La intensa lluvia repiquetea en el suelo. Suena con fuerza. El cielo es una masa gris que anticipa más y más tormentas. El clima del miércoles al mediodía es horrible, deprimente, un incentivo al aislamiento más hermético. Pero adentro del estudio de Radio Con Vos en Palermo, minutos después de las 13, se construye otra atmósfera. Hay otro ambiente. Alejandro Bercovich saluda con su característico «Hoooola, hoooola, hoooola» a las y los oyentes. Enseguida, Nahuel Prado se pone al frente de las bromas, Alejandro Wall también aporta su cuota de humor y Noe Barral Grigera, conectada desde su casa, se convierte en una fundamentalista del uso de las botas de lluvia. A las 13:14, el operador Mauro Eyo abre su micrófono y se ubica en el otro bando, entre los odiadores de las botas de lluvia. En realidad ya se había presentado antes, moviendo su botonera, esos conectores imprescindibles para crear un ambiente lúdico, de ida y vuelta. Es una muestra en miniatura del estilo, del ADN que identifica y conecta a la audiencia con Pasaron cosas. “Fue la manera más divertida que encontramos de transitar la peor crisis argentina”, sintetiza Bercovich, conductor del programa que el viernes cumplió tres años al aire. 

En el estudio, del otro lado de la pecera, Eyo prepara el primer tema del día. “¿Vamos con ‘Ya morí’, de los Ratones?”, propone Fernando Cacurri, productor conocido como Cacu. “Lo metimos hace poco. Voy con La Renga”, define el operador mientras el debate por las botas de lluvia está cada vez más caliente. Frente a una computadora, Juan Lehmann es un pulpo: selecciona audios, atiende oyentes e insiste con gran convicción para conseguir un entrevistado esquivo. En la primera pausa, Bercovich sale en busca de una empanada. “Antes de la pandemia, pensamos en armar un superencuentro de preproducción, todos juntos, una hora antes del arranque y con una rica comida. Terminamos así”, cuenta uno de los periodistas más influyentes de la actualidad. Así: con la empanada de carne a mitad de camino. Hay que volver al estudio. Un entrevistado espera en línea. La adrenalina del vivo, al palo.

Foto: Diego Martinez @ildieco_diegomartinezph

El lobby, programa que hacían los sábados por la mañana casi con el mismo equipo periodístico, fue la precuela de Pasaron cosas. “La existencia del programa era impensable hace cinco años: el humor y la política transitaron caminos paralelos y distantes durante mucho tiempo. Hubo mucha solemnidad. Volver al humor político de los ochenta era algo que corría riesgo de ser muy marginal y terminó ganándose un lugar en la radio política más importante del momento”, analiza Bercovich, y marca a Tato Bores, “el buen Gasalla”, Peter Capusotto y Pedro Saborido –que forma parte de la artística del ciclo– como algunas de sus referencias. Con esa mezcla, lograron crear una comunidad participativa. “Tratamos de alimentar todo el tiempo esa relación y retroalimentarnos. Por eso lanzamos los stickers de WhatsApp de la botonera de Mauro y hacemos lo posible para que los personajes de Nahuel estén presentes en la información más dura. Parece improvisado pero es una combinación de talento y laburo de guión. También pisamos sobre base firme en lo periodístico con columnas como las de Noe y Wall”, agrega para marcar puntos clave de un programa que también se volvió remera.

–¿Cómo se pararon ante el cambio de gobierno con un programa que, desde el nombre, remite al macrismo?

–Lamentamos no tener más esa cantera inagotable de expresiones de la ignorancia tan a cielo abierto que profesaba Macri y ese cinismo que invitaban a la humorada y la burla más clásica. El desafío es hacer humor sin unanimidad, que te haga transitar amablemente el momento sin arengar a ningún rebaño. Es el límite que me pongo yo y creo que también lo cultivamos como grupo: no hacer de la grieta un negocio. Les tenemos que hablar a los dos lados sin faltar el respeto al que piensa distinto y tratando de que el humor sea reírnos con y no de. Incluso reírnos con nosotros mismos o con la gente que consideramos propia.

El Covid también obligó a reacomodarse. “Casi todos nos contagiamos en algún momento. Recién esta semana entran tres personas al estudio”, cuenta Cacu, sin dejar de adelantar material de producción para esta semana. “Cuando estamos de mal humor, hacemos un esfuerzo profesional para mantener el nivel del programa. Ahí también entra a jugar el vínculo de amistad. Profesional, con objetivo de masividad y de perfección de mi parte porque soy un obsesivo, nunca dejamos de ser un grupo de amigos haciendo radio”, dice Bercovich.

Foto: Diego Martinez @ildieco_diegomartinezph


–¿Qué reciben de parte del público?

–La gente reconoce la versatilidad de pasar de momentos serios y cargados de contenido, como el editorial, a otros de desbarranque total y chistes de falopa sin ningún filtro, a un nivel casi delictivo. Nos sienten auténticos y ven que también estamos transitando la crisis. Y eso nos hermanó. Sin poder estar todos juntos, rompiéndonos como otros, acompañamos al tipo que se le rompió su changa, el taller, la vida, al que se le murió alguien y lo hicimos lo más humanamente posible. Es una búsqueda porque hoy al periodismo le faltan calidad y humanidad. La mayoría de los que salen en los canales y en la radio al aire, no el ejército de precarizados que hay alrededor, viven realidades que no son la de sus oyentes.

–¿Cómo ves hoy el periodismo?

–En una crisis severísima de propósito y de utilidad. La grieta hizo que sea absolutamente previsible lo que escuchás cuando mirás la tele, ponés un portal de noticias o abrís un diario. Nada te sorprende o nutre. La grieta es vagancia intelectual: encerrarse en un búnker de la grieta implica dejar de estudiar, pensar y analizar. Es un ejercicio de holgazanería intelectual imperdonable para un periodista, que tiene como trabajo justamente lo intelectual. Lo vemos muchísimo: son los que ganan más de un millón de pesos por mes, les va bien, miden cuatro puntos, se compran porches nuevos mientras casi el 50 por ciento de la gente se caga de hambre.


La lluvia sigue incesante. En la radio casi no se escucha. Ver Pasaron cosas desde adentro es como ir al teatro, atravesar distintas emociones y evitar la derrota desesperante de un día gris. Es una forma de aislarse, sin sacar los pies de la realidad. “Es un momento –dice Bercovich– de mucha incertidumbre, que a la gente la paraliza, la encierra, y nosotros somos una puerta de salida de eso”. 


Pasaron cosas

Lunes a viernes de 13 a 16, Radio con Vos (89.9). Conduce: Alejandro Bercovich. Con: Noelia Barral Grigera, Alejandro Wall y Nahuel Prado. Producción: Fernando Cacurri, Juan Lehmann y Carla Cavatorta.

Foto: Diego Martinez @ildieco_diegomartinezph