Dirigentes de clubes de Primera División, que conforman la Superliga próxima a extinguirse, se reunirán este martes en la sede del organismo para analizar la continuidad o no de la Copa de la Superliga. Aunque, puertas adentro, ya hay un pedido firme de los futbolistas: que no se juegue hasta el 31 de marzo, la fecha de cuarenta por el coronavirus establecida por el Gobierno nacional para algunas actividades, como por ejemplo las clases o los espectáculos.

A la reunión en la Superliga también asistirán representantes de Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA), quienes llevarán la postura de los futbolistas con los que ya conversaron, respecto de los riesgos de seguir jugando mientras esté vigente la “emergencia sanitaria” por la pandemia. “Vamos a respetar la decisión de los futbolistas. El 90% piensa lo mismo (parar). El miércoles vamos a tener otra reunión para definirlo”, dijo Sergio Marchi, secretario general de FAA. Ese día, capitanes y capitanas de los clubes del fútbol argentino reunirán en la sede de FFA. La AFA, por su parte, ya suspendió el fútbol juvenil.

En el marco de los anuncios realizados por el Gobierno en una conferencia de prensa brindada este domingo, el presidente Alberto Fernández había sostenido que “si los partidos se continúan jugando a puertas cerradas” no existirían “inconvenientes”. De hecho, Eduardo López, médico infectólogo que forma parte de la mesa de diálogo que el Gobierno tiene abierta de manera permanente para tratar este tema, explicó que se puede seguir jugando sin público porque “es baja” la posibilidad de contagio de los futbolistas: “El jugador, en un partido, tiene riesgo bajo, porque el virus se transmite de persona a persona y más de diez minutos de estar cara a cara. Ningún jugador está persona a persona 10 minutos”. Lo mismo sostuvo Donato Villani, director médica de la AFA: “El Gobierno está trabajando muy bien. El contagio en un partido de fútbol es 0%”.

Sin embargo, la mayoría de los integrantes de los planteles adelantaron que la actividad “debe suspenderse” como medida preventiva para contener la propagación de la enfermedad. Iván Pillud (Racing) y Fabricio Coloccini (San Lorenzo) fueron algunos de los jugadores que, durante la primera fecha de la Copa de la Superliga, expresaron su contrariedad por el hecho de que el fútbol se continúe jugando “cuando la mayoría de las actividades deportivas están paralizadas”. En la misma sintonía se expresaron los entrenadores Diego Maradona (Gimnasia La Plata) y Julio Falcioni (Banfield), entre otros. “Tuve neumonía y cáncer -dijo Falcioni-. Me hicieron quimioterapia. Soy un paciente de altísimo riesgo y el viernes tuve que trabajar igual. Salimos a jugar porque nos dijeron que nos sacaban los puntos. Había que reunirse con los jugadores, no con los dirigentes”.

En el inicio de la Copa de la Superliga, el plantel de River decidió, avalado por su dirigencia, no presentarse el sábado en el partido ante Atlético Tucumán, en el Monumental. River se expone, según lo apuntado por Marcelo Tinelli, director provisorio de la Superliga, a “sanciones”, que podrían incluir hasta descuento de puntos y una multa cercana al millón de pesos por no jugar ese partido. Mientras tantos, todas las ligas de Sudamérica ya se suspendieron o anunciaron la suspensión.

La TV y el Gobierno, entre el coronavirus

En la conferencia de prensa de este domingo, el presidente Alberto Fernández se refirió además a la televisación de los partidos: “Si el fútbol se juega a puertas cerradas, no veo inconvenientes para que se siga. Me encantaría que le den a los argentinos la posibilidad de verlo por la televisión abierta; para muchos es un gran divertimento poder verlo”. Los derechos de televisación del fútbol de Primera División están en manos de Fox Sports (Disney) y TNT Sports (Turner) desde marzo de 2017, después de años del programa estatal Fútbol para Todos.

TNT Sports no tardó en responder. La cadena aseguró que su intención es ayudar en este momento de crisis y anunció que durante este lunes analizará los pasos a seguir para que más gente pueda acceder a sus contenidos: la idea que tienen es liberar la transmisión de los partidos hasta el 31 de marzo, pero sólo para lo que se suscriban gratis al pack fútbol (cuesta $ 665) durante este tiempo. TNT Sports se adelantó a las palabras presidenciales por otro motivo: pretende ser el único dueño de los derechos en caso de que la AFA lance una nueva licitación por la posición dominante de Fox Sports, adquirido por Disney, que ya era dueño de ESPN. Ese planteo de la AFA surgió, además, después del fin que se le dará a la Superliga.

En ese marco, el gobierno nacional apareció como otro actor en juego, ya que tiene la intención de que un partido de los viernes, otro de los sábados y un último de los domingos sean transmitidos por la TV Pública, lo que descarta la vuelta del Fútbol para Todos, pero abriría un sistema mixto después de la privatización. El contrato con Fox y TNT se extiende hasta 2022, con opción a cinco años más. No fue, en su momento, la oferta más alta, pero esa alianza ofrecía terminar el juicio del Grupo Clarín, dueños anteriores a Fútbol para Todos, con la AFA. “La idea es darle algunos partidos a la TV Pública, ya que eso hace que bajen los costos de las empresas privadas, ya que la TV Pública tiene los camiones para organizar la producción porque tienen la estructura, y las privadas se ahorran 100 millones de pesos por año”, adelantó Cristian Malaspina, presidente de Argentinos.