Con sólo 15 minutos de Lionel Messi, Argentina se llevó un triunfo por 1 a 0 ante Uruguay. Fue una victoria ajustada, sin demasiado brillo, pero que se festeja por su valor: aún sin su ancho de espadas, la Selección consiguió un resultado que le da aún más tranquilidad en la ruta al Mundial de Qatar: lleva doce puntos de ventaja al último clasificado directo, a falta de cinco fechas. 

Uruguay-Argentina, por las Eliminatorias Sudamericanas rumbo al Mundial, esta vez no se jugó en el Estadio Centenario. La sede montevideana fue el Campeón del Siglo, el nuevo estadio de Peñarol. La imagen televisada engañaba: no parecía un clásico rioplatense. Pero fue un auténtico Argentina-Uruguay. Pierna fuerte, pocos espacios y mucho en juego. La moneda cayó de este lado del Río de la Plata.  

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Dybala, el reemplazo que eligió Scaloni para Lionel Messi, tuvo mucho que ver en el gol argentino. Recuperó en ataque y asistió a Di María, que en dos toques imaginó un golazo:  controló y abrió el pie para que la pelota ingrese en el ángulo derecho de Fernando Muslera, el arquero uruguayo que nació en Buenos Aires en 1986. Recién amanecía el partido, pero en esa jugada quedó sentenciado. Fue casi la única aparición del zurdo cordobés.

El partido fue deslucido. Y la Selección necesitó de las manos mágicas de Emiliano Martínez, en algunos casos, y también de la ayuda del palo. No sólo Messi sumó pocos minutos. Dybala también salió reemplazado en el entretiempo. Di María y Lautaro Martínez, de muy poca participación, fueron cambio en los primeros minutos del segundo tiempo para el ingreso de Alejandro “Papu” Gómez y Joaquín Correa. En los pies del ex Estudiantes estuvieron las chances más claras para ampliar la ventaja, pero no estuvo fino en la definición. 

Argentina se trajo los tres puntos de Montevideo, lo que lo deja en una muy buena posición de cara a Qatar. El próximo martes, en San Juan, ante Brasil puede asegurarse la clasificación. Sería el mejor cierre para un año inolvidable, pintado de celeste y blanco.

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