El Tesoro sufrirá un fuerte perjuicio a partir de la aplicación de las medidas anunciadas este martes por el ministro de Economía, Luis Caputo. La devaluación del peso y el consecuente estallido inflacionario que ya se está verificando, tanto en los productos de la canasta básica como en los insumos y servicios que tienen alguna vinculación con el dólar, impactarán directamente en las obligaciones de deuda pública a afrontar en los próximos meses.

Según los números de la Secretaría de Finanzas, del equivalente a los U$S 416.812 millones de deuda pública estimada al mes de octubre, el 64% de ese monto (U$S 267.056 millones) están nominados en moneda extranjera, mayoritariamente en dólares estadounidenses y en derechos especiales de giro, la moneda virtual del Fondo Monetario Internacional que varía en función de una cesta de monedas de los países más influyentes en el comercio mundial.

De allí se desprende que el Tesoro deberá hacer un esfuerzo mucho mayor en la búsqueda de los pesos necesarios para afrontar esos compromisos, teniendo en cuenta la modificación del tipo de cambio oficial. Hasta la semana pasada necesitaba poco más de 360 pesos para cancelar un dólar de deuda y ahora precisará 800 pesos. En ese sentido, la devaluación dispuesta por el gobierno equivale a que se hubiera disparado un tiro en el pie.

El impacto también será fuerte en el 36% restante, nominado en pesos, ya que la gran mayoría de esos títulos se ajusta por el valor del dólar oficial o bien por el CER, el coeficiente que elabora el Banco Central en base a la inflación local. Tanto la devaluación como una mayor inflación harán que el gobierno deba devolver más pesos.

Según los datos de la Oficina de Presupuesto del Congreso, los títulos públicos en pesos a cancelar en el primer cuatrimestre de 2024 totalizan $ 20,7 billones, suma que se incrementará sustancialmente con las últimas medidas. De los $ 918.489 millones en títulos adjudicados en la última licitación realizada por la Secretaría de Finanzas, el 95% ajusta su capital por CER y el resto por la cotización del dólar oficial.

No por casualidad, en el mercado secundario los títulos de deuda pública subían fuerte a la mitad de la rueda de este miércoles. Los bonos con cláusula de ajuste CER tenían un alza de 15% en el caso del TX26 y de 14,9% en el TX28. Con la devaluación consumada y la ganancia asegurada, los dollar-linked (con cláusula de ajuste por el dólar oficial) cumplían una performance más modesta: el TV24 subía 5,9% mientras que el T2V4 perdía un 1,6%.

Según las estimaciones del Ministerio de Economía, los pagos de intereses de la deuda pública sumarán este año 2,2% del PBI. En el borrador dado a conocer ayer por la nueva conducción económica, se calcula que para recuperar ese monto se necesita todo el impuestazo anunciado ayer por Luis Caputo (generalización del impuesto PAIS, elevación al 15% de las retenciones de todo el complejo no agropecuario) más las medidas en estudio (reversión de la eliminación del Impuesto a las Ganancias para los trabajadores y blanqueo de capitales para Bienes Personales). Aun así, en caso de que se produzca la estanflación que anticipó el presidente Javier Milei, pronóstico que comparte la mayoría de los analistas, es probable que la espiralización de los intereses de la deuda supere el monto de ese paquete de medidas.