Rappi y Glovo son dos aplicaciones que a principios de este año desembarcaron en la Argentina, como prestadoras de servicios de envíos. Se instalaron en Palermo y se fueron expandiendo paulatinamente a otras zonas de la Ciudad de Buenos Aires. Crecieron exponencialmente con rapidez. Pero ahora, los trabajadores de una de ellas, @RappiArgentina, iniciaron una medida de fuerza y reclaman un diálogo con la empresa para establecer un salario fijo.

Se considera que es la primera vez en la Argentina hay una huelga de trabajadores de plataforma. Aunque la empresa ya haya tomado medidas. Claro que no las esperadas por los trabajadores: desde el inicio de la protesta, Rappi, que fija unilateralmente las tarifas, aumentó los viajes de $35 a $60, pero ese incremento lo utiliza en forma discriminatoria, porque sólo lo reciban algunos pocos. 

Según un informe de La Cartelera de Trabajo, los propios trabajadores señalaron: ​»Si nos consideran como independientes que no nos controlen. Si nos controlan, que nos paguen como trabajadores dependientes». Advirtieron ellos que el trasfondo de la protesta es la decisión de Rappi de modificar las condiciones de prestación del servicio, “imponiendo a los más experimentados peores viajes y peores pagos”, al tiempo que cediendo los viajes más rentables a los nuevos repartidores para, de ese modo, atraer a otros interesados en el trabajo. ​»Pedaleamos más y ganamos menos», adujeron.

Las propias plataformas brindaron capacitación a más de 10.000 personas en la ciudad, desde que llegaron. Les aseguran condiciones laborales que luego les son modificadas. ​“Cuando fui a la capacitación, te ponían un mapita que decía que el viaje no era de más de 1.5 kilómetros. Ahora los pedidos salen de 3 kilómetros. Y a veces te aparecen viajes que dicen 0.0 km y abrís y ves que es de 4 km, y lo tenés que tomar o quedarte bloqueado”, relató uno de empleados.

Las demandas de los mensajeros, fundamentalmente apuntan a que la empresa no cumple con lo que anuncia como una de sus principales ventajas: “La posibilidad de trabajar cuando quieras”. Advierten que si algún repartidor no acepta un pedido porque está descansando o no desea tomarlo, le bajan el puntaje y le bloquean la aplicación durante una hora.  “Cuando rechazás un pedido, porque estás comiendo o descansando, te bloquean y te dejan hasta una hora sin recibir pedidos. Estás ahí esperando, chupando frío. Y mientras estás bloqueado te empiezan a llegar un montón de pedidos que no podés tomar. Estoy seguro que son pedidos fantasmas, no son reales. Lo hacen para que te sientas mal y no lo vuelvas a hacer”, relató uno de ellos a La Cartelera de Trabajo.