Julien Temple fue testigo de una de las épocas más convulsionadas de la historia del rock. Eran tiempos en los que la música agitaba los cimientos del mundo y su cámara, entre muchas otras cosas, registró a Johnny Rotten mientras escupía a los gritos el “No future”.

Entre su extensa filmografía se encuentran los documentales “The Sex Pistols: There’ll Always Be An England” (2008), “Keith Richards: The Origin of the Species” (2016), “Ray Davies – Imaginary Man” (2010) y la más polémica “Absolute Beginners” (1986). También es autor del documental sobre la vida de Joe Strummer “The Future Is Unwritten” (2007).

En esta entrevista Temple recorre su pasado y presnete, y devela lo que vendrá.

–Creciste en Londres viendo como crecían artistas como los Beatles, Stones, Bowie y el punk. ¿Ese clima marcó tu mirada del mundo y de la vida?

-Sí, mucho, creo que tuve suerte de nacer y vivir en el lugar y en la época donde todas las semanas descubrías nuevos artistas que realmente corrían grandes riesgos y generaban nuevas formas de expresión y una manera más profunda de ver el mundo trascendiendo todos los clichés que tenía la música pop. Todo era nuevo. Una de las grandes revelaciones que tuve fue ver tocar a The Kinks en lugares pequeños a The Yardbirds y The Animals. El efecto que eso tuvo fue que me permitió darme cuenta que se puede aprender más sobre el mundo por el modo que fueron escritas esas canciones más que en la escuela o por tus padres, que tienen una mirada más sesgada y que no hay un punto de vista blanco o negro o bueno o malo. Quise retratar el riesgo, la aventura, la honestidad y la deshonestidad del rock. También la fama y mucho más.

También retrataste diferentes ciudades como en los films: “London : The Modern Babylon” (2012), “Requiem For Detroit?” (2009) y “Rio 50 Degree: Carry On Carioca” (2014), ¿Qué te resulta interesante mostrar en un documental sobre una ciudad?

–Uno puede aburrirse un poco de la estructura para contar la historia de un músico o una banda que por lo general suelen terminar de un modo similar: ganan dinero, empiezan a consumir drogas, comienzan a pelearse y ya no pueden componer bien… Es la misma vieja historia de siempre. Pero en una ciudad hay millones de conexiones entre la música, sus calles, la gente. Los recuerdos de las ciudades viven en la música que produce emociones diferentes, como una especie de mapa emotivo con la música como guía a través del tiempo.

–¿Te parece que en la actualidad la escena musical de Londres sigue siendo atractiva?

–Claramente no hay tantas cosas sucediendo como cuando yo era joven, pero pienso que una de las escenas más importantes actualmente proviene de la comunidad negra que ha creado un subgénero que se llama “grime”, que habla mucho sobre las cosas que están sucediendo. La música que yo amaba cuando estaba creciendo estuvo fuertemente influida por las comunidades provenientes de Jamaica y el Caribe que llegaron a Inglaterra en los años ‘50 y provocaron con su música lo que luego derivó en toda esa explosión musical y cultural. En Londres hoy en día conviven diferentes comunidades de todas partes del mundo, a eso llaman “multiculturalismo”, pero que no es realmente eso ya que viven en especies de guetos separados. Lo interesante es ver qué va a suceder cuando todas estas comunidades se junten, ya que en la escuela conviven desde colombianos hasta árabes y cuando esta generación crezca creo que van a crear una música muy interesante e increíble entre ellos.

–Mirando un poco en retrospectiva ¿Cuánto de inocencia había en los Sex Pistols?

–Sí, eran inocentes porque su enojo no lo dirigían por las vías más tradicionales como puede ser a través de la política. Su reacción era sin dudas más visceral respecto a lo que querían manifestar. Además, estaban rodeados de gente como Malcolm Mclaren y Jamie Reid (responsables de las tapas de discos y los posters de la banda), que era gente que estaba muy influenciada por el movimiento dadaísta y el avant-garde. De hecho hay todo un aspecto teórico alrededor de la banda que probablemente a ellos no les gustaba que fuera de esa manera, pero creo que uno sin el otro no hubiese funcionado.

-¿Por qué elegiste realizar el documental “Glastonbury” (2006) sobre el reconocido festival?

–Tiene muchos significados para mí. Yo vengo de Londres, pero mi padre es de Somerset, donde se realiza el festival. Vivo ahí, también crié a mis hijos y me parece un lugar mágico. Cuando tenía 16 años me escapé del colegio y fui al primer Glastonbury en el ´71, luego viajé a Estados Unidos y me desconecté un tiempo, pero en los ´90 a través de Joe Strummer volví a la escena….Recuerdo haber ido al festival descalzo y sin dinero y ahora la gente se lleva todo lo que necesitan en sus carritos, cargan hasta aspiradoras para limpiar la carpa. En 30 años todo ha cambiado mucho, así que pensé que podía hacer un film acerca de todos estos cambios y en cierta forma ha sido la primera película que hice acerca de una ciudad, porque Glastonbury se convierte como en una especie de ciudad.

-Si tuvieras que hacer un documental de una banda de la escena actual londinense, ¿cuál creés que mejor representa ese espíritu más visceral?

–Fat White Family. Pero creo que son los jóvenes lo que deberían hacer películas sobre las bandas nuevas, que es lo que yo hice con los Sex Pistols.


Julien Temple en el Bafici 2019

-Dave Davies: Kinkdom Come

12 de Abril – 20.30h

Alianza Francesa

14 de Abril – 21.00h

La Casa del Árbol

-Keith Richards: The Origin of the Species

9 de Abril – 20.00h

JJ Circuito Cultural

Britannia Lado B – Julien Temple

-Ray Davies: Imaginary Man

10 de Abril – 21.00h

La Casona de Humahuaca

Rio 50 Degrees: Carry on CaRIOca

13 de Abril – 22.10h

Alianza Francesa

-Requiem for Detroit?

13 de Abril – 20.10h

Alianza Francesa