La comedia romántica es un territorio sinuoso: puede disparar la popularidad de cualquier película y, al mismo tiempo, condenarla a un rosario de lugares comunes. El gran desafío resulta –entonces– conjugar las mejores herramientas del género con actores que estén dispuestos a buscar la química más exacta posible. Con esa vocación Florencia Peña y Benjamín Vicuña dieron el sí para protagonizar Miénteme, la flamante película dirigida por Sebastián Schindel (La ira de Dios, Crímenes de familia y El patrón), que ya está disponible en Amazon Prime Video.

«Seba Schindel es un director muy interesante en su manera de hacer cine y fue lo primero que me convenció. Venía de hacer La panelista y Más respeto que soy tu madre, me pareció un guión divertido, que me permitía laburar otro registro  y acepté», cuenta Peña. «Es una historia aparentemente sencilla pero potente. Habla de la vida, de las relaciones de la amistad, pero sobre todo señala que la mentira es una práctica constitutiva de nuestra cultura. En todas sus formas. Ese es el motor que se concretó en un guión que tiene de todo: suspenso, humor y drama», afirma Vicuña.

La historia tiene a Bárbara (Peña) como pieza central, quien luego de encontrar a su marido in fraganti en su propia casa, decide alejarse con el corazón roto. Poco después, compartirá una suerte de cena de presentación con su amiga Eva (Leonor Varela), su pareja Matías (Lucas Akoskin) y un «pretendiente», Julián (Vicuña). El primer encuentro será un éxito, pero poco a poco se descubrirá que el candidato es un impostor, aunque para probarlo deberá iniciar una investigación que redundará en múltiples enredos. La verdad, como en la guerra, será la primera víctima en un juego en el que todos tienen algo para ocultar.

Peña viene transitando el camino de la comedia desde hace mucho. No es el único que le gusta, pero sabe que es el que le genera más reconocimiento del público: «Intento buscar distintos acercamientos al humor para no empalagar. Este papel es más naturalista, interpreto a una chica sufrida. La comedia romántica más clásica es un género que no había explotado y me divirtió explorarlo». Vicuña, por su parte, destaca que la potencia de la comedia «me divierte y siento que me sana. En teatro tuve más chance de transitarla. Esta película también es una manera de demostrar lo que puedo aportar en ese sentido. Venía de hacer un dramón, ahora estrenamos esto, luego haré una película de época… Creo que no está bueno encasillarse. El actor se nutre del desarrollo ecléctico de papeles. Recorrer los matices humanos, eso es lo que nos motiva».

«Para muchos es un riesgo tener a Florencia Peña en un proyecto –asegura la actriz–. La fuerza de quien soy tiene una carga a la que no todos se animan. Me pasó que en un casting me dijeron que no me elegían porque no podían trascender lo que yo transmito. Pero por suerte pude lograr tener continuidad y quiero seguir haciendo películas. Creo en mi potencial para diversificarme y no repetirme, espero estar demostrándolo».

La reflexión de Vicuña se posa sobre la naturaleza y aporte de la película: «Es  un hecho que todo el arte tiene una misión de mostrar cosas que pasan o podrían pasar para invitar a sentir y  pensar. En la pandemia quedó a la vista que lo que hacemos es una compañía. No sólo entretiene: ayuda a no sentirse solo. La vida está llena de cosas que les pasan a otros y con una película podés viajar a otros mundos o situaciones. Es fundamental para unirnos. Está bueno en nuestros países tener elementos que nos unan y está bueno que esta película sea argentino-chilena».

Si a Vicuña se le consulta sobre la situación política de Chile –su país–, afirma que no está todo dicho: «Creo que merecemos una Constitución que nos refleje a todos, con más derechos, con igualdad y decididamente mejor que la que dejó Pinochet, aunque tenga alguna modificación de la época de  Bachelet. La que se presentó ahora no conformó a la mayoría, ok, debemos seguir trabajando para encontrar lo mejor para el país».

Grietas hay en todos lados, asegura Peña, «el tema es cómo lidiar con las diferencias. Es triste que en la Argentina se desarrolló un odio visceral por el que piensa distinto. Bajo esa mirada, es un enemigo el que no está conmigo. Me parece que los que tenemos un espacio para hacer escuchar nuestra voz somos los responsables de bajar los decibeles. No vamos a estar de acuerdo o pensar igual, porque eso no existe. Creo en el debate y las disidencias, pero necesitamos tener puntos de unión.  Los medios y lo institucional tienen que ser ejemplo. No se puede instalar que sólo una persona o un partido son culpables de todos los males. No hay que dejar que la violencia envenene a las personas, no hay que empujar a los que están enojados, sino calmarlos. Y el humor siempre ayuda a sanar». «


Miénteme

Dirigida por Sebastián Schindel. Con Florencia Peña, Benjamín Vicuña, Leonor Varela y Lucas Akoskin. Disponible por Amazon Prime Video.


En televisión y próximamente en el teatro

Desde su debut el pasado 9 de mayo, La puta ama, el programa de Florencia Peña en América TV (de lunes a viernes a las 22), fue controversial. Su humor y su manera de llevar  adelante el programa fueron cuestionados y generaron algunos tironeos con el canal. La dinámica en el estudio despertó el rechazo de quienes siempre odian en redes, pero pasaron los meses y Flor Peña parece afianzarse en el rol de conductora nocturna.

«Me encanta. Es un papel que hago, es un personaje más, actúo de conductora. Me entretiene hacerlo, me siento relajada. Como fui y soy muy entrevistada, sé cómo manejar ese tipo de situaciones. Sé cómo hacer sentir bien a alguien. Estoy aprendiendo, pero es una faceta que me encanta y quiero seguir alimentado. Lo demás es puro humo», asegura. Hace poco también se buscó enfrentarla con su colega Érica Rivas porque esta no participará en la versión teatral de Casados con hijos que se estrenará en enero: «Las decisiones son personales en estos temas, hicimos mucho para que ella esté, pero no hubo acuerdo. No se pudo lograr. Listo. No hay mucho más que decir».