Un informe de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV) reveló que en el último año se destruyeron 268.000 puestos de trabajo de la economía formal. Esto representa 22.360 puestos menos por mes, 735 por día o 30 por hora.

Las caídas más significativas del empleo se produjeron en la industria (67.000), comercio (45.000), transporte y comunicaciones (18.000) y actividades inmobiliarias y empresarias (14.000). El sector industrial fue uno de los más perjudicados durante el gobierno de Mauricio Macri: en este lapso fueron 138.000 los puestos laborales perdidos.

Al analizar la evolución de los despidos por cada provincia, los datos arrojaron que hubo caídas en 21 de las 24 jurisdicciones a excepción de Neuquén, Catamarca y Santa Cruz.

“La problemática del empleo ha resurgido en nuestro país, producto del cambio radical en la matriz macroeconómica desde fines de 2015”, indicó el estudio realizado por UNDAV en base a datos oficiales del Sistema Integrado Previsional Argentino.

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El pasado miércoles, el INDEC informó que la tasa de desempleo al primer trimestre de 2019 llegó al 10,1% de la población económicamente activa, superando las dos cifras después de trece años. Este dato se suma al informe del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), que determinó que el 49,3% de la población económicamente activa se encuentra ocupada en tareas informales y, dentro de ese universo, el 75,9% carece de aportes del sistema de seguridad social (jubilación y obra social) y en promedio recibe salarios de $10.283 mensuales.

Desde el Observatorio de Políticas Públicas de la UNDAV examinaron la dinámica del empleo privado registrado, con 161.000 puestos de trabajo menos en la comparativa entre febrero de este año e igual período de 2018. Y ampliando el periodo, a diciembre de 2015, la caída del empleo es del 1,7%.

Además de la baja del 2,5% en el empleo de calidad, la UNDAV registró “una reducción de 2,8% entre los independientes autónomos, y del 5,5% entre los monotributistas”. Y agregaron que “solo repuntan las y los trabajadores de casas particulares, con una suba de 2,4%, en el marco del proceso de regularización iniciado en 2013”.

La entidad advierte, además, el deterioro salarial. La mayor parte de los rubros productivos perdieron poder adquisitivo en el último año y medio, destacándose una reducción promedio del 12% en relación a la inflación, con respecto al promedio salarial real de 2018.

Al indagar entre los ganadores y perdedores en el modelo económico actual, sostiene  que los resultados negativos en los sectores intensivos en mano de obra poco contrastan con una débil creación de empleo en el sector agrícola de apenas 200 puestos laborales en los últimos 12 meses. Así, puntualiza que por cada empleo nuevo en el sector agrario, se destruyeron más de 335 en la industrial.