Los colores del paisaje brillan entre la bruma del verano jujeño. Las líneas de las prolijas casitas de los barrios aportan el gris y el rojo, salpicadas por el verde de las frondas de los árboles. Con sus rostros del color de la tierra, mujeres y niños van y vienen en pequeños grupos. Las primeras prestando sus manos para amasar pan, preparar empanadas, servir la leche y vigilar los fuegos. Los chicos y las chicas juegan. Muchas de sus siluetas se recortan, inquietas, sobre el turquesa reluciente de la pileta del barrio Villa Belgrano, una de las obras que la organización Tupac Amaru todavía podía sostener con enorme esfuerzo en el verano de 2019. “Antes íbamos a un río”, cuenta a cámara Gustavo, uno de los referentes del lugar. Y recuerda cuando muchos años atrás había llevado a Milagro Sala a conocer aquellas aguas rodeadas de desechos y “olor a perro muerto”, donde las infancias de su comunidad buscaban mitigar el calor.

Marta Valle registró en su documental Amasando futuro ese y muchos testimonios más, incluyendo los de la propia Milagro Sala. “Nuestra preocupación era mostrar que Milagro está presa por todo lo que hizo. Por lo que construyó, por lo que dio, por todo eso que logró junto con las mujeres, en las escuelas, en los barrios. Es por eso que ella está detenida. Con la detención de Milagro quieren dar un ejemplo de lo que pasa si levantás la cabeza. A quien se anima a organizarse con los pobres para que vivan mejor, les pasa esto”, dice la realizadora acerca del film que tendrá su estreno los primeros días de julio.

Con una trayectoria forjada en temáticas sociales que plasmó en otros filmes como Kichari Huasi y Una pequeña venganza, junto con algunos compañeros y compañeras con quienes integra el Comité Por la Libertad de Milagro Sala de Lomas de Zamora, Valle organizó un viaje a Jujuy en febrero de 2017 para visitar a la dirigente. “Conocimos a Milagro en el penal de Alto Comedero. Después fuimos a recorrer las obras, casi todas las que luego registramos en la película”. La cineasta quedó impactada por lo que vio: “Me sentí muy conmocionada por la magnitud y por los destinatarios, que eran los más pobres, los más vulnerados de Jujuy”.

Entre esas voces, Valle escuchó muy especialmente las de las mujeres. Jóvenes y adultas marcadas por vidas duras, que en la militancia y bajo el liderazgo de Milagro Sala aprendieron que no eran “inútiles”, como algunas señalan en el film que les decían “los varones”, y que incluso podían ser albañilas, ya que un balde con cemento “pesa menos que llevar un bebé”. Mujeres que han podido terminar la primaria o seguir sus estudios y que, como bien deja claro la realizadora, se empoderaron dentro de una organización horizontal en que hombres, diversidades y familias enteras colaboraban en un propósito común. Viviendas, escuelas, empredimientos como polideportivos, natatorios, cines, centros culturales, centros de salud, de atención a personas con discapacidad y tantas otras iniciativas que se construyeron desde 2003 hasta la detención de Sala, en enero de 2016.

Como emergente de la crisis de fines de los ’90, la Tupac Amaru consiguió erigirse como un movimiento social pionero en manejar con autonomía los recursos que les proveyó el Estado para formar cooperativas de construcción de viviendas. “Todo empieza con la copa de leche”, enumera Valle acerca del proyecto fundamental de los merenderos. “Y, como dice Milagro, el primer acto revolucionario es el horno de barro. A partir de esas iniciativas barriales surgieron los delegados y delegadas para las cooperativas. Se dieron cuenta de que podían tener una bloquera, la metalúrgica para construir sus propios elementos, y de hecho hasta hacían sus muebles. También estaban las textiles, que proveían de ropa a los trabajadores de la cooperativa, entre otros.”

Hombres y mujeres que en el documental recuerdan el analfabetismo de sus padres, las jornadas extenuantes en la industria azucarera pagadas con vales, las casas de madera, el desamparo de los enfermos, los días del Niño o de Reyes sin regalos. Y que lograron no solo cubrir las necesidades más básicas sino, como señalan reiteradamente, tener conciencia de que son capaces de construir lo que habían soñado. “En Alto Comedero, que es un barrio enorme, una se para en el templo de Kalasasaya y la vista se pierde en un horizonte donde se ven tantas viviendas que construyeron”, cuenta Valle, quien plasmó en la película esa imagen. “Kalasasaya es la reproducción de un templo Inca, con esculturas, relieves, algo precioso que me asombró muchísimo la primera vez que lo vi. Y cuando volví estaba destruido, vandalizado con odio. De la misma manera que fueron saqueadas las salas de primeros auxilios. Había gente que dormía en esos centros para defender que no se llevaran los tornos del odontólogo o los tomógrafos.”

Después de una primera visita en 2017, Valle volvió en 2018 y 2019 a Jujuy para rodar Amasando futuro. Junto con Martín Sabio y Romina Migueles, filmó también en territorios como Arrayanal, Chalicán y Parapeti, de los muchos en los que tiene presencia la Tupac Amaru. En esas idas y venidas pudo advertir los desafíos que iban enfrentando los integrantes de la organización conforme pasaba el tiempo y se multiplicaban las detenciones no solo de Milagro Sala, sino de muchos de sus compañeros y compañeras. “Por un lado, había un sector desmoralizado y, por otro, un grupo fuerte, que seguía con todo, defendiendo los espacios y los logros”, cuenta a directora y añade que en el último tiempo se han inaugurado nuevos merenderos.

Como sensación primordial de su primer contacto con Sala, la directora señala: “Me impresionó su entereza. Habían organizado el espacio para estar con las visitas. Ella empezó a organizar a las mujeres en el penal para reclamar mejores condiciones. Y aunque era la primera vez que íbamos, nos recibió con los brazos abiertos. Estaba con su familia y nos sirvió la comida en una mesa grande. Eran días particularmente difíciles, pero ella mostró una calidez asombrosa”.  «


Amasando futuro
Un documental de Marta Valle. Dirección de fotografía: Martín E. Sabio. Estreno 7 de julio a las 19:30 en cine Gaumont: Av. Rivadavia 1635.