Todo es nuevo para Luciano Supervielle. Su reciente disco, Suite para piano y noches veladas (editado por Sony Music) lo enfrentó al desafío de llevar al papel sus propias composiciones y a explotar al máximo todo lo que aprendió hasta aquí en la música.

El tercer trabajo discográfico del integrante de Bajofondo es completamente distinto a los dos primeros, se compone de trece canciones de corte clásico con marcas rioplatenses y elementos de la música electrónica. «Acá están todas mis influencias musicales, no podría haberlo hecho en otro momento», dice sonriendo a Tiempo, el pianista uruguayo.

Suite para piano y noche velada se armó de a poco. «Tenía algunas piezas que había compuesto para una serie que sale por Youtube y les fui dando forma. Gustavo Santaolalla me recomendó y me alentó para que escriba y armé el disco», comenta. Esta vez, el trabajo compositivo se fue plasmando en partituras, una práctica que no había sido habitual para Supervielle. «En el papel empezaron a surgir ideas. Fue un proceso creativo que repercutió en el resultado final», comenta.

–¿Qué escuchás en el disco una vez que lo terminaste?

–Recién estoy empezando a intelectualizar el álbum que hasta ahora fue muy intuitivo. Es un disco en el que no tuve ayuda externa, que lo produje y lo toqué todo yo, entonces tuve que recurrir a todas mis posibilidades musicales que están en mi mismo camino. Algunos elementos puntuales de la música clásica de Debussy a Beethoven o a Chopin hasta cosas del hip hop, la electrónica, la música popular pasando por supuesto por Charly García. Esas cosas son las que van saliendo al hurgar en influencias y que ahora empiezo a entender mejor.

–¿Dónde está la poesía de tu música instrumental?

–Hay mucho de poético en la filosofía de vida, en detenerse a ver momentos de la vida cotidiana y darle una visión poética desde los sonidos que se entrecruzan en la calle hasta las situaciones personales. Son estímulos que sirven para componer. En este disco hago referencia a muchos momentos de mi vida, situaciones que me ocurrieron en estos tiempos, la cuestión de la resiliencia, la noción de pasaje nocturno, la sensación de una caminata por las calles montevideanas después de haber llovido… Cosas que te pasan alrededor que si no le ponés una tensión artística se te pasan sin ser una fuente de inspiración.

–¿Cómo se da en tu caso el acto creativo?

–Para mí, el acto de crear va acompañado de un sentimiento de frustración constante. Componer implica más momentos de frustración que de encontrar algo que realmente te guste o interese. Con los años aprendés a convivir con la frustración. Puede pasar mucho tiempo sin que encuentres una idea interesante. Es así en mi caso. Hay momentos en que sentís que encontraste algo pero son momentos contados, lo que aprendés con los años es a atraparlos. Las ideas no sobran en mi caso y tengo que cuidar que se escapen cuando llegan. Tengo muchas instancias, todo el tiempo, cosas que te ocurren y que voy guardando.

Bajofondo y lo que se viene

Supervielle integra Bajofondo, la agrupación de tango electrónico que hace 15 años renovó los aires del sonido rioplatense. La banda acompañará a Supervielle en el concierto del CCK y luego se abocará a preparar el nuevo disco. «Ya venimos intercambiando música por correo y probando algunas cosas, pero vamos a grabar los primeros bocetos ahora. Al día siguiente de este concierto, nos vamos a Montevideo a maquetarlo para empezar a grabar y lanzarlo el próximo año», cuenta el músico.

Supervielle actuará el jueves 11 de agosto a las 20 en la Sala Sinfónica (ex Ballena Azul) del CCK, Sarmiento 151.