como parte de la comunidad. Eso es lo que están dañando –lamentó Alesso- Como los programas de entrega gratuita de libros. No importaba si habías nacido en cuna de oro o en los sectores populares: esa es una manera de entender el lugar de la escuela. Y eso que pasa al interior de la escuela también se ve al interior de la Argentina entendida como patria. Como un lugar donde no importa en qué provincia naciste, sino que hay un factor igualador –la escuela- que tiene que ver con eso. Es la democracia misma. Qué es sino un sistema igualador de derechos. Hoy está en juego todo”.

De la privada a la pública

Aunque el gobierno de Javier Milei –el mismo que no envía mercadería a los comedores comunitarios y descontinúa la entrega de medicamentos oncológicos- anunció que asistirá económicamente a familias con dificultades para pagar las cuotas de las escuelas privadas de sus hijos e hijas, la dimensión de la crisis está llevando a que algunas elijan salirse del sistema privado y buscar cobijo en el público.

Si bien la situación aún es incipiente, los datos ya comienzan a mostrarlo. “Hay un traslado de matrícula de privada a pública muy importante. Ya se está viendo”, aseguró Sonia Alesso. Contó que mantuvo reuniones con directivos de escuelas públicas donde “hay aumento de matrícula por chicos de clase media que vienen de escuelas privadas”.

“Hay un golpe a la clase media que es brutal. Hay familias donde están eligiendo cuál de los chicos dejan en la privada y cuál va a la pública”, resaltó la referente de CTERA.

Para Alberto Sileoni, titular de la cartera educativa bonaerense, “no hay una tendencia de traspaso masivo, es prematuro hablar del tema. Pero hemos registrado mayor afluencia de familias preguntando en el conurbano sobre todo por escuelas públicas de algunos distritos. Es preventivo, de pregunta, de información. Todavía no hay nada que nos pueda hacer pensar que empezó un recorrido de la privada a la pública”.

La canasta escolar más cara del mundo

Un informe de Miglino & Asociados mostró que el costo promedio de la canasta escolar, según precios de útiles básicos en 12 provincias, es de $ 76.900. Esto equivale a U$S 93 y convierte a la canasta escolar argentina en la más cara del mundo, de acuerdo a ese estudio. En territorio bonaerense, la Defensoría del Pueblo difundió que el aumento en útiles y vestimenta escolar con respecto al inicio del ciclo lectivo 2023 fue del 450%.