Después de décadas de demonización en nuestro país, la problemática del cannabis llega a los cines locales con una producción que merece ser vista. Se trata de Cannabis Medicinal, el documental dirigido por la doctora e investigadora del CONICET Sara Silvia Kochen y Emiliano Serra, que se estrena este jueves 11 de mayo.

La producción cuenta con los testimonios de distintas personalidades vinculadas al tema, pacientes y familiares de éstos, quienes comparten los beneficios de haber experimentado tratamientos en base a la famosa planta, con lo cual muchos iniciaron una búsqueda pero también una pesquisa sobre sus posibilidades en el campo de la salud.

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Desde el expresidente uruguayo Pepe Mujica hasta otros usuarios, científicos y profesionales son parte de este film que aporta luces sobre el consumo y el uso del cannabis, pero siempre en términos medicinales. “Los documentales son propuestas que se van construyendo paso a paso, pero tampoco uno sabe bien para dónde van, así que el estreno nos tiene expectantes”, dice Emiliano Serra. Cannabis medicinal comenzó a gestarse a mitad de la década pasada.

Así lo explica Sara Silvia Kochen, coordinadora de la Red de Cannabis de Uso Medicinal e Industrial (RACME), también realizadora: “Empecé a relacionarme con la temática alrededor de 2014, pero siempre desde mi lugar de neuróloga. Luego lo conocí a Emiliano en 2020, porque yo estaba trabajando en un documental y él hacía lo propio desde la edición. Luego llegó la pandemia y surgió la necesidad de transformar esta compleja temática en una película, así que de nuestro interés por todo lo que sucedía alrededor de la planta y sus usos surgió el proyecto”.

Para la película se requirió llevar adelante un trabajo de campo que fue todo un desafío, ya que implicó moverse por distintos países. “Es verdad que se hizo mucho en ese aspecto. Fuimos a Uruguay a ver al Pepe Mujica, pero hay que decir que esta película es el recorrido de Silvia en representación de la ciencia; ya que interpelada por la problemática del cannabis medicinal, ella incicia un camino con el que llega hasta Israel y otros tantos lugares. Ahí encontramos a viejos cannabicultores de El Bolsón, que son casi históricos. También nos encontramos con la gente de Mamá Cultiva y a todos los personajes de ese abanico. Podríamos decir que se trata de una producción tanto como una investigación científica”, aclara Serra.

Algunas de las integrantes de la ONG Mamá Cultiva.

La película es muy rica en cuanto a los invitados que ofrecen su voz a manera de cita de autoridad. “Contar con cada uno de ellos no fue difícil, pero tampoco del todo fácil. Los investigadores o gente de algunas ONG eran conocidos míos, así que esa línea no fue dificultosa, sobre todo porque todos ellos estaban muy felices por formar parte de este proyecto cinematográfico. Con Raphael Mechoulam, quien falleció hace poco, y que fue un gran químico de la Universidad Hebrea de Jerusalem, todo se dio más por mi condición de investigadora que por la de cineasta. Él fue un tipo generoso con su tiempo, nos dio dos días en su casa para trabajar juntos. Al Pepe llegamos por un amigo uruguayo, después nos recibió en su chacra,  pero nos advirtieron que no tendríamos más de 15 minutos, aunque finalmente tuvimos como unas dos horas”, sostiene Kochen.

Grandes logros y mucho por recorrer

Los directores admiten algunos hallazgos que se dieron con quienes aportaron sus comentarios. “No es que me sorprendió, pero sí creo que el trabajo que realiza la gente de Mamá Cultiva es excelente. Es emocionante conocer todo lo que hicieron y lo que vienen haciendo en nombre de una causa justa. También con el resto, porque vienen trabajando desde hace mucho en esta problemática social. Personalmente, cada uno desde sus lugares ofrece su aporte para ir avanzando cada día un poco más. Por ejemplo, desde su rol de investigadora, Silvia también suma a esa búsqueda, así que es un proceso de construcción colectiva que no se detiene. Desde hace un largo tiempo se trata de generar los espacios que se necesitan para instalar al cannabis como una alternativa válida en el campo de la salud y del bienestar. Todos los personajes de esta película tienen una parte importante, porque muchos de ellos fabricaban aceite de cannabis para 300 familias, y eso no deja de ser tan emocionante como sorprendente”, sostiene Serra.

Sara Silvia Kochen, neurocientífica del CONICET y coordinadora de la Red de Cannabis de Uso Medicinal e Industrial (RACME)

Tomando diversos aspectos solidarios de muchos de los participantes del film, la realizadora e investigadora hace foco en la política del cannabis en el país: “Argentina, en este momento, ocupa un lugar de liderazgo en cuanto al uso medicinal de la planta. En el estado de California, en Estados Unidos, el cannabis es igual que el alcohol, pero es muy privativo, porque los precios que se originaron a partir de la legalidad se transformaron en un instrumento para gente que tiene dinero. En Israel, un lugar pionero en términos de investigación, está prohibido el autocultivo, pero para tomar otro ejemplo, Uruguay hace más de diez años que gracias al gobierno del Pepe Mujica es el único país del mundo donde el cannabis goza de legalidad absoluta. Sin embargo, cuando lo vas a adquirir te encontrás con un sistema muy complejo y de precios exorbitantes”.

Por su parte, Serra agrega: “Argentina tiene una historia de lucha social muy fuerte que logra que se vayan venciendo todas las barreras que se van cruzando en el camino. De todas maneras, falta mucho todavía, porque la lucha es larga. Lo que reconforta es saber que se está en el buen camino”.


Emiliano Serra, realizador del documental junto con Kochen.



Cannabis Medicinal

Un documental de Sara Silvia Kochen y Emiliano Serra. Estreno 11 de mayo en cines.