Carlos Orlando «Charly» Ibáñez, el exsecretario de Diego Maradona mencionado en la causa por su muerte como quien a veces le suministraba alcohol, marihuana y pastillas al exfutbolista fallecido, y quien tenía un pedido de captura de la justicia por robo, fue detenido en la localidad bonaerense de Boulogne en un auto donde encontraron un arma con numeración limada y handies, informó Télam.

La detención de Ibañez (27), quien tenía un pedido de captura por «robo agravado por el uso de arma de fuego» de la justicia de Morón, se concretó anoche tras la intervención de una fiscalía del departamento judicial San Isidro, el mismo donde tramita el expediente por la muerte del «10».

Si bien Ibáñez no tiene aún ninguna imputación en la causa por la muerte de Maradona, sí fue mencionado por varios testigos como la persona que unos meses antes de su fallecimiento y cuando era su asistente personal y convivía con él en un country de Brandsen, le suministraba marihuana, alcohol y fármacos, razón por la que fue desplazado del entorno.

También algunos testimonios volcados en la causa indican que Ibáñez era el apuntado cuando se descubrió que faltaba dinero, relojes y otros objetos de una caja fuerte de Maradona.

Ibáñez fue apresado anoche por personal de la comisaría 3ra. de San Isidro ante un llamado al 911 para identificar a cuatro sospechosos que estaban arriba de un Peugeot 307 en el cruce de las calles Junín y Azopardo de la localidad de Boulogne, partido de San Isidro.

Ante el arribo del patrullero, uno de los cuatro sospechosos intentó refugiarse en una casa cercana, pero fue reducido.

Según las fuentes, los policías comenzaron a ser agredidos a piedrazos por vecinos de la zona, por lo que se dispuso trasladar el auto y a los cuatro sospechosos a la comisaría.

Consultada la fiscal Paula Hertrig, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) descentralizada de Boulogne, dispuso la identificación de los cuatro demorados y la requisa del vehículo.

En el baúl del rodado, la policía encontró un bolso rectangular de tela color negro, en cuyo interior había dos equipos de comunicación tipo handy, pero al revisar el torpedo del auto, hallaron un habitáculo oculto en el sitio donde va el estéreo, donde había una pistola calibre 9 milímetros marca Pietro Beretta, con numeración limada.

La policía luego identificó a los apresados y determinó que uno de ellos era el fugitivo Ibáñez, mientras que los otros tres eran dos jóvenes de 20 y 18 años y un adolescente de 14.

Los tres mayores de edad, entre ellos Ibáñez, quedaron aprehendidos imputados del delito de «tenencia ilegal de arma de guerra», mientras que por el adolescente se le dio intervención a la Fiscalía del Fuero Penal Juvenil de San Isidro.

Voceros judiciales indicaron a Télam que la fiscal Hertrig le ordenó a la policía continuar la investigación con el fin de determinar si los cuatros sospechosos venían de cometer algún ilícito en la zona.

«Charly» Ibáñez llegó a ser el secretario privado de Maradona y convivió con él dos años, en la época en la que el exDT de Gimnasia estaba en pareja con Rocío Oliva, ya que si bien no tiene una relación de parentesco directa con ella, sí era un allegado a su familia.

En la causa principal por la muerte del «10» hay varios mensajes de audios de WhatsApp donde médicos y allegados del entorno cuestionan a Ibáñez y lo acusan de que le daba bebidas alcohólicas, marihuana y exceso de medicamentos.

«Hoy después de la comida se tomó media copita y ahora después de la cena, media copita más. Se fue a acostar, tomó las pastillas para descansar y quedó knockout. Se fumó un fasito y quedó dormido. Un señor inglés, doc. Venimos genial», dice el propio Ibáñez en un audio que le envió al imputado médico de cabecera Leopoldo Luque.

En otro audio, el kinesiólogo Nicolás Taffarel le reporta al médico Luque y se queja de «Charly»: «Es una locura todo lo que están viviendo, culpa de este pelotudo. Ayer, menos la Monona (la cocinera) y los de seguridad, todos fumando porro, una cosa de locos», dijo.

«El porro, vino, las pastillas. Qué casualidad que cuando no está ‘Charly’ el loco (Maradona) se levanta a las 10 de la mañana, 11, desayuna, se le entiende cuando habla», señaló Taffarel en otro de los audios del expediente.

Víctor Stinfale dijo que «Luque, como médico, era un gran fan»

El abogado Víctor Stinfale declaró ante la justicia que vio a Leopoldo Luque como «un buen amigo» o «un gran fan» de Diego Maradona pero no como un médico de prestigio para operarlo, señaló que en la internación domiciliaria «no se hizo nada» de lo que se había hablado y cuestionó el hecho de que creyeron que el único problema era el alcohol cuando «se murió del corazón».

Stinfale declaró ayer en la fiscalía general de San Isidro en el marco de la causa en la que siete profesionales de la salud están imputados por presunto «homicidio con dolo eventual».

Los fiscales Cosme Iribarren, Patricio Ferrari y Laura Capra querían conocer qué rol tuvo él en las decisiones que se tomaron en torno a la neurocirugía por un hematoma subdural a la que Maradona fue sometido el 3 de noviembre de 2020 en la Clínica Olivos y su posterior externación a la casa de Tigre, donde falleció el 25 de ese mes.

Según la declaración testimonial a la que accedió Télam, el letrado dijo que conoció a Maradona en el 2000, que al principio lo asesoraba en cuestiones legales pero que nunca fue su apoderado y que con él «surgió una amistad hasta el día del fallecimiento».

Explicó que el 3 de noviembre pasado vio por los medios que «tenía un problema en el cerebro» y una conferencia de prensa de Luque.

«Yo a Luque no lo conocía. Lo vi por la tele cuando dijo que era adicto. Yo lo llamé a (Matías) Morla y le dije quién es ‘ese bobo’ que dice esto. La idea era preservarlo a Diego. Si se habla de Diego que sea en programas de deportes y no en programas de chismes», contó Stinfale.

El testigo explicó que consiguió el teléfono de Luque, lo llamó, éste le explicó que tenía todo preparado para operar a Maradona en la clínica Olivos y que él le dijo «eso no va a ser así».

«A través de mis sentidos percibí que no tenía espalda para operar a Maradona. Le dije textual ‘flaco conseguime los cuatro mejores de Argentina porque yo no te dejo entrar a la clínica'», recordó Stinfale.

«Tal vez si hubiese renunciado ese día no estaría pasando lo que está pasando», dijo el abogado sobre el principal imputado en la causa por la muerte del «10».

En varios tramos de su testimonial, Stinfale insistió en que no veía al neurocirujano como un médico de prestigio: «Cuando llegué (a la clínica) ya estaba Luque dándole la mano a Diego. La realidad es que no me pareció como médico, me pareció un buen amigo, un buen fan. Esa fue mi impresión».

Aclaró que la decisión de que lo operaran otros médicos y no Luque no fue solo suya sino también de un diálogo que tuvo en la clínica con Gianinna Maradona.

«Le dije que ese muchacho no podía operar, lo veía como un pibe (…) y Gianinna me dice textual ‘por fin uno que opina como yo'», señaló.

El abogado relató que le informó a Luque que él no iba a participar de la operación, reconoció que tuvieron «un encontronazo» pero que después el neurocirujano lo aceptó.

«Le digo ‘quedate tranquilo Leopoldo que cuando termine la operación vos das la conferencia de prensa y salís campeón del mundo'», explicó al hacer referencia a que ese día Luque habló con los medios como si él hubiera hecho la cirugía.

«Cuando vuelve de la operación que lo traen a Diego, Luque se pone en cuclillas y empieza a llorar, entró en estado de emoción, como shockeado. Yo ahí noté un sentimiento de Luque hacia Diego muy fuerte», reconoció. Y agregó: «Tenían un afecto entre ellos. Luque como médico era un gran fan».

Luego, explicó que por los problemas que Morla tenía con las hijas, le pidieron a él que participara de la reunión del 10 de noviembre donde se decidió la externación a la casa de Tigre.

«El punto era ponerse de acuerdo en cómo iba a ser el proceso en Tigre. Había un punto que era el principal que era cuidar que no entre alcohol a la casa», dijo y recordó que las hermanas o las hijas de Diego contaron que la internación domiciliaria la iba «a cubrir Swiss Medical, que habría una ambulancia, como que tenían apoyo de la obra privada».

A preguntas de los fiscales sobre cómo evalúa esa internación, respondió: «Por lo que uno escucha, lee y se va enterando por los medios, no se hizo nada de lo que se habló en la clínica».

«Maradona estaba hinchado, con 110 pulsaciones en reposo. Era una falla cardíaca, no hace falta tener tanto conocimiento para darse cuenta de eso», comentó Stinfale.

Y, opinó: «en el fondo, lo que creo es que creyeron que el problema era el alcohol y se murió del corazón. Ahí todos pensaban que sacando el alcohol estaba solucionado, pero se les fue por otro lado».

Sobre la salud de Maradona, también dijo que “era raro” porque “se hacía chequeos y le daban bien” y comentó: “Parecía que iba a morir y nunca pasaba nada. Era inmortal”.

Por último, cuando le preguntaron por qué Morla lo mencionó como «el jefe» en un audio de la causa que le manda a Luque, Stinfale contestó que creía que el apoderado del «10» se refería así hacia él «por respeto» y afirmó: «Yo no era jefe con los temas respecto de Maradona».

Sobre su relación con Morla, sólo dijo que era “de cariño y afecto hace muchos años” y agregó: “Matías se hizo muy amigo y Diego amaba a Matías”.

En tanto, si bien no está imputado por nada en el expediente por la muerte del excapitán de la selección, anoche fue detenido en la localidad bonaerense de Boulogne y con un arma, Carlos Orlando “Charly” Ibáñez, el excuidador de Maradona mencionado por algunos testigos como quien meses antes del deceso le suministraba alcohol, marihuana y pastillas, y quien tenían un pedido de captura por robo de la justicia de Morón.