Suele repetirse casi como un mantra que los jóvenes no leen. El éxito alcanzado por la plataforma Wattpad parece desmentir este difundido concepto. Quizá no es que no leen, sino que no lo hacen de la manera tradicional, es decir no van a una librería, compran un libro y se apoltronan en un sillón cómodo para leerlo.

Según una nota de Télam firmada por Leila Torres, con más de un millón de usuarios en Argentina, otro tanto en Colombia y cuatro millones en México, el español es la segunda lengua que aporta más material al catálogo de Wattpad

Los usuarios casi exclusivos de esta plataforma son los jóvenes que en ella leen y producen historias de distintos géneros: desde ciencia ficción a misterio y de novela de romántica a textos de humor. También la poesía tiene un lugar en ella.

Las cifras de lectores son abrumadoras. Dos ejemplos bastan: la novela de la joven escritora venezolana Alex Mirez “Perfectos mentirosos” tuvo 115 millones de lecturas y se convertirá en serie televisiva. Por su parte, “Boulevard”, de la mexicana Flor M. Salvador, se transformará en un largometraje a partir de los 84 millones de lecturas que ha tenido en la plataforma.

El secreto del éxito

¿Cuál es el secreto del éxito de Whattpad? Según Nick Uskoski, jefe de desarrollo de contenidos de la plataforma le dijo a Télam: (la plataforma) «es atractiva para las personas que aman contar historias porque, para los autores, hemos democratizado la publicación, ayudando a escritores de todo el mundo a crear una audiencia y ganar dinero. Wattpad es como la librería independiente y el club de lectura más grandes del mundo, donde pueden explorar historias y personajes únicos que no pueden encontrar en ningún otro sitio».

Uskoski ha experimentado el éxito en carne propia con “Chasing Stars”, un texto que obtuvo que tuvo casi tres millones  y medio de lectores.

El caso de Ludmila Ramis una argentina nacida en Pergamino de sólo 22 años es sumamente interesante. Comenzó a escribir cuando tenía 12 con la supervisión de sus padres. Publicó en  Whattpad «El Elevador de Central Park» y «Éticamente hablando, te quiero». Según le contó a Télam, «Estaba buscando formas de leer libros gratuitos, porque nunca fui el tipo de persona que le gustara pedir plata para gastarla en sí misma entonces pensé: ¿Cómo puedo hacer para tampoco caer en el pdf. Siento que encontrar Wattpad fue encontrar una nave espacial con muchísima nafta que tenía un millón de libros gratuitos». Comenzó a escribir fanfic, que son ficciones creadas en torno a determinados personajes o productos culturales. Ella era fanática del cantante británico  Harry Styles. Pero muy pronto dejó atrás esta suerte de género literario para aventurarse por otros caminos y dice que desde los 13 años no dejó de escribir.  

La historia culminó tan felizmente como en un cuento de hadas o en una novela romántica. Fue publicada por Penguin. Lejos de lo que ella suponía, el hecho de haber publicado primero su texto en Whattpad, no fue un impedimento para ser editada en papel, sino todo lo contrario. El 1 y el 6 de mayo estará firmando ejemplares en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires.

Un caso similar es el de  Naiara Philpotts, aunque le llevó más tiempo lograr llegar al papel con su libro de ficción “No sigas la música”, también publicado por Penguin. Según la autora publicar en papel “es un sueño realizado”. También ella estará firmando ejemplares en la Feria.

Sin duda, el fenómeno de esta plataforma permite sacar algunas conclusiones.  La primera es que los jóvenes sí leen y también escriben porque la escritura no existe sin lectura. Hay quienes sostienen que al leer y escribir en una plataforma, ambas acciones dejan de ser solitaria. Es posible que sea así en cuanto el hecho de poder compartir los resultados de la lectura y la escritura, pero ambas siguen requiriendo la soledad.

Por otra parte, el libro sigue manteniendo su prestigio a tal punto que la plataforma actúa como una suerte de vidriera para llegar a él. Según parece, no es cierto que lo digital desplazó totalmente la lectura en un soporte tradicional. Los jóvenes “sueñan” con publicar en papel. A partir de la invención de la imprenta se democratizó el conocimiento y tantos siglos no han pasado en vano. El libro continúa siendo el objeto privilegiado de la cultura.