La suba de las tasas de interés que definió el BCRA para estimular el ahorro en pesos a través de plazos fijos y poner freno a la corrida cambiaria y, a la vez, contener la escalada de precios, tendrá efectos en la actividad económica y en el consumo. La sequía, a la vez, complica el ingreso de divisas por exportaciones.

Con el propósito de contrarrestar al menos parcialmente ese impacto en la actividad, el ministro de Economía acordó con empresarios del sector bancario una serie de medidas medidas orientadas a estimular el consumo sobre la base de promover el crédito familiar y al sector privado así como flexibilizar el marco normativo para los consumos con tarjeta de crédito. Las medidas fueron anunciadas luego del convite.

Allí el titular del Palacio de Hacienda señaló que “estamos muy confiados y muy convencidos de que el impacto de incrementar la capacidad de consumo en el mercado interno, a partir de mejorar el ingreso por un lado, que es una tarea nuestra y de las paritarias, y mejorar el ingreso a partir del acceso al crédito, nos puede ayudar a compensar parte de la caída del PBI producto de la sequía”.

Buscan apuntalar el programa Ahora 12.
Foto: Eduardo Sarapura

Según datos de Economía, en abril, los préstamos personales y los pagos con tarjetas de crédito retrocedieron un 16% respecto al mismo mes del año anterior.

Los últimos informes de consumo tanto de consultoras privadas como oficiales indican una desaceleración en de la mano de la escalada de precios.

El propósito explícito de las medidas es, por lo tanto, el de “sostener el consumo, aumentar la inversión y disminuir el daño causado por la sequía”.

Para eso se definió incrementar un 30% los márgenes de compras en cuotas de tarjetas de créditos y en un 25% para las compras con tarjeta de crédito en un solo pago. Mismo trato tendrán los márgenes de adelanto en cuenta corriente para las MiPymes.

A la vez, se ampliarán los límites de financiamiento para los pagos con tarjeta de crédito tanto en cuotas como en un solo pago. Las medidas, en concreto, implican un incremento del crédito disponible para familias y empresas.

Según estimaciones del Palacio de Hacienda son 20 millones los tenedores de tarjetas que podrán comprar un 30% más, o sea que de cada $10 mil que pueden consumir de manera financiada en la actualidad se agregarán $3 mil adicionales.

Para Massa la sequía «no solamente nos afecta en reservas sino también en Producto. Estamos convencidos de que el impacto de la capacidad de consumo mejorando ingreso y por otro lado con el acceso a crédito nos puede ayudar a compensar parte de esa caída del PBI por la sequía«.

A la vez se espera que las medidas actúen como un impulso al Plan Ahora 12 que acaba de ser relanzado con nuevas tasas. Es que, para el ministro, «este esfuerzo que hacemos desde el sistema financiero argentino público y privado nacional va a tener un muy buen impacto en la capacidad de crédito y va a aumentar el consumo. Tenemos que mejorar el acceso al crédito de la gente. Y tenemos que mirar la situación de endeudamiento comprimido, entiendo que es el 10% de los que tienen tarjeta pero que podrían ayudar mucho en términos de consumo. Podemos subir el volumen de consumo que hoy está bajo, es una buena oportunidad».

La Confederación General Empresaria de la República Argentina (CGERA) respaldó la medida. Su titular, Marcelo Fernández señaló que «toda medida que sirva para mantener el consumo a los niveles que habíamos conseguido y para que se fomente la industria nacional, CGERA la va a acompañar y va a apoyar» y detalló que «el incremento en el límite de las tarjetas es beneficioso para seguir produciendo y generando trabajo argentino».

Desde la cartera de Economía reconocieron que las medidas en forma aislada no garantizan una recuperación del consumo que se encuentra en retroceso sino que van a necesitar “complementarse con acciones del Estado y de los dirigentes políticos de todos los sectores, que permitan el ordenamiento macroeconómico necesario para lograr la reducción de la inflación”.

En el mismo sentido adelantaron que va a ser necesario avanzar en una modificación del “marco normativo a fin de promover la canalización de los ahorros de la sociedad hacia el crédito, en forma eficiente y evitando la generación de distorsiones, en especial las generadas por fijación de tasas mínimas”.

La medida, a un mes del cobro del aguinaldo, también busca inducir el consumo para impedir la dolarización de los posibles ahorros que implican para un sector de asalariados el ingreso del SAC.