En la búsqueda de una historia, el director Fernando Arditi conoció la vida de Darío Villarroel. Él tenía elementos de sobra para dejar un mensaje de perseverancia, de sobreponerse ante las injusticias, y era un claro ejemplo de aquella ley que indica que si hay caída (la que sea), hay que levantarse y seguir. Así surgió El hombre más fuerte del mundo, que se presenta por estos días en la Competencia Oficial Argentina de la nueva edición del BAFICI.

Para Arditi este su tercer largometraje, luego de Una película de gente que mira películas (2012) y Vida de perros (2016). A partir de serie de entrevistas y un seguimiento al cotidiano de Villaroel, se descubre algo que puede ser una invitación o un acto de esperanza a creer en nosotros mismos, reinventándonos si es necesario. Darío Villarroel vive en Jujuy, mide 1,24 metros de altura y fue miembro de la selección Argentina de pesas paralímpicas. La pasión, perseverancia y una meticulosa preparación deportiva lo llevó a destacarse, rompiendo récords de levantamiento de peso, pero por una regla, no pudo llegar a competir: su condición de discapacidad no le permitía agarrar la barra con toda la mano, y su mundo se le derrumbó. Pero tras el duelo busca resurgir como fisicoculturista, compitiendo a nivel nacional y por Latinoamérica, persiguiendo el sueño de ser campeón mundial. “Creo que todo lo malo que te pasa es por algo, y eso es lo que tratamos de transmitir en la película. La motivación nace de uno. Siempre digo: ojalá la película ayude a que mucha gente se contagie de la manera en que yo siento la vida”, comenta Dario Villarroel, protagonista central del film de Arditi, que complementa su testimonio con el de su familia, entrenadores y amigos, con una puesta audiovisual más que interesante

Dario Villarroel junto al director Fernando Arditi.

 -¿Como fue la propuesta de hacer el documental?

– Encontraron mi historia, que iba más allá de los resultados deportivos, sino que tenía que ver con las injusticias que muchas veces nos encontramos en el camino. Yo no pude competir por un reglamento que indicaba un agarre específico de la barra, y aunque hacía los mismos movimientos, no me dejaron. Tenía el récord del mundo. Pero bueno, estuve mal un tiempo y dije “tengo que hacer algo por mí”, y me metí en el fisicoculturismo, pero con una mirada de salud, para tener un objetivo, y eso les gustó para la película. Vinieron a conocerme para hacerla y no tuve problema. Nos conocimos, charlamos y empezamos a filmar. Me acompañaron en mi proceso, hasta me acompañaron en viajes y hablaron con mi familia para contar bien mi historia. Buscaban una historia de superación y yo nunca me rendí. Espero que deje una buena moraleja. Terminé una etapa, era uno de los mejores, pero tuve que dejarlo atrás, así que busqué otro horizonte. Y la verdad es que con mi discapacidad, me di cuenta que lo importante es enfocarse en la calidad de vida y  creo que siempre pensar en el futuro hace bien, sin importar la condición física o la talla o lo que sea. En el fondo se habla de como tener objetivos claros, nos ayuda en lo cotidiano

-¿Conocías el trabajo de Fernando Arditi?

-No, me hicieron ver sus películas cuando iba a conocerlo. Después entramos en confianza y me mostró más cosas y cómo quería contarlas, y me pareció interesante. El lenguaje audiovisual tiene mucha fuerza, esta bueno.

-¿Cómo sentís esta experiencia de mostrar parte de tu vida ante el público del BAFICI, que es un festival tan importante?

-Como siempre le dije a los chicos durante el rodaje, me gustaría que lo que más se vea es cómo enfrentar dificultades, no dejar que te tiren para atrás. Por algo pasan las cosas. Si no hubiese logrado superar lo que me pasó, prepararme muchos años y luego que no me dejen competir para ser el mejor del mundo en mi categoría, me hubiese estancado. Creo que lo fuerte de esto es el aspecto humano que puede generar una identificación y cada destino es una historia digna de contar. En este caso. para mí fue un proceso de crecimiento y está bueno compartirlo con toda la gente que se pueda, porque a mi me hizo bien vivirlo, entonces quizá colabora de alguna manera mostrarlo.  Fernando lo consideró así, y yo también lo creo. Soy de talla baja, tengo acondroplasia, y una condición dela cual hay una en un millón, que no me permite agarrar bien la barra con los dedos: pero me parece que lo importante es la fortaleza que tengo. Y no con la que rompí el récord mundial de levantamiento, sino la interna.

Villarroel pudo superar la imposibilidad de avanzar en su carrera deportiva como levantador de pesas paralímpico dedicándose al fisicoculturismo,

-¿Sentís que el deporte te ayudó para tu vida, en general?

-Sin dudas. Creo que puede cambiar la vida de todos. Yo comencé con la actividad física por rehabilitación, y un kinesiólogo me dijo que por qué no iba a tal lugar a probar. En ese tiempo no había información, busqué algo y te digo, descubrí un mundo nuevo. Me permitió conocer mi cuerpo, cambiar mi alimentación, romper prejuicios propios y ajenos. Era como que estaba dormido, todo se fue despertando de a poco dentro mío. Llegué al máximo nivel, no pude demostrar lo que podía dar compitiendo contra otros representando a mi país, entonces me puse a competir conmigo mismo, para superarme.

-¿Te interesaría hacer cine más allá de este proyecto?¿Actuar, quizás, o estar involucrado en alguna otra área?

– Si, me gustaría. ¿Por qué no? Ahora que estoy en el culturismo, quizá seguir los pasos de Arnold Schwarzenegger. Hice clases de teatro, vocalización, oratoria para poder expresarme bien. Siempre me preparo para hacer algunas otras cosas, porque me sirvió. Yo era muy tímido y callado, y entonces mis entrenadores me sugerían hacer algo más allá del deporte. Y ahora me sirve para hacer las poses, y me sirvió para hablar a cámara en el documental, y también doy charlas motivacionales y seminarios. Trato de tener herramientas, para no sólo ser fuerte físicamente, sino tratar de liberar mi carisma, para hacer todo lo que se pueda y no dejar de aprender a superarme. Creo que lo pude hacer y disfruto mucho lo que me toque; esa es la clave de todo.



El hombre más fuerte del mundo

Documental de Fernando Arditi protagonizado por Darío Villarroel. Miércoles 26 Abril a las 14 en la Sala Leopoldo Lugones del Cultural San Martín, Sarmiento 1551.