Hace  un tiempo largo que Iván Noble tenía ganas de escribir un libro. El cantante y compositor considera que hacer canciones es un oficio vecino o complementario de la narrativa, pero por supuesto no es lo mismo. Entonces fue cuestión de hacer a un lado por un tiempo a la música y sentarse a escribir. El resultado es Como el cangrejo, un compendio de relatos cortos sobre amores fugaces y de los otros, recuerdos de una Trafic de gira, diálogos con un hijo y una ex mujer despistada, abuelos inolvidables y mucho más. 

«En las giras aparecen muchas situaciones en las que recurrentemente me dije: esto podría ser un cuento, esto parece la escena de la película. Pero para escribirlas tuve que vencer algunos obstáculos personales. Son historias basadas en hechos verídicos, pero con intención narrativa. No me interesó hacer un diario de gira. Hubiera sido más fácil, pero menos atractivo. No hay nada interesante en eso de ‘llegue a  Córdoba  a las 10, a las 12 almorzamos, el show estuvo bueno y todo eso'», revela el cantante, que en 2012 editó el libro de poemas De Tal Palo/¡Basta de escribir novelas! junto a Washington Cucurto. 

«Todo este año estuve bastante metido en el libro –detalla Noble–. Fueron meses en los que no escribí canciones porque no tenía ganas, quería de una vez por todas de hacerme cargo de esto. Ojalá no sea debut y despedida. Mi intención es tener como una continuidad narrativa. De acá a diez, 15 años, me imagino más como escritor que como cantante. Pero bueno, no sé, el tiempo dirá. Me imagino que la disciplina es uno de  los asuntos clave para ser escritor.»

Con respecto a qué busca de los lectores, Noble destaca que «la empatía es la esperanza mínima que se tiene cuando uno escribe algo. Pero, al menos en mi caso, no hay una búsqueda consciente de provocar algo. Yo me siento en el jardín de infantes de este oficio y no sé cómo se logra un estilo. Supongo que cuanto menos lo buscas  más cerca estás. Como decía (Raymond) Chandler, tal vez el estilo es lo más importante en un escritor, pero es lo primero que fracasa cuando uno lo busca demasiado. Veremos».

La voz de los Caballeros de la Quema revela que con los años le cuesta cada vez más salir de gira. Y que le resulta más confortable la idea de escribir que la de estar  todo el tiempo viajando para tocar. Sostiene que para dar estos primeros pasos como escritor se inspiró en Sam Shepard (dramaturgo, actor y guionista). Libros como Crónicas de motel y Luna halcón son algunos de sus favoritos. «Me dije por ahí tenía que estar el color del  asunto. Para mí es referente de este tipo de escritura, pero no estoy diciendo que me puedo sentar a  su mesa», aclara. 

Una de las diferencias más notorias entre la literatura y la música, según Noble, es que «en el libro de relatos uno tiene casi la obligación de ir al hueso de lo  que tiene ganas de contar, de lo que te pasa, si no no sirve. Las canciones no siempre son en carne viva, se juega más lo ficcional, los trucos, y darle vuelta para que encaje con el sonido». En cambio la literatura, agrega, «es algo que me da libertad porque no vivo de ello, hago lo que quiero y cómo quiero. No estoy buscando  un best-seller, que por otra parte no tengo idea cómo será eso, no tengo idea y no me importa. Esto es una necesidad y un desafío, quiero ver si con el tiempo, el esfuerzo y la constancia, puede ser algo parecido a un escritor». «